miércoles, 27 de diciembre de 2017

Mi balance del 2017

Ya mismo acaba este año...y aunque al Universo no le repercuta para nada en qué día vivimos, es muy de humanos hacer balance anual y afrontar nuevos propósitos para el nuevo año, y a mí me apetece echar un vistazo a todos los momentos vividos...y con mi mente de Dori olvidadiza, os aseguro que viene genial este blog...

Empecé este año casándome. Una boda fuera de lo que marca la tradición. Ya sabéis, a día de hoy, que nosotros seguimos nuestro interior...pero aunque lo hicimos porque dentro del sistema en el que vivimos tiene ventajas y desgravo como ama de casa, por ejemplo...tengo que reconocer que en el fondo decir "mi marido" me emociona...soy muy sentimental aunque vaya de dura por la vida...

Este año me abrí en canal explicando mis adicciones. Y os aseguro que fue muy sanador abrirme, sacar todo sin tapujos y cerrar etapas...ahora parece que pertenece a otra vida lejana. No me arrepiento de nada de todo lo que he hecho. Soy de las que sienten que gracias a todo lo hecho y vivido, hoy soy quién soy...siempre todo acaba sumando.

Mi peor momento de este año fue la pérdida física de Jara, mi compañera de viaje. A pesar de que me hubiese gustado continuar viajando junto a ella, estoy muy feliz de aceptar la muerte como parte de la vida y permitir su marcha...estoy aprendiendo a dejar mi apego terrenal egoísta a un lado y eso me reconforta...con vivencias así palpo mi evolución y mi aprendizaje.

Mi resumen del año está en cada una de las entradas. Volverlas a escuchar o leer me hace revivir Momentos, y corroborar que este blog está cargado de autenticidad y naturalidad...siento que aporto mi granito de arena al mundo para equilibrarlo con tanto postureo.

Soy consciente que cada vez me siento más cómoda delante de la grabadora, incluso he dejado de trataros de usted, ya os tuteo...He escuchado mis audios y estoy satisfecha con mi progreso. He conseguido soltarme al hablar y ser más natural...voy dejando mi vergüenza a un lado, porque soy muy vergonzosa en el fondo, os lo aseguro...y cada vez que alguien me halaga, me ruborizo.

Este trabajo de escribir y expresar mi interior me permite ordenar todos mis pensamientos y ser consciente de en qué momento me encuentro. Y esa es la finalidad de abrir esta ventanita el mundo...mostrar mi viaje, mi recorrido y dejar reflejado como siendo una escéptica y analítica,el día que descubres que el Alma existe cambia la percepción de la Vida. Todo pasa a ser aprendizaje, y así, soy capaz de mirar atrás y sacar todos mis trapos sucios, o abrir mi cajón de mierda, dicho más vulgarmente, ya que no me avergüenzo de nada. Son mis vivencias, mis experiencias, mis etapas, mi recorrido...en definitiva, soy yo y estoy aquí para aprender y evolucionar, pero para eso es vital enfrentarme a mi propia oscuridad.

Este año me animé a abrir el canal de Ivoox. Gracias a esta aplicación y a que os animáis a escribirme, a día de hoy, comparto viaje con personitas especiales que se han abierto en canal conmigo, compartiendo sus vivencias, sus experiencias, su recorrido...y eso es mi evidencia de que hice bien en animarme a abrir este canal, a pesar de mi vergüenza al grabarme en audio...ya, incluso me he acostumbrado a escuchar mi propia voz...

Es doble satisfacción, ya que a mí me beneficia, es terapéutico...pero saber que a alguien desconocido le sirve para reflexionar y permitirse evolucionar...es maravilloso. Crear es bonito, pero ser consciente de que lo que creas gusta...reconforta...para qué nos vamos a engañar...estamos encarnados...y llevar más de 35000 escuchas en el canal de Ivoox y más de 11000 visitas al blog...me halaga...y aunque hubiese sido súper feliz si solo lo hubiesen leído o escuchado mis padres, mi marido y mis amigas Neus e Imma...estos datos me asombran. Ver cómo un blog atípico sobre temas que no son seguidos por "grandes masas", y siendo yo una chica normal, anónima y sin recursos para promocionar nada...que haya llegado a todos vosotros...flipo...aunque no sea un término muy de la RAE.

Así que os quiero dar las gracias, ya que es lo que siento...y deseo acabar el año así, agradeciendo.

Gracias por acompañarme, porque el término "seguir" no me gusta nada.

Gracias por permitiros reflexionar y abrir vuestras mentes...porque yo hablo, pero no dejan de ser simples palabras, el sentido se lo dais cada uno de vosotros...vosotros sois los protagonistas de que mis palabras os resuenen, yo no tengo ningún protagonismo.

Gracias por animaros a escribirme y compartir vuestras reflexiones en cada comentario, me encanta leeros y entre todos creamos esta ventanita al mundo.

En definitiva, gracias a cada uno de vosotros por cruzaros en mi trayecto y permitirme seguir aprendiendo y evolucionando con vuestras aportaciones. Gracias, gracias y gracias.

Feliz salida y entrada de año. Nos volveremos a cruzar en el 2018 si Dios o el Universo quiere.

Un abrazo con los dos brazos bien abiertos.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Desprogramándome...

Estoy inmersa en uno de esos días en los que mi mente lucha contra mis emociones. En uno de esos días que reflexiono y soy más consciente, si cabe, de lo programada que estoy sin ser consciente de ello.

Mi vida es monótona y solitaria, y en muchas ocasiones aburrida.

En estos días, me paso las tardes sola, ya que mi marido trabaja en turno de tarde, y si a eso le añadimos que las tardes son eternas porque a las 6 ya es de noche...todo se magnifica.

Estar tantas horas sola me permite pensar demasiado en ocasiones. Ahora entiendo porqué el sistema no está por la labor de que dispongamos de tiempo libre. Pensar por uno mismo, para él, es peligroso...

Estos días estoy sumergida en un caos emocional, puede que me esté volviendo loca, esa es otra opción...pero estoy dándome cuenta de lo esclavos que somos del exterior, los occidentales, para poder vivir motivados, con entusiasmo...pero dentro de mí, eso crea un conflicto.

Parece que tenemos que llevar una vida que sea Mr. Wonderful. Es como si estar aburrido no estuviese bien visto...hay que sonreír todo el día...esta idea impregnada en mi ser me hace tener que ser yo misma la que busca motivaciones diarias para estar alegre, por así decirlo, ya que siendo ama de casa y sin hijos mi energía está enfocada en mí casi siempre...no tengo ladrones de tiempo.

No sé muy bien cómo exteriorizar lo que siento...pero sé que vivir mi aburrimiento es algo natural de la vida; que no tengo que buscar qué hacer para ocupar todo mi tiempo; que no puede ser que mi vida sea más completa porque mis pensamientos estén enfocados en algo externo que me motive, ya sea un trabajo, un perro, un gato, un hijo, un viaje...ya que llegará un momento en la vida en la que tendré que aceptar que el aburrimiento, los días grises, la rutina y la desmotivación forman parte de mi vida y no es negativo, es complementario...siento que deseo desprogramarme de todos los mensajes subliminales que se envían a través de los programas, las películas, los anuncios, las redes sociales...la vida no es vibrar al máximo todo el rato, ni vivir en estado de felicidad constante, ni ser positivo todo el día...no siempre es "sábado por la noche"...hay más días de "entre semana". Pero no es negativo, simplemente es la realidad.

Llevo varios días más baja emocionalmente, y no es más que porque mi juez interno juzga mi vida como de aburrida, monótona...pero si apago al juez y me siento, yo me siento en paz...y esa sensación me hace sentirme plena.

No pasa nada porque juzgue mi vida así, ya que lo que me vale es la paz interna que siento. Y esto me sirve de aprendizaje. Juzgo en base a lo que veo en el exterior. Por ejemplo, si no viese al resto del mundo a través de redes sociales, no me sentiría así seguramente...me doy cuenta de que no es más que mi ego...a él es al que le gustaría sentirse motivado por algo para así sentirse mejor, útil, importante...o lo que sea...pero darme cuenta, hoy, me ha servido para que interiormente se me haya colocado otra pieza del puzzle interno, y ser consciente de que no existen días negativos o positivos, sino días; de que habrán momentos más divertidos y momentos más aburridos, pero que no pasa nada porque son juicios. La vida es así, se ha de vivir cada momento como suceda, sin juzgarlo...

