miércoles, 25 de octubre de 2017

Death Café

Hace unos meses, por causualidad, como la mayoría de las cosas que nos suceden a todos, a pesar de no ser conscientes, llegó a mí la información de que en la cuidad donde vivo se reunían de forma gratuita para hablar de la muerte, es decir, realizaban un Death Café.

Aquel día solo pude conocer este movimiento y ser consciente de que era el segundo encuentro. Me animé a escribirles un correo solicitando información y les indiqué que les estaría muy agradecida si me avisaban si organizaban un tercer encuentro.

Mi sorpresa fue hace unas semanas cuando una mañana desayunando y revisando mis correos electrónicos encontré uno con el remitente de Death Café. Ya ni me acordaba de aquel encuentro.

En el correo me pedían disculpas por no haberme contestado antes y me informaron de la fecha para el tercer encuentro. Por supuesto, me apunté.

Así es como acabé hace unos días en un local con 15 personas que jamás había visto anteriormente, sentada en una de las 16 sillas colocadas en círculo, y encontrando en el centro una mesa con café, leche, infusiones y pastas de té.

No puedo negar que estaba nerviosa, ya que no sabía muy bien por dónde iba a desarrollarse el tema, y mucho menos qué criterios, qué información y qué experiencias podían tener todas aquellas personas sobre la muerte.

Mis nervios cesaron con la primera frase de uno de los organizadores. Introdujo su formación y su puesto laboral, ya que parece que incluso para hablar del Alma y de la muerte se necesitan títulos, y empezó a nombrar las normas del encuentro:
  • No era un grupo de apoyo.
  • Se debían respetar las opiniones de cada uno.
  • No se podía hablar hasta que acabase el otro, respetando los turnos.
  • No se podía hablar del más allá.

No me levanté y me fui, porque de la misma manera que tengo educación para masticar con la boca cerrada en un restaurante, la tengo para no dar la nota y quedarme sentada hasta el final, con la intención de no hablar y solo observar. Ya que mi mente enseguida se preguntó: si no se puede hablar del más allá...qué es la muerte? 

Me alegro de haberme quedado, porque fue una evidencia más de la falta de información sobre la muerte que tenemos los de a pie y los profesionales de paliativos, el egoísmo del ser humano incluso en el final del trayecto de sus seres queridos y de la creencia de que no existe nada más después de morir. Por todo esto, aún me resultó más curiosa la necesidad que tiene el ser humano para hablar sobre la muerte y asistir a una charla así, pero lo poco abiertos que están a escuchar que cabe la posibilidad de que sí haya algo más después de la muerte, de la misma forma que cabe la posibilidad de que no...pero poniendo la norma de excluir una posibilidad, nunca van a poder valorar otras opciones...

Estuve una hora y media, que era el tiempo de duración del encuentro. En todo ese tiempo no hablé de nada espiritual y solo me dediqué a contradecir a todos, bueno, más que contradecir, exponía mi criterio, pero podían haber argumentado y  resolver mis dudas. Pero eso no sucedió...por lo que me fui con la certeza de que voy por buen camino, ya que por el que ellos van, mis dudas no tienen respuesta.

El primer tema que salió fue el del poder decidir sobre “una muerte digna”, ya que comentaban que para algunos médicos la muerte es el fracaso de la medicina y alargan, en ocasiones, demasiado la vida y el sufrimiento.

En el encuentro había una señora que pertenecía a la asociación no se qué, no recuerdo el nombre (lo siento, pero tengo poca memoria, mi mente es como Dori de Nemo y borra muchos datos, supongo que no los encuentra indispensables). Pero era una asociación sobre la dignidad para morir, el poder decidir morir en determinados casos. Por lo que explicaron allí, les aseguro que igual que la droga es ilegal y se utiliza, la eutanasia también. Así que allí la mayoría defendieron la postura de aquella señora, que muy segura de ella misma, ya tiene a día de hoy firmada sus últimas voluntades y sobretodo el deseo expreso de que la desenchufen y la dejen morir. Me quedé asombrada, ya que yo no sé ni lo que pensaré de aquí a un rato sobre nada, y ella ya estaba convencida de lo que desearía en su último momento...aunque claro, prohibiendo en su vida que aparezca información sobre el más allá...lo entiendo mejor.

