lunes, 28 de noviembre de 2016

La enfermedad del s.XXI: juzgar al prójimo.

Llevo un tiempo en el que no paran de llegarme noticias de embarazos con malformaciones, cardiopatías, síndrome de down...es decir, embarazos que nadie desearía. Y no para de llegarme una pregunta a mi cabeza, ¿no deseamos ese tipo de embarazos porque nuestros hijos tendrán problemas o porque los problemas los tendremos nosotros o eso nos han hecho creer?
Soy consciente de que es un tema complicado, pero me parece un buen punto para reflexionar sobre todo ese peso que nos cargan a las mujeres mayores de 35 que no deseamos tener hijos, porque socialmente nos tratan de egoístas, de mujeres que anteponemos nuestro día a día, nuestra carrera profesional o cualquier otro argumento para echarnos encima la etiqueta de egoístas.
Y digo yo, ¿por qué tenemos que juzgar siempre al prójimo? ¿Por qué no aceptamos y respetamos las decisiones de cada ser humano?
Juzgar es algo que hacemos la mayoría a diario, y que yo hasta no hace mucho lo hacía e incluso me creía con la verdad...pues, a día de hoy, lo único que tengo claro es que no sé nada, pero que respeto y acepto a cada uno tal y como es, pero ya sea bueno o no, sea simpático o no, sea egoísta o no, sea humilde o no...sea como sea, porque todo esto no deja de ser un juicio, un juicio gratuito que nos creemos que tenemos el derecho de ejecutar y que depende de nuestro propio veredicto, nos lleva a actuar de una forma u otra con esa persona. Pues discúlpenme, pero ya no lo veo así, y puede ser que me esté equivocando, o no, pero a día de hoy me siento capaz de encontrar un punto de "luz" en cada una de las personas, porque incluso aquel ser oscuro, desequilibrado y que haya podido ser el peor ser del mundo, en lo más profundo de su ser, estoy convencida de que tiene un punto de "luz", pero que por algún motivo o causa, puede que ni él sea consciente de ello, pero haberlo, haylo.
A todas esas personas que juzgan, en este caso, a las mujeres que deciden no tener hijos, y las tachan de egoístas, me gustaría hacerles una pequeña reflexión...de la misma forma que una mujer decide no tener hijos y este hecho es juzgado como un acto de egoísmo, ¿podría ser un acto de egoísmo, por ejemplo, hacer una amniocentesis? prueba prenatal común, a día de hoy, para ver si todo está "correcto", ¿se consideraría egoísmo abortar si hay evidencias de síndrome de Down? ¿Sería un acto de egoísmo querer ser padres, pero eligiendo, si se puede, que no haya ningún problema? Pues la respuesta no la sé, pero si me gusta dejarlo todo en el aire y reflexionar sobre ello.
No tengo mucha experiencia en este tema, pero como les digo, hace un tiempo no paro de encontrarme con entrevistas de madres de hijos con síndrome de Down, y cómo a día de hoy les aman de forma incondicional, pero cómo al principio fue un shock, una mala noticia, cómo desearon que todo fuese un mal sueño, cómo no fue una buena noticia ser madre en un principio...y todo esto me hace reflexionar en cómo podemos llegar a estar tan "dominados" por la sociedad, como podemos estar tan sometidos, tanto a los conceptos de belleza, como a los de la perfección, como podemos dejar a un lado nuestra esencia de amor incondicional y decidir abortar solo porque mi hijo va a ser diferente, cuando si tuviésemos información y dejásemos el miedo a un lado, nos daríamos cuenta de que los niños "especiales" no tienen una enfermedad, sino una condición, sabríamos que no están buscando una cura, sino la aceptación, tendríamos claro que no buscan lástima, sino por el contrario, buscan respeto y cariño, y sobretodo seríamos conscientes de que cada una de las familias que tienen experiencia en este tema, te transmiten que son niños cargados de amor incondicional. Y yo les pregunto, ¿podrían ser que estos seres fuesen mucho más avanzados a nivel espiritual y que viniesen encarnados en esos cuerpos para darnos una lección de amor? Pues no lo sé, pero lo que sí