Nos han llenado la cabeza de mensajes e imágenes sobre la vida ideal. Y la vida ideal no existe. La vida es ideal tal y como sucede. Mi vida, ahora es ésta y estoy aquí para vivirla...días mejores y días peores...pero siendo consciente de que como entre en el juego de necesitar del exterior para motivarme y no me dé cuenta de que es un aditivo...el día que no tenga o no alcance aquello exterior que creo que me motiva y me hace feliz...me frustaré y entraré en estado depresivo, seguro.

En la Plaza, el lugar de mi barrio donde he pasado toda mi adolescencia, me acuerdo que teníamos más días aburridos, que divertidos. Bajar cada tarde a fumar porros era pura rutina. Pero cuando llegaba el fin de semana y hacíamos algo extra, ya estábamos motivados. Vivimos dependiendo del exterior. Esa es la gran diferencia entre oriente y occidente. Estamos programados para consumir sea lo que sea.

La vida es rutina, pero no es un concepto negativo. El problema es no aceptar que mi vida es monótona, solitaria y aburrida en muchas ocasiones. Pero la acepto, ya que dentro de mí me siento en paz...así que seguiré fluyendo en el día a día dejando de escuchar a mi juez interno y permitiéndome sentirme...mi maestro interior me guía a través de sensaciones que salen desde lo más profundo de mi ser.

Ahora entiendo porqué el sistema siempre ha intentado evitar el tiempo libre, y cómo nos guía desde el exterior para seguir unos patrones en los que la base es no tener tiempo para interiorizar enfocando la energía en uno mismo, ya que con tiempo libre y sin ladrones de tiempo puede que llegues a la conclusión de que inconscientemente estamos programados y seguimos patrones impuestos que dominan a mi ego, no a mi Alma.

Poco a poco, voy teniendo más contacto con mi maestro interior, mi Alma, y me muestra mi realidad, que no es igual que la de nadie más.

Puede que la consecuencia de que seamos "copiar y pegar" sea el resultado de que existan tantos seres humanos que se sienten vacíos, a pesar de que sus vidas sean exitosas y plenas...todo es a nivel exterior, es decir, puros aditivos.

Sentirme en paz teniendo una vida aburrida, solitaria y monótona parece una locura, pero creo que nos venden el mundo al revés y poco a poco lo voy descubriendo.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Mi transformación

No hay duda de que me he transformado, pero no físicamente, sino interiormente. En realidad ha sido todo tan sutil que no sé ni cuándo, ni cómo ha sucedido...pero desde que me he permitido abrir mi mente y he accedido a esta Liga, la del Alma, ha salido una versión diferente de mi misma. Pienso diferente, veo la vida diferente...y debido a ello sigo sin entender muchas cosas, pero ahora todas las comprendo a otro nivel.

Es como si en mi cerebro se hubiese activado una parte que antes estaba desconectada o inutilizada, y ahora comprendo, empatizo y respeto la experiencia personal de cada ser...no sé cómo explicarlo muy bien, ya que aparece mi apreciada inefabilidad, pero es como si dentro de mi mente existiese ese "pronto terrenal" que me caracteriza, pero que antes se cerraba en banda y estaba limitada a él, y ahora se ha ejercitado otra parte de mi mente en la que todo lo comprende pero desde el Alma...Pero no se crean que es algo instantáneo, sino que necesito un período de tiempo para llegar a ese punto, eso estando encarnada es inevitable seguramente...los tiempos son necesarios, diferentes y personales para cada uno, eso está claro, como por ejemplo en el duelo...pero teniendo este dato muy interiorizado, mi mente se ha desarrollado y ha dejado de vivir limitada, y eso es lo que me ha transformado. Podría decir que soy la misma, pero en versión 2.0 o algo así.

Una de mis limitaciones eran los celos. Y lo desarrollé en una entrada, puede que fuese ese mi último momento vivido, hasta el día de hoy, con el tema de los celos, no lo recuerdo...

Puedo decir que era como si pidiese o necesitase exclusividad, "porque yo lo valgo". En otro momento, si me encontrase con la "chica de la sonrisa perfecta", de mi post anterior, de nuevo, me saldría ser una borde...pero ahora sé que no. Es como si desde ese día, una vez que lo interioricé y lo exterioricé a través del blog, con el tiempo y mi versión 2.0, se hubiese sanado algo en mi interior...incluso tengo la convicción de que si mi marido me fuese infiel, a día de hoy, me enfadaría porque es mi "pronto terrenal", pero sé que después de mi tiempo necesario, lo comprendería, pero no a nivel racional, sino a otro nivel donde mi mente no entiende, pero comprende, empatiza y respeta la experiencia de cada ser...porque he recordado que ese el mayor acto de amor, permitir y aceptar las experiencias ajenas.

Soy consciente de que vivía muy limitada, me quedaba anclada en la rabia, el rencor, e incluso el odio...y de ahí no salía...cuando alguien me la "jugaba", perdonaba pero no olvidaba...y ahora perdono olvidando, y me abro de nuevo a la posibilidad de que me la jueguen...ya me sacudiré y seguiré...no pasa nada...

Otra de las frases que me acompañaban era: Dar para recibir. Pero ahora tampoco me siento identificada con ella.Yo doy si decido hacerlo, pero no para recibir nada...y si doy mucho y no recibo, me da exactamente igual. No doy para recibir, si quiero recibir, pido. Doy porque decido hacerlo, sin más.

Y lo curioso es que no había sido consciente de esta transformación hasta que a través de un correo lo he exteriorizado...ha sido como si mi mente se ordenase y se conectase algo más, gracias a lo cual, me he dado cuenta de en qué punto me encuentro, a día de hoy. No deja de asombrarme cómo el universo pone a mi alcance todo lo necesario para continuar aprendiendo...

Mi mundo o mi vida es la misma, pero yo he cambiado. Mi impresión de la vida ha cambiado. La miro desde otra perspectiva, y todo gracias a la liberación de mi mente.

Otro cambio destacable es que vivo aceptando la muerte, ya que siento (porque no sé, sino que siento) que forma parte de nuestra vida, que es una parte del proceso y aceptarla desde el amor simplemente hace que salga una nueva versión de uno mismo, más humana, sencilla y natural...debido a que somos nuestra esencia. Somos aquello que es invisible para nuestro ojos.

Pero todo esto que estoy diciendo, no son solo palabras, sino que son sensaciones internas que se han impregnado en mi ser y me acompañan durante este trayecto de mi viaje de Vida.

Me he transformado, sin más...pero como he mencionado antes, no sé ni cómo, ni cuándo, ni dónde, ni nada...solo sé que todo ha culminado gracias a descubrir la terapia regresiva. Ha sido, para mí, la herramienta idónea para mi transformación.

Estar en contacto con Almas, ya sea la mía o la de otros pacientes, ha sido revelador y gracias a este trayecto, una parte de mi cabeza, más concretamente el hemisferio derecho se ha desarrollado y ha salido una nueva versión, Cristina 2.0, algo así sería explicado en palabras, no sé...transmitirlo es difícil y de momento no tengo la capacidad de a través de la escritura o el audio hacerles llegar al 100% mis emociones y sensaciones...solo podrían entenderme totalmente si existiese la posibilidad de conectarnos para que pudiesen acceder a toda la información que hay en mi interior...pero de momento solo pasa en las películas y normalmente son los extraterrestres los que estudian nuestras emociones y sensaciones...así que seguiré intentando explicarme lo mejor que pueda y sepa...

No se crean que todo es bueno en mi versión Cristina 2.0 (me ha gustado esta nomenclatura) ahora me cuesta más relacionarme...a ver...sigo siendo extrovertida y sociable, pero me aburren más el resto de personas...cada vez que me encuentro a alguien y me pregunta:
-¿Qué tal cómo estás?
- Bien, fluyendo con la vida - esa es mi repuesta normalmente.
- ¿Y qué haces? - me suelen decir.
Y aquí ya no sé qué contestar...porque no hago nada, vivo...pero esa no es la respuesta que esperan, ya que ellos solo quieren saber qué hago, son como el Sálvame...pero es que no hago nada para explicar y que les sacie, mi vida es más simple que una alpargata, no me satisface viajar a New York o Tailandia, ni comprar tendencias, ni la mayoría de cosas que antes me podrían nutrir...ahora las siento como si estuvieran huecas...ya que ahora vivo el momento presente, el aquí y el ahora, y siento que todo está bien. Paso los días con tareas del hogar, lecturas, paseos, escribiendo, teniendo charlas con personas con las que comparto viaje, a día de hoy...No busco ser feliz, me siento feliz, pero no con la felicidad que nos venden, porque a eso le llamo yo diversión, no felicidad. Yo me siento en paz. Cuando estoy triste, vivo mi tristeza; cuando me enfado, vivo mi furia; cuando me divierto, vivo mi diversión...simplemente vivo cada instante como sea, pero no me esfuerzo por ser feliz. Ser feliz no tiene nada que ver con tener o hacer, sino con ser.