Cuando acabaron de exponer sus opiniones pedí la palabra, ya que me palpitaba el corazón y necesitaba desahogarme. Y dije:
-Bueno...yo no comparto todas sus ideas, pero las respeto. Coincido en que para muchos médicos la muerte es el fracaso de la medicina, y que ego tenemos todos, aunque lleven bata blanca. Pero me gustaría solo hacerle una pregunta: conoce o le suena el nombre de Olga Bejano? - Su respuesta fue negativa.
-Pues anote ese nombre y busque su libro “Alma de color salmón”. Puede que le haga cambiar de idea, o no...pero permítame recomendarle su lectura.

Allí hubo un silencio...y más de uno aprovechó para anotarlo.

El siguiente tema que salió fue el de decidir por nuestro ser querido. Es decir, cuando alguien está en sus últimos momentos, autorizar para que le desenchufen...

Salió un chico explicando su caso personal con un amigo, que por supuesto no voy a contar, pero si me gustaría compartir su pesar por haber decidido por él, sin saber en aquel momento, si hizo bien o no, su sentimiento de culpa y su falta de conocimiento para afrontar los últimos minutos de vida de su amigo.

Los que salieron a dar su opinión, todos dijeron que hizo bien, que para qué alargar más el sufrimiento y que tenía que sentirse orgulloso de haber sido un gran amigo parando su agonía.

Cuando todos acabaron hablé yo, por el mismo motivo, tenía el pulso acelerado y no podía callarme, necesitaba expresarme. Así que di mi opinión:
-Mira, no sé si has hecho bien o mal, porque lo que yo te diga será solo mi propio juicio personal basado en mi propia experiencia y creencia. Pero sé que carecemos de información para acompañar a cualquier ser en sus últimos momentos. Nadie nos enseña nada al respecto, y además aparece el miedo normalmente, que viene dado por el desconocimiento. Si supiésemos qué sucede o tuviésemos experiencia sobre la muerte...actuaríamos diferente seguro. Permíteme recomendarte que leas, aunque parezca promotora de libros...”La muerte un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross. Puede que te abra una nueva visión o no...pero además tiene muchos libros, la señora se pasó más de 20 años en la cabecera de los moribundos, acompañándoles en el lecho de muerte. Algo tuvo que aprender en todo ese tiempo la mujer, supongo...

Volvió a silenciarse la sala y volvieron a tomar nota unos cuantos...y yo sonreía sonrojada, porque me miraban y no sé si me querían echar...pero allí nadie me lo ofreció, sino me hubiese ahorrado una hora más de tanta racionalidad.

El siguiente tema que salió fue la diferencia que existe entre unos y otros a la hora de afrontar y acompañar durante los últimos momentos de vida de nuestros seres queridos. Cómo unos se vuelcan y van cada día al hospital organizándose sus vidas familiares, a veces casi sin saber muy bien cómo lo consiguen...y cómo otros se desentienden. Allí ya salió el tema de las familias,hijos, hermanos...cómo unos hijos se vuelcan y otros se desentienden. Lo egoístas que son estos últimos porque como hijos su obligación es acompañarles. Que puede que no sean capaces de afrontar la situación...bla bla bla...

Después de más de 40 minutos escuchando el juicio personal de cada uno de los asistentes, de nuevo, no pude reprimirme. No sé callarme cuando se me acelera el corazón siempre pienso...si ellos opinan, yo también puedo, mientras no falte el respeto a nadie...adelante Cristina. Así que intervine:
-Bueno, para terminar tampoco voy a opinar igual que ustedes...pero espero que me permitan discrepar de nuevo. No puede ser que el egoísmo que ven en esos hijos o hermanos que no se ocupan como ustedes lo harían, refleje el egoísmo personal que tienen ustedes al tener que organizar sus vidas para atenderles ya que ellos no lo hacen, y si lo hiciesen se liberarían ustedes un poco más de la situación? Porque sus padres no sé si tendrán pena...pero normalmente los padres ya conocen muy bien a los hijos y no creo que les venga de nuevo su actuación...y además no creen que los seres humanos perdemos demasiada energía enfocándola en lo que hacen los demás, en lugar de centrarnos en nuestra propia experiencia? Si ustedes se sienten mejor cuidando de sus padres, háganlo, si les supera en ocasiones y no pueden, explíquenlo y si sus hermanos no los cuidan será su experiencia y no la suya...bueno...no sé...