que sé, es que la sociedad nos muestra lo que para ella es normal y lo que no, nos somete a sus cánones de belleza, nos domina con su necesidad de consumir, nos hace crearnos la necesidad de "vidas perfectas"...y ¿a qué nos lleva todo eso? A desconectarnos de nuestra esencia, y a olvidarnos de algo que les quiero recordar, que somos seres de luz en cuerpos físicos, que estamos aquí el tiempo que necesitemos para experimentar lo que sea cada uno de nosotros, pero que la única energía poderosa que existe es el amor y el perdón, que no existe el juicio final ajeno, sino propio, y que no tenemos derecho a juzgar al prójimo, porque tenemos que respetar y sobretodo aceptar la experiencia de vida de cada uno de los seres que deciden encarnar, porque no se olviden que nacemos porque lo decidimos así, y que por mucho que una mujer se quiera quedar embarazada, a veces no lo consigue, y de la misma forma, mujeres que no desean tener hijos y toman medidas, de forma "mágica" se quedan embarazadas. Así que si deciden ser madres, está bien, si deciden ser madres pero con la condición de que no quieren niños "especiales", también está bien, (pero les aconsejo, desde mi humildad, que si deciden abortar, le explíquen a su feto el motivo, nunca olviden que hablando se entiende la gente), si deciden no ser madres, está bien, y si alguien les elige como madre desde arriba y no está a su alcance poner impedimentos y decide nacer sea como sea, también estará bien...porque no se olviden que no hemos venido a juzgar al prójimo, que todo es un proceso y que todo está bien.

domingo, 27 de noviembre de 2016

ÉL

A lo lago de mi experiencia de vida he tenido varías relaciones sentimentales, unas más serias que otras, pero relaciones estables he tenido tres, la primera fue en plena adolescencia y duró menos de dos años, la siguiente fue de casi 9 años, y en esta llevo casi 5 años, pero desde lo más profundo de mi ser siento, por primera vez, que es el hombre con el quiero compartir el resto de mi viaje de esta experiencia de vida.
Es la primera vez que estoy agusto las 24 horas del día con alguien, que puedo ser tal cual soy, que puedo decir todo lo que pienso y siento,  que me siento valorada, apoyada, mimada, amada...es la primera vez que sé que él...es ÉL.
Es el hombre que deseo que me acompañe en este viaje de la vida, es el hombre al que no solo quiero, sino que amo, porque en estos 5 años hemos madurado juntos, hemos aprendido el uno del otro, nos hemos apoyado en todo, me hace sentir la mujer más especial del universo, mi ilusión es su ilusión, y con una simple mirada nos transmitimos tranquilidad, equilibro, confianza, respeto y pasión.
Y todo empezó con la magia de la vida...y como ya saben, o ya se habrán dado cuenta leyendo mi blog, estoy cada vez más enamorada de la vida y de su magia.
Nos conocimos trabajando en el aeropuerto de Barcelona, llevaba yo trabajando de coordinadora de vuelo, aproximadamente, 2 años, y en ese tiempo, nunca coincidimos en un avión. 
Pero, como después descubrí, todo era un plan perfecto tramado por la vida, ya que coincidimos una vez que yo me estaba separando de mi ex pareja.
Llegué a un parking para atender la escala del vuelo, y él estaba suministrando el avión, en ese momento fue la primera vez que pude ayudarle, ya que hice de intermediaria entre el piloto y él.
A partir de ese momento, gracias a ese tramado mágico de la vida, coincidimos en varios vuelos más, incluso ya iba con la ilusión de encontrármelo en el siguiente avión, hasta que me pidió el teléfono y quedamos en que me escribiría.
A partir de ese momento, desapareció, es decir, no lo volví a ver, no me llamó y no supe nada más de él. Pero sinceramente, recién separada de una relación no demasiado positiva, necesitaba estar sola, salir con amigas, divertirme, volver a quererme, valorarme, recuperar mi autoestima, porque de mi relación anterior salí convencida de que no volvería a tener ninguna relación estable.