En definitiva, esta transformación me ha convertido en una "rara avis" que no sigue modas, ni idolatra a los que arrastran grandes masas, no busco "likes" ya que este blog lo hago desde mi Alma, no desde mi ego...Solo sigo mi propio estilo basado en mis emociones y sensaciones, siendo natural como un berberecho, sencilla como una alpargata y abriéndome como una melva...y así, en este teatro llamado Vida, me resulta curioso observar cómo la mayoría siguen bailando con máscaras, ya que no están preparados para quitárselas y ser ellos mismos todavía...pero yo bailo fluyendo con la vida, porque recordé que ella marca los ritmos.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Almas perdidas

Les aviso de antemano que para seguir en este post no deben tener límites mentales...si no es así, no sigan...se lo aconsejo, y dicen que quién avisa no es traidor...

No sé si es verdad o no que hay vida más allá de la muerte, pero yo no cierro la posibilidad de que sea así...la Verdad la tendré el día que me muera, pero mientras tanto me gusta aprender, observar, experimentar y documentarme...y lo que les voy a explicar, hasta el día de hoy, es mi verdad, pero nunca olviden que no es la verdad absoluta.

Somos Almas encarnadas en cuerpos físicos. Hasta aquí, siempre he hablado de lo mismo. Les he explicado mi experiencia en terapia regresiva sobre mi estancia en el vientre materno, también les he mencionado mis sesiones acerca de vidas pasadas...pero nunca he desarrollado este tema, en realidad, porque fue el que más rechacé yo cuando empecé a descubrir el mundo del Alma...y por ello soy consciente de que es un tema delicado y que muchos rechazarán por escépticos, ya que yo lo era...Pero empecé este blog para compartir mis experiencias y mi recorrido desde que descubrí el mundo del Alma, y me siento, a día de hoy, suficientemente segura para afrontar otro de los temas que se trabajan en terapia regresiva: las Almas perdidas.

Lo primero es explicar a qué me refiero cuando digo "Almas perdidas". Cuando nosotros morimos en esta experiencia de vida, es decir, cuando nuestro cuerpo físico muere, pasamos a ser Almas desencarnadas, y el camino a seguir es volver a casa, a la Luz. Pero cuando no sucede así, se puede decir que el Alma se pierde, y de ahí Alma perdida. Así que podemos decir que es un ser de luz que no sabe dónde está o no está donde debiera estar...por lo que por muy oscuro que pueda llegar a ser, no debemos olvidar que son seres de luz igual que nosotros. Y que el miedo no tiene cabida una vez que sacias el desconocimiento.

Así que les aseguro que para mí, a día de hoy, los espíritus existen...y puede que detrás de los fenómenos Poltergeist, simplemente hayan Almas igual que las nuestras.

Los motivos por los que un Alma desencarnada se puede convertir en Alma perdida son: que no haya consciencia en el momento de la muerte, ya sea por pérdida de consciencia por drogas, veneno, estado de coma, muerte súbita...o que sí que haya consciencia en el momento de la muerte, pero por miedo (osea creencias que tenemos estando encarnados), por preocupaciones (si creen que tienen algo pendiente por hacer), por atrapamiento en un cuerpo (les gusta un cuerpo y no saben cómo salir de él), por adicciones o apegos (osea drogas, alcohol, tabaco...quieren seguir experimentando esas sensaciones y se adhieren a seres que tengan estas adicciones solo para poder seguir experimentando dichas sensaciones)...no vayan a la Luz y se queden aquí. Con esto mi intención no es afirmar que es así, pero sí abrir la posibilidad que igual que puede que no, puede que sí.

Una vez que el Alma desencarnada no se va a la Luz existen varias posibilidades para dicha Alma, y una de ellas, es poseer a un ser encarnado. Se adhiere al campo vibratorio. Siempre es más sencillo en personas que lo tengan debilitado, ya que el campo vibratorio es como nuestro escudo protector ante energías extrañas, por eso yo les recomendaría no tomar drogas, alcohol o todo aquello que altere nuestro estado de conciencia, ya que lo debilita.

Hay personas que lo notan poco a poco a través de sensaciones, emociones o pensamientos. Al principio puede que no, pero al final se da cuenta de que no son propios, que algo extraño está sucediendo, pero muchos no lo dicen, lo mantienen en silencio porque no quieren que les tomen por locos...y algunos en la sesión te dicen que a veces se miran en el espejo y ven a otra persona; que a veces escuchan una voz dentro que les obliga a hacer cosas que no quieren; que hay momentos en los que parecen otras personas; que sus allegados les dicen que son iguales que un familiar que falleció...frases de este tipo, con la coletilla de que no se lo han contado a nadie, es decir, no han encontrado al interlocutor válido...Es curioso que es lo mismo que les pasa a muchos moribundos en en lecho de muerte, donde no les escuchan porque les dicen que tienen alucinaciones...ay! Cuánta información nos perdemos por nuestras mentes tan limitadas y cerradas...

Desde que empecé a formarme sobre el Alma y fui recorriendo mi propio camino con mis propios zapatos, me han acompañado las dudas...de ahí que me llamen "Doña Dudas".

Al empezar mi recorrido mi pregunta era: ¿Será verdad todo ésto?

Poco a poco voy resolviendo dudas y van apareciendo otras, pero espero nunca dejar de dudar, ya que son el motor para continuar mi búsqueda y seguir avanzando.

Al principio no me creía nada, pero después de mi primera regresión a una vida pasada...no me quedó más remedio que creerlo. Ya que igual que no recuerdo mi estancia en el vientre materno y comprobé que lo que reviví en regresión coincidía con lo que mi madre experimentó en el embarazo y el parto, y me lo tuve que creer...¿por qué no puede ser verdad que haya vivido otras vidas y no lo recuerde? Ya aprendí que el simple hecho de no recordar, no es evidencia de no haberlo vivido.

Así que una vez recorrida esa etapa, que me llevó su tiempo, les aseguro que no fue de un día para otro... Empecé a cuestionarme si sería verdad o no el tema de Almas perdidas...pero les aseguro que el universo les pone a su alcance aquello que necesitan y para lo que están preparados, todo sucede en el momento que debe suceder...y me puso un paciente en el que apareció un Alma perdida.

En la sesión estuvimos casi dos horas, y al final se fue a la Luz agradecida por haberla ayudado a seguir su camino y volver a Casa. No tengo palabras para transmitir la sensación de gratitud que experimenté en aquella sesión...pero también les aseguro que yo salí convencida de que el paciente me había seguido la corriente, es decir, no me creí que aquello fuese real. Pero después de unas semanas tuve la ocasión de hablar con él y mi asombro fue máximo, ya que no recordaba nada de lo que sucedió en aquella sesión, su recuerdo estaba desvirtuado totalmente.

Así que allí me encontraba yo, alucinada, sin respuestas a todas mis dudas.

Pero mi maestro me enseñó a grabar las sesiones para tener evidencias de la sesión, por lo que pueda pasar y para poder seguir haciendo un trabajo de estudio de esta terapia. Y gracias a esta enseñanza que yo seguí, le pude facilitar la grabación de la sesión...y yo volverla a escuchar para analizarla más tranquilamente.

A día de hoy, no hemos vuelto a tocar el tema. No está preparado para a nivel racional entender lo que sucedió allí...pero a mí me sirvió para tener mi propia evidencia de que las Almas perdidas existen, que son seres de luz como nosotros, y que aunque se vuelvan oscuros por los motivos que sean, trabajando siempre con comprensión, compasión, paciencia y amor, pueden encontrar ese puntito de luz en su interior.

En definitiva, puede que la vida sea circular y se trate de venir de la luz para encarnar y experimentar lo que hayamos venido a hacer, solamente bendiciendo, perdonando y amando, para luego desencarnar y volver al lugar de donde vinimos, de la Luz...o puede que no...pero yo tengo mi recorrido y mis evidencias, y a mí, a día de hoy, me valen para no tener límites mentales.




lunes, 27 de noviembre de 2017

El tabú de no querer ser madre

Soy una mujer de 37 años y cuando digo que no quiero tener hijos me empiezan a soltar unas frases en las que parece que todos se han criado en la misma familia con las mismas ideas, o a todos los han educado igual, o las reparten en los buzones como si fuese propaganda y se las han aprendido, porque siempre son las mismas y les aseguro que estaría dispuesta a aprender nuevos argumentos en contra por favor, que los típicos ya me los he aprendido.

