Ya han
pasado tres meses y ya he aceptado desde el amor que voy a ser madre, e incluso
he experimento emoción e ilusión porque vivir nuevas etapas siempre traen
novedades, y a mí me gustan, pero no voy a negar que todavía hay instantes en
los que pienso:
- Madre
mía…que esto va en serio…
Si todo
fluye y este pequeño ser que habita en mí decide venir definitivamente en seis
meses seré mamá. Pero no me identifico para nada con la mayoría de frases que
me repiten día a día, incluso algunas me producen rechazo ya que yo no
idealizo la vida, solo la vivo en el presente.
Hay una
frase que es la que más escucho o leo:
- Ya
verás, va a ser la mejor etapa de tu vida, disfrútala a tope, que en cuanto
nacen ya crecen muy rápido…
A
ver…de verdad que sin que se sientan mal…yo no creo que vaya a ser la mejor
etapa de mi vida, básicamente porque he vivido muchas etapas maravillosas y
sinceramente espero vivir más y que no solo tenga que ver con ser madre, sino
con mi propia experiencia de vida, mi aprendizaje, mi evolución…que yo voy a
seguir siendo Cristina y mi experiencia de vida continúa, no se eclipsa…y
además que crezca es algo que forma parte del trayecto de la vida y es
maravilloso.
Estoy
convencida de que voy a vivir una etapa muy novedosa, pero igual que otras
muchas etapas que ya he vivido, y será única, pero igual que todas las anteriores…cada día es único e irrepetible…
Mi vida
va a cambiar…y me repiten que va a cambiar a mejor…pues no lo sé y no lo voy a
saber hasta que el futuro sea presente…así que dejemos de vivir en pensamientos
futuros y simplemente vivamos el presente…no hace falta que me digan ni me
adivinen el futuro, a veces con el silencio y con una sonrisa sobran las
palabras…qué desperdicio de energía…
Me
aburre el idealismo que hay alrededor de ser mamá…de la misma forma que me
cansan ese tipo de personas que van a un curso o taller y desde el minuto uno
después de conocerse ya se quieren y se adoran y son mejores amigas…y luego al
cabo del tiempo si vuelves a coincidir ya ni se hablan…nada es idílico cuando
es real.
No
siento la necesidad de compartir mi tiempo con amistades cada día, me gusta mi
soledad y disfruto de ella…y por eso mi primera lección será esa: aprender a
compartir mi tiempo con este pequeño ser que habita en mí, que se va a
convertir en el principal “ladrón de tiempo” en mi día a día.
Es
decir, dejaré de vivir por y para mí, ya que con mi compañero de viaje estamos
muy compenetrados y tenemos nuestros tiempos muy respetados, todo fluye desde
el principio, y es maravilloso.
Todo
dejará de ser como hasta ahora, pero espero no olvidarme de que sigo
existiendo, que tengo necesidades y cubrirlas me permite sentirme equilibrada
emocionalmente.
Mi
nutrición emocional es fundamental para poder “dar” de forma innata sin desear recibir
nada a cambio…solo dejándome llevar por mi energía innata de “servir”.
Me coge
con 37 años y supongo que también eso influye, aunque creo que lo fundamental
son los años de trabajo personal que llevo realizados...así que, a día de hoy,
acepto ser su canal para que pueda venir a vivir su propia experiencia de vida
y le acompañaré en su trayecto de vida, pero siendo consciente de que somos
seres independientes con experiencias de vidas diferentes que compartiremos
tiempo.
Otra
frase que me repiten es:
- Vas a
ser una buena madre, una madraza…
Pues
miren, de la misma forma que no he venido a ser buena o mala hija, tampoco
siento la necesidad de ser buena o mala madre…he venido a Ser y en mi curso de
aprendizaje de la vida ya hace años que no existen las calificaciones ni las
notas finales, solo hay lecciones y en cada momento haga lo que haga será lo
que creo conveniente y no le permito cabida a esa culpa que no sirve para nada
más que para machacarnos.
Recordé
la energía del perdón hace un tiempo y la tengo integrada en mi día a día…así
que si lo hago bien o mal solo le servirá a todas aquellas personas del día a
día que se creen titulados para juzgar al prójimo, cuando en realidad los
juicios que yo sepa se ejercen en los tribunales y se llevan a cabo por personas
que han estudiado una carrera bastante larga además para dictar sentencia.
Así que
estoy viviendo una nueva etapa de mi vida que no será buena ni mala, solo
será…y la voy viviendo momento a momento, en el presente, como únicamente se
puede vivir la vida en realidad…y sabiendo que el amor incondicional es un
sentimiento que el cuerpo humano no es capaz de albergar, el corazón explotaría,
no cabe en nuestro cuerpo limitado ese sentimiento…estamos encarnados en
cuerpos físicos y son limitados por mucho que seamos padres, y crean que ese
sentimiento es amor incondicional…solo es su percepción, eso no significa que
sea la Verdad.
Voy a
estar unos meses descubriendo esta novedad de que mi cuerpo se convierta en un
traje hecho a medida para acoger a este pequeño ser que habita en mí, y no voy
a dejar de recordarle que estos meses vive bajo mi sistema emocional y que esas
emociones no le pertenecen, no son suyas, sino mías, y eso es muy importante
para que no viva esta experiencia de vida sometido a mis miedos o carencias…ya que
con las suyas tendrá suficiente.
Mi
experiencia de vida como Cristina continúa y eclipsarme cuando nazca y crezca
con sus emociones y sus vivencias olvidándome de mí, solo me llevará a vivir el
síndrome del nido vacío y a una edad más avanzada volver a conectarme conmigo
misma…porque el único ser que va a estar junto a mí toda mi experiencia de vida
soy yo misma y soy lo más valioso y sagrado que hay en mi trayecto de vida,
olvidarlo, para mí, sería un error que se convertiría, seguramente, en lección con el tiempo.