Pasaron un par de meses y una noche, de madrugada me llegó un mensaje, un mensaje de esos de cadenas que te auguran mala suerte sino la sigues...y el destinario...él.
Mi pregunta era, ¿cómo no me llama, ni le veo y me manda un mensaje de esos?
Inmediatamente me pidió disculpas, y se justificó diciéndome que se lo había enviado por error a todos sus contactos.
Pasaron un par de meses más y apareció, apareció una mañana, me inundaron las mariposas en el estómago, y me explicó que le habían enviado al aeropuerto de Zaragoza unos meses y por eso no me había escrito ni nada.
Justo eran las fechas de Navidad, y se iba a su tierra a pasarlas en familia, así que el universo volvió a poner tierra de por medio entre los dos.
Nos pasamos la Noche Buena conectados al móvil, a pesar de estar cada uno en casa de su familia y con muchos kilómetros de distancia, me sentía muy cerca de él, pero a la vez llena de miedo, porque mi confianza en los hombres era casi nula...mi pensamiento era que todos actuaban igual, al principio se desviven por ti, te miman, te dedican mucho tiempo...y luego se relajan, empiezan a pasar de ti y acaban dejando mucho que desear. 
A partir de ahí, una vez que volvió, empezamos a quedar casi a diario, y me explicó la historia que hubo detrás de su traslado a Zaragoza, y la verdad que supe que él no era como los demás, que era diferente, único y especial. Me explicó que me conoció justo recién separada, y supo que necesitaba tiempo para mí, para volver a poner mi vida en orden, y que empezar tan rápido a conocer a otro chico, no serían unos buenos cimientos para una relación, así que le salió la opción de irse y no se lo pensó, puesto que tenía claro que si teníamos que estar juntos, estaríamos, y sino...tendría que aceptarlo, porque en la vida nada se puede forzar, todo ha de fluir. Una lección de vida, que he aprendido, y que él ya conocía, ya que como les he dicho es un ser diferente, único y especial.
Así empezó nuestro viaje juntos, a los tres meses empezamos a convivir y hasta el día de hoy continuamos compartiendo este viaje tan maravilloso que es la vida, y por supuesto, descubriendo con entusiasmo la magia del entramado que nos tiene preparado el universo.
En breve formalizaremos burocráticamente nuestra relación, pero yendo a firmar sin darle negocio a un acto tan personal e íntimo, porque las bodas se han convertido en eso, en un negocio, y yo la mía la quiero hacer desde nuestra intimad, nuestra sencillez y nuestro amor.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Conclusiones sobre terapia regresiva

Hace un mes más o menos terminé mi Enseñanza en Terapia Regresiva, durante este mes no me he podido conectar para actualizar mi experiencia en este viaje del alma...pero por fin he vuelto a mi hogar y vuelvo a estar conectada a través de este blog, ya que es mi pequeña ventana al mundo, desde donde puedo compartir este maravilloso viaje hacia mi interior, hacia mi alma.
A día de hoy, he comprendido porqué estudié Diplomatura de Turismo, he entendido, por fin, porqué me decanté hacia esa carrera universitaria, ya que a mí, viajar no es que sea algo que me haya atraído jamás, pero después de diez años de haberla finalizado, gracias a la terapia regresiva, he descubierto que me decanté por el Turismo, no para acompañar a las personas en sus viajes, sino para acompañar a las almas de esas personas a realizar "viajes" a través de la terapia regresiva, a acompañar a nuestro hemisferio derecho hacia todo aquello que necesita trabajar.
Como terapeuta en regresiones tengo claro, a día de hoy, que la protagonista de la terapia es el alma del paciente, que ella es la actriz principal, y que yo, cuando me eligen como terapeuta, tengo el honor y el privilegio de poder acompañarla a dónde necesite ir, para trabajar hechos traumáticos pendientes y así poder sanarlos.