Me resulta curioso cómo en pleno s.XXI vamos de modernos y avanzados para unas cosas, pero, por el contrario, para otras seguimos anclados en tradiciones obsoletas.

A día de hoy, la mujer ha pasado de ser mal vista por trabajar, porque su obligación era ser ama de casa...a ser mal vista por ser ama de casa, ya que ahora su obligación es trabajar...La cuestión es criticar y no permitir que cada uno viva su experiencia de vida como decida por lo que sienta, sino que hay que hacerlo por lo que decida la mayoría.

Así que aquí están la mayoría de las mujeres trabajando, porque es su obligación, y ya incluso nos gusta nuestro trabajo, porque hasta para eso nos adoctrinan...trabajar es sinónimo de sentirte realizada e independiente y eso nos hace más felices...y nos lo creemos...cuando en realidad la felicidad no tiene absolutamente nada que ver con eso, pero claro, eso hay que descubrirlo, no te lo muestran...y luego dicen que los que están adoctrinados son los catalanes...madre mía...pero si la mayoría viven sometidos a las creencias del sistema, de sus padres, de sus familiares, de su círculo social...es decir, existen tan pocas personas que piensen y decidan desde su interior...que me da la impresión que el sistema es la mayor secta creada jamás, donde la  mayoría viven sin darse cuenta de lo sometidos que están en realidad.

Y dentro de este sistema me encuentro experiencia de vida tras experiencia de vida...si antiguamente me quemaban en la hoguera por ser bruja, ahora si todavía estuviese permitido, me quemaban por decidir no ser madre.

Me quieren vender (y digo vender porque la maternidad es como un producto que promocionan constantemente) que es la mayor felicidad que se puede alcanzar; que sentir nueve meses a un ser en tu interior es algo maravilloso y de descripción inefable; que te llena la vida, sino mi vida será igual que un jardín sin flores, siempre incompleta; que aunque ahora piense así, mañana me arrepentiré y ya será tarde; que es el motor para salir de todo, que por los hijos siempre luchas y sacas fuerzas de donde no las hay...y podría seguir incluyendo frases pero desde el miedo, como que el día de mañana no tendré quien me cuide; que me quedaré sola...bla, bla, bla...

Y madres del mundo no se les ocurra decir nada negativo sobre estas idílicas frases sobre la maternidad, porque entonces las juzgarán y dejarán de verlas como se ven ellas, madres cargadas de amor incondicional...pero relájense, que en la vida no hemos nacido para ser buena madre o mala madre, o buena hija o mala hija...hemos nacido para ser madre o hija simplemente...lo de juzgar es algo solo terrenal, tranquilas, el juego de la vida es más sencillo en realidad...y además el amor incondicional encarnados es imposible de experimentar, el cuerpo humano no tiene capacidad para albergar un sentimiento tan inefable.

Cada vez soy más consciente de que el nacimiento puede que sea la peor experiencia en la vida de un ser, porque el cambio es brutal...pasamos del amor incondicional a la noria emocional y al juicio constante...nos pasamos media vida juzgando al prójimo.

Miren, a día de hoy, me siento libre sin nadie a mi cargo; disfruto de los días de fiesta de mi marido porque no tenemos que organizar horarios con colegios ni con nadie más; lo gozamos el día que nos apetece bajar a desayunar para luego volver a meternos en la cama hasta las tantas; valoramos nuestro tiempo libre para nosotros y nuestra soledad; aprecio el llegar a la cama cada noche con ganas de leer ya que no he desgastado toda mi energía yendo y viniendo de clases extra escolares, o parques, realizando baños antes de cenar; mis temas de conversación siguen siendo amplios y variados, no tengo el monotema de mi hijo y vivir todo a través de su emoción; disfruto de viajar al pueblo de mi padre e ir al río y dejo de disfrutarlo cuando se llena de ñiños que gritan y chapotean, lo siento, me gusta escuchar el sonido del agua y los pájaros mientras leo tomando el sol, qué le haremos; vivo con un nivel de preocupación menor que si fuese madre y estoy en paz cada noche porque si llega mi muerte, la acepto en paz sin tener nadie a mi cargo; puedo seguir aprendiendo y conociéndome ya que nadie me roba el tiempo constantemente; me preocupo por tener mis necesidades cubiertas, para sentirme en equilibrio emocional, no me dejo en segundo plano, olvidándome de mí; me encanta, cuando puedo, darme caprichos porque nadie me arrebata mi prioridad, yo misma; nuestra economía es más desahogada siendo dos, y vivimos con menos miedos, si no llegásemos a fin de mes, no tenemos personitas que dependan de nosotros; y no tiene nada que ver, en mi caso, con promocionarme laboralmente, porque a día de hoy eso ya no me llama la atención, esa idea era inculcada por mis creencias...pero ahora he recordado que en el s.XXI no eres más rico por tener más dinero ni nada material, sino que la riqueza, a día de hoy, se mide en tiempo, tiempo disponible para dedicarse a uno mismo, sin ocupar el tiempo de otros padres, que también tuvieron hijos y ahora vuelven a estar dedicados y sacrificados por la siguiente generación...pero yo lo siento de nuevo, no soy de la generación del sacrificio, como ellos, a mí me gusta cuidarme, mimarme y disfrutar de una vida sencilla y natural, pero tengo suficiente con los sacrificios del día a día, como para buscarme más. Y si me quieren quemar en la hoguera, se equivocaron de época, lo único que pueden hacer es criticarme, pero no me perturba demasiado, ya que en realidad, aquí y ahora, no existen...y yo aprendí a vivir en mi presente.

Y si el día de mañana cambio de idea y siento que deseo ser madre, pues tendré hijos si puedo, y si es demasiado tarde, ya me arrepentiré...pero la experiencia de vida es mía y solo me pertenece a mí. Así que les recomiendo que enfoquen su energía en ustedes, les aseguro que así llegarán más descansados al final del día, ya que pierden demasiada energía enfocándola en la experiencia de los demás.

En definitiva, hago lo que siento y no lo que debo, porque de la secta en la que vivimos no puedo salir, pero sí tomar decisiones desde mi interior y eso una vez que lo descubres te hace sentir que vives en plena libertad.

















jueves, 9 de noviembre de 2017

Pareja o compañero de viaje...

El tiempo y la pareja son dos conceptos que restan, es decir, sumar años junto a la pareja hace caer en la rutina, el desencanto y el desamor, o lo que es lo mismo restar...pero sumar años al lado de tu compañero de viaje de vida, siempre suma...pensado en él te hace experimentar la sensación de estar “en casa”, esa sería la sensación expresada en palabras, porque ya saben que aparece la inefabilidad, las emociones se sienten y expresarlas en palabras, es complicado.

Siempre he dicho que lo más bonito de las relaciones eran “los principios”, pero ahora sé, que era porque todos eran parejas y no compañeros de este viaje llamado Vida.

No olviden que aquí solo explico mi experiencia, mi verdad...pero puede que esté totalmente equivocada siempre, nunca se sabe...

Los principios, para mí, eran esos primeros momentos en los que me pasaba el día mirando la pantalla del móvil esperando que me escribiesen, porque los mensajes siempre estaban cargados de frases bonitas, ya que estaban pendiente de mi estado durante todo el día; esas primeras citas donde todo era mágico y ellos eran atentos, estaban pendientes de mí; solo nos veíamos para salir, es decir, cada uno vivía en su casa y vernos era solo tiempo de ocio; se desvivían por pasar tiempo conmigo; las horas pasaban volando porque conocernos ocupaba nuestro tiempo y disfrutábamos cada minuto; podíamos pasar horas mandándonos mensajes, el hecho de estar conectados era como estar en plenitud; existían esas mariposas cada vez que quedábamos, esos nervios combinados con ilusión...los principios siempre son bonitos, y después de mi última relación acabé tan quemada que mi idea era solo tener “principios”, porque luego todo se apaga y resta...pero cuando dejas de encontrar parejas y aparece tu compañero de viaje...todo suma siempre.


Cuando he convivido con pareja, ahora sé que en realidad, no ha salido mi verdadero yo por completo, no tenía la libertad de ser yo misma porque en realidad no tenía la confianza suficiente, no se alegraba por mi disfrute, sino que para que él disfrutase teníamos que disfrutar juntos. Por ejemplo, si yo me iba con mis padres 10 días al pueblo, en el fondo le fastidiaba, porque él se quedaba trabajando y me acusaba de “niña mimada”; si yo salía sola con compañeros de la universidad, cuando llegaba no me preguntaba ilusionado por cómo me lo había pasado...ahora sé que todo eso era reflejo de sus desequilibrios emocionales, pero en aquella época desconocía todo el tema emocional, el poder del ego, la repercusión de la falta de autoestima...lo he aprendido después...por aquel entonces no tenía ni idea.