Allí volvió el silencio.

Llegó la hora del cierre y nos despedimos. Me vino a buscar mi marido, porque como
mi madre la primera vez que fui a un taller de terapia regresiva...no me dejan sola por si me meto en alguna secta o algo raro...

Salí de allí explicándoselo a mi marido y diciéndole que estoy más bonita con la boca callada y que vaya pérdida de tiempo, porque no había aprendido nada nuevo. Pero puede que él tuviese razón y llegué allí para sembrar un poco de consciencia...o cómo dice mi maestro alguna semilla siempre cae en terreno fértil. 

Tenemos mucho que aprender sobre la muerte. Sería maravilloso que nos enseñasen a acompañar a nuestros seres queridos en sus últimos momentos del viaje de esta experiencia de vida, y para empezar hay que normalizar el tema de la muerte porque nacemos para morir, de eso no hay duda...





lunes, 23 de octubre de 2017

Terapeutas o empresarios


Como bien saben, si me han acompañado en este viaje a través de mi blog Regresiones desde mi Alma, llevo poco tiempo jugando en esta liga. 
De mis 36 años, me he pasado 33 años jugando en otra liga, ni mejor ni peor, simplemente diferente.

Cuando estaba en la otra liga, de forma casual, me formé en un curso de Reflexología podal. Me llamaba la atención cómo todos los sistemas del cuerpo humano se pueden trabajar a través de tocar puntos en los pies. Pero lo que más me asombró fue conocer la Reflexología holística. Ahí empecé a conocer las emociones. 

Una vez acabado este curso, me di cuenta de que para poder entender bien todo el proceso de los diferentes sistemas del cuerpo humano, necesitaba aprender anatomía. Así fue como me apunté a un curso sobre este temario. 

En la misma escuela ofrecían curso de Quiromasaje, y me resultó interesante para completar mi formación sobre el cuerpo humano, aprender a través de masaje con las manos a relajar, descontracturar y drenar linfáticamente un cuerpo. 

Mientras me formé en este curso para saciar mi curiosidad...se avivó otra duda. No existían las contracturas físicas exclusivamente, sino que venían normalmente acompañadas de contracturas emocionales. 

Por primera vez, desde esa liga donde vivía solo desde el exterior, descubrí que existía un mundo interior totalmente desconocido para mí por aquel entonces.

Estos fueron los pasos previos para adentrarme en el mundo del Alma. Cómo fue mi recorrido, en esta parte del proceso, ya lo tienen en entradas anteriores relacionadas con la terapia regresiva, así que no voy a repetirme, mi intención es avanzar, sin más. Solo tienen que buscarlas y leerlas en el blog o escucharlas a través del Ivoox.

Ahora que juego en esta otra liga, hay ciertos aspectos que no me acaban de encajar, ya que para mí pertenecían a la otra liga, la de lo material, aquella en la que solo tenía como meta triunfar laboralmente para adquirir poder adquisitivo y saciar así mi ego, compensando mis miserias con un ansía voraz de reconocimiento, aquella en la que solo tenía cabida el tener, olvidando el ser.

El poco tiempo que llevo jugando en esta liga, me ha hecho cambiar mi lado racional, he pasado del ver para creer, al creer para ver...y ya no tiene punto de retorno...es como si al entrar en contacto con mi propia Alma y la de los que me han permitido acompañarles, se hubiese activado una parte de mi ser que antes estaba dominada por mi ego, adoctrinada por la vida terrenal y el sistema económico que nos rige. Es decir, toda la materia aprendida en terapia regresiva, no solo la utilizo para acompañar como terapeuta, sino que forma parte de mi día a día, y por eso estoy tan agradecida, estoy trabajando para conseguir una mejor versión de mi misma.A ver si me explico...

He aprendido el valor de la energía del perdón, y se ha impregnado en mi yo. He recordado mi capacidad de perdonar y me beneficio de ella cada día, en mi día a día. No solo la uso para acompañar en regresión.

He aprendido las cuatro características fundamentales para acompañar a un Alma: la compasión, la comprensión, la paciencia y el amor. Pero se han impregnado en mi yo, formando parte de mi día a día como Cristina.

He aprendido a que al odio y al rencor si les respondes con amor, amainan...