Mi conclusión de todo este aprendizaje se resume en una frase: Todo es un proceso. He aprendido que todo está bien, que no tengo que intervenir en la experiencia de vida del prójimo si éste no me pide ayuda, he aprendido a respetar, a aceptar y a no juzgar...o mejor dicho, estoy aprendiendo y seguiré haciéndolo, ya que ahora, por lo menos, soy consciente de todo ello.
He despejado muchas dudas, y, a la vez, han aparecido otras, pero ahora puedo decir con total seguridad y firmeza, que somos la suma de un cuerpo y un alma, que es igual de importante cuidar el cuerpo que cuidar el alma, que la terapia regresiva es la terapia del alma, es una terapia que sirve para encontrar el origen de cualquier emoción que nos invada de una forma significativa, ya sea un miedo, o una angustia, o una fobia...una emoción que no sabemos de donde nos viene, pero que forma parte de nuestra existencia, de nuestro día a día, e incluso en ocasiones puede llegar a crearnos obstáculos o impedimentos para ejercer alguna acción cotidiana, que para otros suele ser algo sencillo y normal.
Normalmente este tipo de pacientes han sido atendidos a través de la medicina tradicional, y lo único que les han dicho es que tienen una enfermedad psicosomática, pero no les dan remedio alguno, aunque les dicen algo  muy curioso, y es que el diagnóstico es muy acertado, ya que "psique" en griego significa alma, así que la medicina tradicional les diagnostica como enfermos del alma, y a día de hoy las farmacéuticas no hacen medicamentos para el alma, ya que científicamente aún les falta un gran camino por recorrer.
Así, en terapia regresiva, una vez que el paciente conecta con esa emoción, accede a un estado expandido de conciencia, que es una capacidad natural que tenemos todos los seres humanos, y debido a ello, y por mi experiencia, les puedo asegurar que no es necesaria la hipnosis previa.
El paciente puede contactar con diferentes momentos de su vida, por ejemplo, algún momento donde el consciente del paciente estuvo presente, es decir, desde los siete años hasta el día de hoy, donde puede que haya tenido algún  hecho traumático y no lo recuerde con mucha claridad, ya que el consciente se encarga de protegernos, desvirtuando la realidad, y se trata de hacer consciente lo inconsciente. El paciente también puede contactar con el período del vientre materno y la infancia hasta los siete años, porque a pesar de que no recordemos toda esa información, todos sabemos que hemos estado en el vientre de mamá, y no por no recordarlo significa que no exista...y siguiendo por esta linea, el paciente también puede conectar con algún momento de una vida pasada, porque, ¿el no recordarlo significa que no exista?
Estoy convencida de que todo aquello que desconocemos, genera miedo, y ese miedo se sustituye de forma fácil con la burla, el desprestigio, la ofensa...y eso es lo que muchas personas hacen cuando se toca el tema del alma, al carecer de argumentos válidos, de documentación recopilada y de experiencia vivida, su único juicio sencillo es tirar por tierra todo lo que no esté demostrado científicamente y normalmente lo hacen a través de la burla y la ofensa...pero les digo una cosa, a día de hoy, a pesar de que la ciencia venga por detrás, yo, tengo mi verdad, mi experiencia, mi recorrido, mis evidencias...y las tengo porque con mis propios zapatos he recorrido mi camino, he dedicado mi tiempo a experimentar, a leer, a asistir a talleres, y ahora con mi recorrido les digo, que a mi no me afectan sus burlas o sus ofensas sobre el tema del alma, porque soy consciente de que somos la suma de cuerpo y alma, y tengo muy claro que toda persona que haya dedicado tiempo y se haya molestado en experimentar y recorrer este camino en terapia regresiva, llegará a la conclusión de que la ciencia llega después de las evidencias, y yo, evidencias tengo, y también les digo, que  mientras la ciencia sigue su camino, yo seguiré recorriendo el mío, despejando dudas y dando cabida a otras nuevas, pero ante las evidencias  no puedo quedarme sentada esperando a que la ciencia lo demuestre, porque mi alma no tiene tiempo, pero mi cuerpo sí, y disfruto con cada alma que me elije para acompañarla a través del "viaje" de la terapia regresiva.