Ahora sé que para poder encontrar a un compañero de viaje lo más importante es encontrarme primero a mi misma, aprender a amarme, respetarme y sobretodo a aceptarme. Dejando así de culpar al prójimo y afrontando mi propia oscuridad.

Una vez que encuentras un compañero de viaje, todo es diferente y el tiempo solo suma...no voy a negar que los años hacen que la relación viva diferentes etapas, pero son etapas en las que en el fondo cada vez te acercan más a esa sensación de “estar en casa”.

Pasas a tener una relación física que con el tiempo se equilibra al ritmo real de cada ser. Al principio la actividad sexual es casi diaria, es apasionante, es fogosa...pero con los años se equilibra, pero no por ello lo defino como falta de pasión o de amor, sino que simplemente el día a día tiene un desgaste energético y el sexo deja de tener la importancia que quieren darle. Eso le resta cantidad, pero nunca calidad. Nos regalamos abrazos, besos, masajes en los pies, caricias, tardes acurrucados en el sofá...Estar uno al lado del otro y tocarle con un pie, ya hace que me sienta “como en casa”. Creo que cuando estamos nutridos interiormente, todo se equilibra, incluso a nivel sexual, simplemente fluye, a su ritmo, y ese ritmo es perfecto tal y como sucede. Incluso cuando llegue una edad en la que el sexo deje de existir, porque en la vida todo son etapas, y lo bonito es ir aceptándolas.

Pasas a tener una relación emocional equilibrada. Donde soy consciente de que mis carencias no son culpa de él, sino mías. Disfrutamos de una convivencia sin peleas, ni gritos, ni discusiones habituales, sino que son esporádicas e incluso casi inexistentes. Mi disfrute es su disfrute, y viceversa. Si él es feliz, yo soy feliz, y viceversa. Acepto su libertad, teniendo muy consciente el desapego, somos compañeros de viaje y disfrutamos de nuestro trayecto, llegue a donde llegue...pero teniendo claro que hasta el día de hoy viajar juntos es lo más maravilloso que me ha pasado jamás. Pero eso no quita que también disfrute, sin sentimiento de culpa alguno, mis momentos de viaje en solitario. No dejo de lado aquello que me gusta, como leer, escribir, escuchar audios, ver pelis cutres de fines de semana de mediodía, viajar a mis pueblos...cada uno vive y disfruta su viaje en solitario, porque es necesaria y sana esa soledad.

Pasas a tener una relación mental equilibrada, donde el motor es compartir. Compartimos el día a día, conversaciones, dudas, economía...Existe una confianza, un respeto, una comprensión. No tiene cabida el miedo, porque le amo y aceptaré cualquier decisión que tome en su viaje, a pesar de que fuese incluso cambiarse de vagón o de trayecto...porque soy consciente de que somos compañeros de viaje, pero somos seres con experiencia de vida propias, personales e independientes.

Así, el momento más maravilloso de toda esta experiencia es compartir viaje con alguien tan extraordinario, y eso sé que ningún otro me lo podría ofrecer, porque puede que cualquier otra pareja me diese buenos principios, pero sentirme “en casa” solo es posible junto a un compañero de viaje, y yo me siento una afortunada.

Y esa sensación tan inefable de “estar en casa” te proporciona un viaje donde lo de menos es la meta, lo importante el recorrido y lo vital tener un equilibrio físico, mental y emocional.


miércoles, 25 de octubre de 2017

Death Café

Hace unos meses, por causualidad, como la mayoría de las cosas que nos suceden a todos, a pesar de no ser conscientes, llegó a mí la información de que en la cuidad donde vivo se reunían de forma gratuita para hablar de la muerte, es decir, realizaban un Death Café.

Aquel día solo pude conocer este movimiento y ser consciente de que era el segundo encuentro. Me animé a escribirles un correo solicitando información y les indiqué que les estaría muy agradecida si me avisaban si organizaban un tercer encuentro.

Mi sorpresa fue hace unas semanas cuando una mañana desayunando y revisando mis correos electrónicos encontré uno con el remitente de Death Café. Ya ni me acordaba de aquel encuentro.

En el correo me pedían disculpas por no haberme contestado antes y me informaron de la fecha para el tercer encuentro. Por supuesto, me apunté.

Así es como acabé hace unos días en un local con 15 personas que jamás había visto anteriormente, sentada en una de las 16 sillas colocadas en círculo, y encontrando en el centro una mesa con café, leche, infusiones y pastas de té.

No puedo negar que estaba nerviosa, ya que no sabía muy bien por dónde iba a desarrollarse el tema, y mucho menos qué criterios, qué información y qué experiencias podían tener todas aquellas personas sobre la muerte.

Mis nervios cesaron con la primera frase de uno de los organizadores. Introdujo su formación y su puesto laboral, ya que parece que incluso para hablar del Alma y de la muerte se necesitan títulos, y empezó a nombrar las normas del encuentro:
  • No era un grupo de apoyo.
  • Se debían respetar las opiniones de cada uno.
  • No se podía hablar hasta que acabase el otro, respetando los turnos.
  • No se podía hablar del más allá.

No me levanté y me fui, porque de la misma manera que tengo educación para masticar con la boca cerrada en un restaurante, la tengo para no dar la nota y quedarme sentada hasta el final, con la intención de no hablar y solo observar. Ya que mi mente enseguida se preguntó: si no se puede hablar del más allá...qué es la muerte? 

Me alegro de haberme quedado, porque fue una evidencia más de la falta de información sobre la muerte que tenemos los de a pie y los profesionales de paliativos, el egoísmo del ser humano incluso en el final del trayecto de sus seres queridos y de la creencia de que no existe nada más después de morir. Por todo esto, aún me resultó más curiosa la necesidad que tiene el ser humano para hablar sobre la muerte y asistir a una charla así, pero lo poco abiertos que están a escuchar que cabe la posibilidad de que sí haya algo más después de la muerte, de la misma forma que cabe la posibilidad de que no...pero poniendo la norma de excluir una posibilidad, nunca van a poder valorar otras opciones...

Estuve una hora y media, que era el tiempo de duración del encuentro. En todo ese tiempo no hablé de nada espiritual y solo me dediqué a contradecir a todos, bueno, más que contradecir, exponía mi criterio, pero podían haber argumentado y  resolver mis dudas. Pero eso no sucedió...por lo que me fui con la certeza de que voy por buen camino, ya que por el que ellos van, mis dudas no tienen respuesta.

El primer tema que salió fue el del poder decidir sobre “una muerte digna”, ya que comentaban que para algunos médicos la muerte es el fracaso de la medicina y alargan, en ocasiones, demasiado la vida y el sufrimiento.

En el encuentro había una señora que pertenecía a la asociación no se qué, no recuerdo el nombre (lo siento, pero tengo poca memoria, mi mente es como Dori de Nemo y borra muchos datos, supongo que no los encuentra indispensables). Pero era una asociación sobre la dignidad para morir, el poder decidir morir en determinados casos. Por lo que explicaron allí, les aseguro que igual que la droga es ilegal y se utiliza, la eutanasia también. Así que allí la mayoría defendieron la postura de aquella señora, que muy segura de ella misma, ya tiene a día de hoy firmada sus últimas voluntades y sobretodo el deseo expreso de que la desenchufen y la dejen morir. Me quedé asombrada, ya que yo no sé ni lo que pensaré de aquí a un rato sobre nada, y ella ya estaba convencida de lo que desearía en su último momento...aunque claro, prohibiendo en su vida que aparezca información sobre el más allá...lo entiendo mejor.

Cuando acabaron de exponer sus opiniones pedí la palabra, ya que me palpitaba el corazón y necesitaba desahogarme. Y dije:
-Bueno...yo no comparto todas sus ideas, pero las respeto. Coincido en que para muchos médicos la muerte es el fracaso de la medicina, y que ego tenemos todos, aunque lleven bata blanca. Pero me gustaría solo hacerle una pregunta: conoce o le suena el nombre de Olga Bejano? - Su respuesta fue negativa.
-Pues anote ese nombre y busque su libro “Alma de color salmón”. Puede que le haga cambiar de idea, o no...pero permítame recomendarle su lectura.

Allí hubo un silencio...y más de uno aprovechó para anotarlo.

El siguiente tema que salió fue el de decidir por nuestro ser querido. Es decir, cuando alguien está en sus últimos momentos, autorizar para que le desenchufen...

Salió un chico explicando su caso personal con un amigo, que por supuesto no voy a contar, pero si me gustaría compartir su pesar por haber decidido por él, sin saber en aquel momento, si hizo bien o no, su sentimiento de culpa y su falta de conocimiento para afrontar los últimos minutos de vida de su amigo.