He aprendido el significado de la vida, a aceptar lo que suceda y darme cuenta de que el dinero y el poder corrompen la esencia del ser encarnado.

He aprendido que no soy un cuerpo exclusivamente, sino que ahora como Cristina soy la fusión de mi Alma y este cuerpo, que no es más que mi vehículo para poder experimentar esta experiencia de vida. Por ello he aprendido a amar y respetar a mi cuerpo. Los complejos son terrenales e inducidos por el sistema y lo que nos hacen ver cómo cánones de belleza en el momento en el que vivimos. He despertado y me encanta haberlo hecho. Estamos adoctrinados por un sistema y darse cuenta...libera.

Estoy aprendiendo a ser y dejando de tener, porque está cualidad era de la otra liga...pero debido a que todo esto se ha impregnado en mi ser...he dejado de entender a la mayoría de compañeros de terapia regresiva, porque a pesar de que hayan recordado quién somos, de dónde venimos y adónde vamos...han olvidado que vinimos sin nada material y sin nada nos iremos. 

Parece que para poder hacer cursos, talleres o sesiones de terapia regresiva, asistir a ponencias de vida después de la muerte o del mas allá...existe el clasismo álmico, si no tienes dinero, no puedes acceder. Alomejor es que solo tienen derecho los que pueden gastar 100€, 150€, 200€...o más...o puede que algún ser superior les haya dado el mensaje de que los que tienen experiencias inacabadas de su Alma y necesitan acceder a toda esta información son los que tienen cierto poder adquisitivo...y a mí ese mensaje no me haya llegado...no lo sé. Pero no me cuadra mucho todo lo aprendido hasta hoy acerca del Alma.

Una vez finalizada la formación de terapia regresiva, entre mis compañeros hablamos de precios. Nuestro maestro cobra 150€ por sesión, por lo que algunos dijeron que entre 70€ y 90€ era lo adecuado careciendo de experiencia.

Puede que el problema con el dinero lo tenga yo...y tenga que trabajármelo...pero yo empecé aceptando la voluntad, ya que para mi ya era un regalo que me permitiesen acompañarles, por aquel entonces. Unos me dieron 15€, otros 20€ e incluso algunos nada. A cambio de dos horas de mi tiempo y el trayecto hasta el lugar donde quedábamos, con ese dinero, yo no me sentía recompensada. Y sabiendo que otros cobraban, y mi alrededor repitiéndome que tenía que cobrar...acabé sintiéndome tonta. Me repetían, tú pagando una pasta para hacer cursos y someterte a regresiones...y yo ahora sin cobrar...así que empecé a cobrar 50€. Hasta hace unos días, que he vuelto a recodar quién soy, de dónde vengo y adónde voy...volviendo a aceptar la voluntad y confiando en el universo.

He recordado que soy una afortunada por jugar en esta liga y haber cambiado de liga. Que acompañar a las Almas no tiene el fin de enriquecerme, porque sé desde lo más profundo de mi ser que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Que soy una afortunada por ser elegida por mis pacientes para acompañar a sus Almas en regresión, y que si mi fin es enriquecerme...no he entendido nada de todo lo que mi Alma me ha mostrado y recordado en este tiempo. 
Está claro que el dinero es necesario, pero una vez que cubres las necesidades, y se sigue enriqueciendo trabajando con Almas...es incongruente. No juegas en esta liga, sino que solo trabajas en ella. Tu ego te sigue dominando y no has aprendido nada de los mensajes tan valiosos que transmiten las Almas cuando contactas con ellas. Pero también sé que cada uno está en su proceso...y lo respeto, pero me gusta reflexionar sobre lo que observo...por eso abrí el blog.

Estamos encarnados sí, pero igual que me resulta incomprensible que la iglesia predique la palabra de Jesús desde el lujo y la ostentación...no logro comprender, a día de hoy, que un terapeuta regresivo acompañe Almas siempre y cuando le resulte beneficioso a nivel económico, sino se cancela...

Entonces, somos herramientas del universo para acompañar Almas y trabajar momentos traumáticos de experiencias inacabadas o somos seres humanos que usamos a las Almas para enriquecernos y olvidar que vinimos sin nada y nos iremos igual? Todo depende de nuestra cartera incluso cuando trabajamos con las Almas? 