Los que salieron a dar su opinión, todos dijeron que hizo bien, que para qué alargar más el sufrimiento y que tenía que sentirse orgulloso de haber sido un gran amigo parando su agonía.

Cuando todos acabaron hablé yo, por el mismo motivo, tenía el pulso acelerado y no podía callarme, necesitaba expresarme. Así que di mi opinión:
-Mira, no sé si has hecho bien o mal, porque lo que yo te diga será solo mi propio juicio personal basado en mi propia experiencia y creencia. Pero sé que carecemos de información para acompañar a cualquier ser en sus últimos momentos. Nadie nos enseña nada al respecto, y además aparece el miedo normalmente, que viene dado por el desconocimiento. Si supiésemos qué sucede o tuviésemos experiencia sobre la muerte...actuaríamos diferente seguro. Permíteme recomendarte que leas, aunque parezca promotora de libros...”La muerte un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross. Puede que te abra una nueva visión o no...pero además tiene muchos libros, la señora se pasó más de 20 años en la cabecera de los moribundos, acompañándoles en el lecho de muerte. Algo tuvo que aprender en todo ese tiempo la mujer, supongo...

Volvió a silenciarse la sala y volvieron a tomar nota unos cuantos...y yo sonreía sonrojada, porque me miraban y no sé si me querían echar...pero allí nadie me lo ofreció, sino me hubiese ahorrado una hora más de tanta racionalidad.

El siguiente tema que salió fue la diferencia que existe entre unos y otros a la hora de afrontar y acompañar durante los últimos momentos de vida de nuestros seres queridos. Cómo unos se vuelcan y van cada día al hospital organizándose sus vidas familiares, a veces casi sin saber muy bien cómo lo consiguen...y cómo otros se desentienden. Allí ya salió el tema de las familias,hijos, hermanos...cómo unos hijos se vuelcan y otros se desentienden. Lo egoístas que son estos últimos porque como hijos su obligación es acompañarles. Que puede que no sean capaces de afrontar la situación...bla bla bla...

Después de más de 40 minutos escuchando el juicio personal de cada uno de los asistentes, de nuevo, no pude reprimirme. No sé callarme cuando se me acelera el corazón siempre pienso...si ellos opinan, yo también puedo, mientras no falte el respeto a nadie...adelante Cristina. Así que intervine:
-Bueno, para terminar tampoco voy a opinar igual que ustedes...pero espero que me permitan discrepar de nuevo. No puede ser que el egoísmo que ven en esos hijos o hermanos que no se ocupan como ustedes lo harían, refleje el egoísmo personal que tienen ustedes al tener que organizar sus vidas para atenderles ya que ellos no lo hacen, y si lo hiciesen se liberarían ustedes un poco más de la situación? Porque sus padres no sé si tendrán pena...pero normalmente los padres ya conocen muy bien a los hijos y no creo que les venga de nuevo su actuación...y además no creen que los seres humanos perdemos demasiada energía enfocándola en lo que hacen los demás, en lugar de centrarnos en nuestra propia experiencia? Si ustedes se sienten mejor cuidando de sus padres, háganlo, si les supera en ocasiones y no pueden, explíquenlo y si sus hermanos no los cuidan será su experiencia y no la suya...bueno...no sé...

Allí volvió el silencio.

Llegó la hora del cierre y nos despedimos. Me vino a buscar mi marido, porque como
mi madre la primera vez que fui a un taller de terapia regresiva...no me dejan sola por si me meto en alguna secta o algo raro...

Salí de allí explicándoselo a mi marido y diciéndole que estoy más bonita con la boca callada y que vaya pérdida de tiempo, porque no había aprendido nada nuevo. Pero puede que él tuviese razón y llegué allí para sembrar un poco de consciencia...o cómo dice mi maestro alguna semilla siempre cae en terreno fértil. 

Tenemos mucho que aprender sobre la muerte. Sería maravilloso que nos enseñasen a acompañar a nuestros seres queridos en sus últimos momentos del viaje de esta experiencia de vida, y para empezar hay que normalizar el tema de la muerte porque nacemos para morir, de eso no hay duda...





lunes, 23 de octubre de 2017

Terapeutas o empresarios


Como bien saben, si me han acompañado en este viaje a través de mi blog Regresiones desde mi Alma, llevo poco tiempo jugando en esta liga. 
De mis 36 años, me he pasado 33 años jugando en otra liga, ni mejor ni peor, simplemente diferente.

Cuando estaba en la otra liga, de forma casual, me formé en un curso de Reflexología podal. Me llamaba la atención cómo todos los sistemas del cuerpo humano se pueden trabajar a través de tocar puntos en los pies. Pero lo que más me asombró fue conocer la Reflexología holística. Ahí empecé a conocer las emociones. 

Una vez acabado este curso, me di cuenta de que para poder entender bien todo el proceso de los diferentes sistemas del cuerpo humano, necesitaba aprender anatomía. Así fue como me apunté a un curso sobre este temario. 

En la misma escuela ofrecían curso de Quiromasaje, y me resultó interesante para completar mi formación sobre el cuerpo humano, aprender a través de masaje con las manos a relajar, descontracturar y drenar linfáticamente un cuerpo. 

Mientras me formé en este curso para saciar mi curiosidad...se avivó otra duda. No existían las contracturas físicas exclusivamente, sino que venían normalmente acompañadas de contracturas emocionales. 

Por primera vez, desde esa liga donde vivía solo desde el exterior, descubrí que existía un mundo interior totalmente desconocido para mí por aquel entonces.

Estos fueron los pasos previos para adentrarme en el mundo del Alma. Cómo fue mi recorrido, en esta parte del proceso, ya lo tienen en entradas anteriores relacionadas con la terapia regresiva, así que no voy a repetirme, mi intención es avanzar, sin más. Solo tienen que buscarlas y leerlas en el blog o escucharlas a través del Ivoox.

Ahora que juego en esta otra liga, hay ciertos aspectos que no me acaban de encajar, ya que para mí pertenecían a la otra liga, la de lo material, aquella en la que solo tenía como meta triunfar laboralmente para adquirir poder adquisitivo y saciar así mi ego, compensando mis miserias con un ansía voraz de reconocimiento, aquella en la que solo tenía cabida el tener, olvidando el ser.

El poco tiempo que llevo jugando en esta liga, me ha hecho cambiar mi lado racional, he pasado del ver para creer, al creer para ver...y ya no tiene punto de retorno...es como si al entrar en contacto con mi propia Alma y la de los que me han permitido acompañarles, se hubiese activado una parte de mi ser que antes estaba dominada por mi ego, adoctrinada por la vida terrenal y el sistema económico que nos rige. Es decir, toda la materia aprendida en terapia regresiva, no solo la utilizo para acompañar como terapeuta, sino que forma parte de mi día a día, y por eso estoy tan agradecida, estoy trabajando para conseguir una mejor versión de mi misma.A ver si me explico...

He aprendido el valor de la energía del perdón, y se ha impregnado en mi yo. He recordado mi capacidad de perdonar y me beneficio de ella cada día, en mi día a día. No solo la uso para acompañar en regresión.

He aprendido las cuatro características fundamentales para acompañar a un Alma: la compasión, la comprensión, la paciencia y el amor. Pero se han impregnado en mi yo, formando parte de mi día a día como Cristina.

He aprendido a que al odio y al rencor si les respondes con amor, amainan...

He aprendido el significado de la vida, a aceptar lo que suceda y darme cuenta de que el dinero y el poder corrompen la esencia del ser encarnado.

He aprendido que no soy un cuerpo exclusivamente, sino que ahora como Cristina soy la fusión de mi Alma y este cuerpo, que no es más que mi vehículo para poder experimentar esta experiencia de vida. Por ello he aprendido a amar y respetar a mi cuerpo. Los complejos son terrenales e inducidos por el sistema y lo que nos hacen ver cómo cánones de belleza en el momento en el que vivimos. He despertado y me encanta haberlo hecho. Estamos adoctrinados por un sistema y darse cuenta...libera.

Estoy aprendiendo a ser y dejando de tener, porque está cualidad era de la otra liga...pero debido a que todo esto se ha impregnado en mi ser...he dejado de entender a la mayoría de compañeros de terapia regresiva, porque a pesar de que hayan recordado quién somos, de dónde venimos y adónde vamos...han olvidado que vinimos sin nada material y sin nada nos iremos. 

Parece que para poder hacer cursos, talleres o sesiones de terapia regresiva, asistir a ponencias de vida después de la muerte o del mas allá...existe el clasismo álmico, si no tienes dinero, no puedes acceder. Alomejor es que solo tienen derecho los que pueden gastar 100€, 150€, 200€...o más...o puede que algún ser superior les haya dado el mensaje de que los que tienen experiencias inacabadas de su Alma y necesitan acceder a toda esta información son los que tienen cierto poder adquisitivo...y a mí ese mensaje no me haya llegado...no lo sé. Pero no me cuadra mucho todo lo aprendido hasta hoy acerca del Alma.

Una vez finalizada la formación de terapia regresiva, entre mis compañeros hablamos de precios. Nuestro maestro cobra 150€ por sesión, por lo que algunos dijeron que entre 70€ y 90€ era lo adecuado careciendo de experiencia.

Puede que el problema con el dinero lo tenga yo...y tenga que trabajármelo...pero yo empecé aceptando la voluntad, ya que para mi ya era un regalo que me permitiesen acompañarles, por aquel entonces. Unos me dieron 15€, otros 20€ e incluso algunos nada. A cambio de dos horas de mi tiempo y el trayecto hasta el lugar donde quedábamos, con ese dinero, yo no me sentía recompensada. Y sabiendo que otros cobraban, y mi alrededor repitiéndome que tenía que cobrar...acabé sintiéndome tonta. Me repetían, tú pagando una pasta para hacer cursos y someterte a regresiones...y yo ahora sin cobrar...así que empecé a cobrar 50€. Hasta hace unos días, que he vuelto a recodar quién soy, de dónde vengo y adónde voy...volviendo a aceptar la voluntad y confiando en el universo.

He recordado que soy una afortunada por jugar en esta liga y haber cambiado de liga. Que acompañar a las Almas no tiene el fin de enriquecerme, porque sé desde lo más profundo de mi ser que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Que soy una afortunada por ser elegida por mis pacientes para acompañar a sus Almas en regresión, y que si mi fin es enriquecerme...no he entendido nada de todo lo que mi Alma me ha mostrado y recordado en este tiempo. 
Está claro que el dinero es necesario, pero una vez que cubres las necesidades, y se sigue enriqueciendo trabajando con Almas...es incongruente. No juegas en esta liga, sino que solo trabajas en ella. Tu ego te sigue dominando y no has aprendido nada de los mensajes tan valiosos que transmiten las Almas cuando contactas con ellas. Pero también sé que cada uno está en su proceso...y lo respeto, pero me gusta reflexionar sobre lo que observo...por eso abrí el blog.

Estamos encarnados sí, pero igual que me resulta incomprensible que la iglesia predique la palabra de Jesús desde el lujo y la ostentación...no logro comprender, a día de hoy, que un terapeuta regresivo acompañe Almas siempre y cuando le resulte beneficioso a nivel económico, sino se cancela...

Entonces, somos herramientas del universo para acompañar Almas y trabajar momentos traumáticos de experiencias inacabadas o somos seres humanos que usamos a las Almas para enriquecernos y olvidar que vinimos sin nada y nos iremos igual? Todo depende de nuestra cartera incluso cuando trabajamos con las Almas? 

El mundo no evolucionará hasta que todos seamos capaces de vivir con lo justo y necesario y repartamos nuestro excedente...de esta manera no existiría la desigualdad económica...pero para eso hace falta más consciencia, y me doy cuenta de que ni en esta liga y trabajando con el Alma, existe demasiada.


miércoles, 4 de octubre de 2017

Mi verdad sobre la independencia catalana

Me entristece ver la realidad en la que se encuentra emocionalmente el ser humano...en desequilibrio.
Me satisface observar cómo las personas, por fin, se han despojado de sus máscaras dónde se escondían para ser aceptados socialmente y no sacar su oscuridad, que forma parte de su verdadero yo...ya que así he sido consciente de que el ser humano está peor de lo que me imaginaba.

Todo ese odio, rabia y rencor que ahora está saliendo a flote no es debido a la independencia, sino que esa es la vía por la que han canalizado todas esas emociones que vivían en su interior...lo siento si les sorprende...pero, a día de hoy, creo que las emociones no nacen, sino que albergan en nuestro interior y cuando salen es porque estaban ahí dentro reprimidas y, en ocasiones, ya incluso enquistadas.

Estoy cansada de escuchar que la culpa es de los políticos...la culpa no es de nadie, no existe la culpa...es una emoción creada por el ego. En la vida somos espejos, así que todo lo que ven reflejado en el prójimo, es una parte de ustedes, que posiblemente no quieran ver.

Cuando afloran todas estas emociones, odio, rencor, rabia...en realidad están reflejando su interior, su realidad emocional, su parte de oscuridad...y es una pena lo desequilibrada emocionalmente que está la población y lo más curioso es que es de forma inconsciente. Ya que oscuridad tenemos todos, pero dejarse arrastrar por ella, es entrar en desequilibrio emocional...nosotros somos luz y en esa energía es únicamente donde sentimos paz y equilibro.

Toda esta situación política de independencia es una vía que han encontrado cuatro políticos para conseguir una silla y hacer ruido...han creado una "corriente de oscuridad", donde incitan al odio, al rencor, a la rabia, al miedo...y dejarnos arrastrar por esa energía, lo único que hace es perjudicarnos individualmente a nivel físico, emocional y mental.

Nosotros somos Almas encarnadas en cuerpos físicos y nuestra esencia es el amor, tenemos que mirar dentro y no fuera...si todos hiciésemos ésto, no tendrían seguidores estas "corrientes de oscuridad". Pero por desgracia la humanidad sigue sin estar conectada con su interior, creyendo que lo importante es que "no nos roben"...cuando la realidad es que vinimos sin nada, y sin nada nos iremos.

Tengo un ejemplo personal, porque no se cambia el mundo con la opinión, sino con el ejemplo...muchos, si me acompañan en esta aventura del blog, ya lo deben conocer, pero nunca está demás recordarlo...yo permití que mi ex pareja se quedase con un bien inmueble, en otras palabras, se aprovechó de mi inversión económica, que realicé durante diez años, en la casa...para muchos tendría que haber peleado, luchado y discutido por lo que me correspondía o era mío...pero me decanté por mi paz y tranquilidad interior, le cedí mi parte económica y seguí adelante sin nada material pero cargada de paz y tranquilidad interior...que para mí, no tiene precio. Y además a día de hoy no guardo ningún odio, rencor, ni rabia hacia él, porque le perdoné ya hace mucho...cuando recordé la energía del perdón, que también había olvidado viviendo tantos años desconectada de mi interior. Estoy satisfecha de haberme liberado emocionalmente de toda aquella experiencia...

En momentos, como en los que vivimos a día de hoy con el tema de la independencia, sale nuestra oscuridad, todos la tenemos...aunque muchos no quieran verla. Pero lo maravilloso es darse cuenta y despertar...somos seres de luz y en esa energía es en la que nos sentimos "agusto"...que se peleen los políticos y todos aquellos que, a día de hoy, están en su proceso y no han aprendido todavía a observar que se dejan arrastrar por su propia oscuridad, cuando los únicos perjudicados son ellos mismos a nivel físico, emocional y mental.

Estos días he recordado esta gran lección y quería compartirla con ustedes, por si a alguien se le había olvidado igual que a mí: todo es un teatro donde siempre juegan dos energías, la oscuridad y la luz, y yo hace tiempo recordé que soy parte de la luz, ya que es en ella donde me encuentro en paz y equilibrio.

martes, 19 de septiembre de 2017

Un terapeuta no es un gurú

Hace casi un año acabé mi enseñanza en terapia regresiva, y desde entonces ya puedo ponerme el título de Terapeuta regresiva, porque para qué vamos a engañarnos, queda de maravilla oye...pero si algo aprendí en ese tiempo de formación es que los peores enemigos de un terapeuta son el ego y el fanatismo.

Durante toda la historia, una de las características del ser humano es seguir a alguien. La mayoría necesitan tener uno o varios personajes idolatrados para así poder copiarles, imitarles o seguirles. De ahí que gracias a las redes sociales se hayan puesto tan de moda los influencers, sobretodo entre los más jóvenes, ya que es cuando estás formando tu personaje en la vida...y teniendo a quien imitar, todo resulta más fácil.

Y aquí aparece mi gran dilema. Dentro de la terapia regresiva está el terapeuta. Pero me resulta asombroso cómo se convierte en un ídolo, un influencer o incluso un gurú...cuando en realidad el terapeuta no tiene ningún papel principal dentro de esta terapia, sino que la actriz principal es el Alma del paciente. Porque lo maravilloso es el desarrollo espontáneo del proceso sanador.