El mundo no evolucionará hasta que todos seamos capaces de vivir con lo justo y necesario y repartamos nuestro excedente...de esta manera no existiría la desigualdad económica...pero para eso hace falta más consciencia, y me doy cuenta de que ni en esta liga y trabajando con el Alma, existe demasiada.


miércoles, 4 de octubre de 2017

Mi verdad sobre la independencia catalana

Me entristece ver la realidad en la que se encuentra emocionalmente el ser humano...en desequilibrio.
Me satisface observar cómo las personas, por fin, se han despojado de sus máscaras dónde se escondían para ser aceptados socialmente y no sacar su oscuridad, que forma parte de su verdadero yo...ya que así he sido consciente de que el ser humano está peor de lo que me imaginaba.

Todo ese odio, rabia y rencor que ahora está saliendo a flote no es debido a la independencia, sino que esa es la vía por la que han canalizado todas esas emociones que vivían en su interior...lo siento si les sorprende...pero, a día de hoy, creo que las emociones no nacen, sino que albergan en nuestro interior y cuando salen es porque estaban ahí dentro reprimidas y, en ocasiones, ya incluso enquistadas.

Estoy cansada de escuchar que la culpa es de los políticos...la culpa no es de nadie, no existe la culpa...es una emoción creada por el ego. En la vida somos espejos, así que todo lo que ven reflejado en el prójimo, es una parte de ustedes, que posiblemente no quieran ver.

Cuando afloran todas estas emociones, odio, rencor, rabia...en realidad están reflejando su interior, su realidad emocional, su parte de oscuridad...y es una pena lo desequilibrada emocionalmente que está la población y lo más curioso es que es de forma inconsciente. Ya que oscuridad tenemos todos, pero dejarse arrastrar por ella, es entrar en desequilibrio emocional...nosotros somos luz y en esa energía es únicamente donde sentimos paz y equilibro.

Toda esta situación política de independencia es una vía que han encontrado cuatro políticos para conseguir una silla y hacer ruido...han creado una "corriente de oscuridad", donde incitan al odio, al rencor, a la rabia, al miedo...y dejarnos arrastrar por esa energía, lo único que hace es perjudicarnos individualmente a nivel físico, emocional y mental.

Nosotros somos Almas encarnadas en cuerpos físicos y nuestra esencia es el amor, tenemos que mirar dentro y no fuera...si todos hiciésemos ésto, no tendrían seguidores estas "corrientes de oscuridad". Pero por desgracia la humanidad sigue sin estar conectada con su interior, creyendo que lo importante es que "no nos roben"...cuando la realidad es que vinimos sin nada, y sin nada nos iremos.

Tengo un ejemplo personal, porque no se cambia el mundo con la opinión, sino con el ejemplo...muchos, si me acompañan en esta aventura del blog, ya lo deben conocer, pero nunca está demás recordarlo...yo permití que mi ex pareja se quedase con un bien inmueble, en otras palabras, se aprovechó de mi inversión económica, que realicé durante diez años, en la casa...para muchos tendría que haber peleado, luchado y discutido por lo que me correspondía o era mío...pero me decanté por mi paz y tranquilidad interior, le cedí mi parte económica y seguí adelante sin nada material pero cargada de paz y tranquilidad interior...que para mí, no tiene precio. Y además a día de hoy no guardo ningún odio, rencor, ni rabia hacia él, porque le perdoné ya hace mucho...cuando recordé la energía del perdón, que también había olvidado viviendo tantos años desconectada de mi interior. Estoy satisfecha de haberme liberado emocionalmente de toda aquella experiencia...

En momentos, como en los que vivimos a día de hoy con el tema de la independencia, sale nuestra oscuridad, todos la tenemos...aunque muchos no quieran verla. Pero lo maravilloso es darse cuenta y despertar...somos seres de luz y en esa energía es en la que nos sentimos "agusto"...que se peleen los políticos y todos aquellos que, a día de hoy, están en su proceso y no han aprendido todavía a observar que se dejan arrastrar por su propia oscuridad, cuando los únicos perjudicados son ellos mismos a nivel físico, emocional y mental.

Estos días he recordado esta gran lección y quería compartirla con ustedes, por si a alguien se le había olvidado igual que a mí: todo es un teatro donde siempre juegan dos energías, la oscuridad y la luz, y yo hace tiempo recordé que soy parte de la luz, ya que es en ella donde me encuentro en paz y equilibrio.