El terapeuta, desde mi punto de vista, está en un segundo plano. Es el acompañante que elige el Alma del paciente, porque no es el paciente, sino su Alma quien le guía hasta él. Y a día de hoy esto lo tengo muy claro.

En el período que dura la enseñanza, me formaron para acompañar al Alma del paciente, y me dieron unos pasos a seguir...hasta ahí, lo tengo claro. Pero después existe un porcentaje del acompañamiento que no depende de la enseñanza, sino de la creatividad y la intuición.

El terapeuta deja de ser el personaje, es decir, yo dejo de ser Cristina mientras acompaño a mis pacientes, para permitir que sea mi Alma la que se comunique a través de mí y acompañe al paciente. A ver si logro explicarme...

Somos cuerpo y Alma...hasta ahí si estás en este blog...supongo que ya sabrás que, hasta el día de hoy, esta es mi creencia.

Y partiendo de esta base, una vez que te eligen para acompañar la sesión, tanto el paciente como el terapeuta entran en un estado expandido de conciencia. Y por eso el terapeuta pasa a un segundo plano, porque es el Alma de éste el que trabaja, es su Alma el que le hace llegar las frases adecuadas para seguir con la sesión. Deja a un lado su parte racional, para permitir que sea su Alma la que se comunique. Por ello, nunca será Cristina, ni ninguno de ustedes un gran terapeuta, sino que son sus Almas las que ya tienen toda esta información, son ellas las que pueden acompañar a otras Almas desde la paciencia, la compasión, la comprensión y el amor.

Y este es el dato por el que por mucho que deseen y sueñen con ser terapeutas, y hagan la enseñanza...no todos llegarán a ejercer como tal. No todos tenemos la capacidad de dejar al personaje a un lado, osea a Cristina, y permitir que sea el Alma el que trabaje. Sin juzgar. Sin anticiparse a nada. Sin interpretar. Sin dar consejos basados en nuestras propias creencias. Dejando el ego a un lado, ya que el día que nos creamos que somos buenos terapeutas, dejaremos de serlo. Sin implicarse en la experiencia del paciente. Sin límites mentales. Teniendo la capacidad de cerrar ese estado, después de cada sesión y volver a la realidad del momento.

No sé cómo explicarles muy bien...pero lo mismo me sucede cuando me pongo a escribir aquí...sale mi Alma a hablar, hablo desde lo más profundo de mi ser, sintiendo cada palabra que escribo. Pero una vez cierro el post y salgo a mi realidad con mi personaje, Cristina, no soy capaz de ser así todo el rato. A pesar de que siento todo lo que digo, lo creo y lo defiendo...cuando sale mi parte racional...mis actos contradicen mis palabras. Pero es la gran lucha entre los dos hemisferios, y en realidad es lo bonito de estar encarnada. Hacer consciente lo inconsciente. Aprender. Evolucionar.

Y lo mismo sucede cuando he tenido el honor de acompañar a dieciséis Almas en regresión. Diez han sido durante la enseñanza, prácticas obligatorias para obtener el título. Pero ha habido seis, a lo largo de este año, que han aparecido por causalidad...ya que a pesar de negarme a ejercer como tal desde un principio, puesto que no es mi deseo dedicarme a ello, aprendí a dejar que todo fluya y si alguien me elige para acompañarle, yo no tengo el derecho de negarme a ello, sino más bien el deber de acompañar a su Alma, ya que soy un simple instrumento del universo puesto a su disposición.

Soy una mujer nerviosa, impaciente, como me llamaba mi abuela, culillo de mal asiento...pero gracias a mi pequeña experiencia como terapeuta estoy aprendiendo que una vez que me siento a la cabecera de un paciente y empieza la sesión, salen cualidades mías que desconozco en el día a día. Aparece la capacidad de escuchar, surge la compasión, me asombro con mi capacidad de comprender y amar...y sé que esas cualidades están dentro de mí, pero son parte de mi Alma y mi parte racional las anula en muchas ocasiones en el día a día...Y por ello me encanta tener la oportunidad de acompañar en esta terapia, porque me da la ocasión de entrar en ese estado y seguir aprendiendo acerca de mi interior y de las Almas de los pacientes, ya que ellas ahora, son mis grandes maestras.

Pero Cristina en el día a día no es la misma que en la cabecera de un paciente o aquí sentada escribiendo...por eso disfrutar de estar en este estado me gusta y ese es el motivo de seguir con mi blog.

El Universo me irá poniendo en mi camino aquello para lo que esté preparada, y de momento aunque piense que no pasa nada, porque no lo veo, siento que estoy creciendo en silencio...

Puede que más de uno de ustedes necesiten idolatrar, copiar, seguir...pero está bien, ya que cada uno vive su proceso y en realidad al final, todo estará bien.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Quien realmente soy...

Estoy en un momento de mi vida en el que me he dado cuenta de que no puedo seguir así...tengo unas cualidades innatas, que no sé controlar.

No sé vivir sin juzgar y sin quejarme, y además tengo un "pronto" muy malo, es decir, soy como el doctor Jekyll y el señor Hyde...y no es broma...va en serio, soy así.

Hasta hace unos años, no era ni consciente de ello...así que supongo que ya he dado un paso. He hecho consciente, lo inconsciente.

Pero ahora me toca hacerle frente...no puedo seguir así.

No tengo el derecho de juzgar a nadie. Pero habiéndome criado en un barrio, donde nos diferenciábamos entre "los pelaos", "los guarros", "los frikis", y lo peor era no pertenecer a ningún grupo...porque ni existías entonces...pues es complicado no juzgar.

A la que conozco a alguien, simplemente viéndolo, le pongo una "etiqueta". Me paso el día poniendo etiquetas...tengo etiquetado a cada ser humano que se ha cruzado en mi camino...y no puedo seguir así. No tengo ningún derecho a hacerlo.

Estoy, simplemente, aprendiendo a darme cuenta de que todos somos iguales. Que lo único que nos diferencia, es nuestro recorrido...pero en el fondo de nuestro ser, todos somos lo mismo, almas encarnadas. Y siendo almas como somos, debo respetarlas por igual. No tengo derecho alguno a juzgarlas, ni a etiquetarlas...pero me resulta tan difícil no hacerlo...Es tan sencillo juzgar al prójimo por sus actos, por lo menos para mí. Me he dedicado toda mi vida a hacerlo.

Pero si miro atrás...todo aquello que he criticado, me lo he "comido" luego. Así que creo que debería darme "algún puntito en la boca" de vez en cuando...

Por ejemplo. He criticado siempre a aquellas chicas que se liaban con el novio de alguna amiga. Era como una regla sagrada en mi vida. Y lo juzgaba como algo súper negativo...hasta que el Universo me puso una lección en mi camino...me enamoré del novio de una amiga, y él se enamoró de mí. Y encima nos liamos mientras eran novios. Así que mi amiga se convirtió en "mi amiga la cornuda". Perdóname Andrea, lo siento. Luego él la dejó y empezamos nuestra relación. Acabó casi diez años después, ya que él se convirtió en mi ex, el de la Play Station.
Y lo bueno, es que él siempre criticó lo mismo. Decía que hay mil mujeres en el mundo, como para tener que liarte con la ex de algún colega...y esa era yo. La ex de su mejor amigo, unos años antes. Pero fue a hablar con él. Le pidió permiso a su gran colega por así decirlo. Para salir con la ex de un amigo pidió permiso, pero romperle el corazón a su novia de cuatro o cinco años...no le importó. Qué cosas tiene la vida ¿eh?

Otro ejemplo. He criticado siempre a las amas de casa. He crecido en un momento de la sociedad donde me han formado para ser una mujer trabajadora y tener independencia económica. También influye, supongo, el haber crecido en un grupo de amigos, donde el machismo corría por las venas. Y hasta que el Universo hizo que fuese yo la ama de casa...lo critiqué. Para mí eran vividoras, mujeres mantenidas que han encontrado al típico "tonto" que las mantiene. Siento decirlo con esa claridad...pero no estoy aquí para enmascararme, sino para abrirme en canal, y ver mi oscuridad...para así enfrentarme a ella y aprender. Porque al fin y al cabo, para eso estoy aquí, para aprender.

No hay errores, sino lecciones. Y yo les aseguro que lecciones he tenido bastantes en la vida...el Universo me acompaña, y cada vez que juzgo algo con determinación y creo una norma de vida...viene él y consigue que la salte. Solo le falta gritarme:
-Cristina...que no hay normas...aprende de una vez. Deja ya de juzgar!

Y es verdad...no tengo ningún derecho. Hasta ahora no he sido consciente de lo equivocada que estaba, y del daño que he podido ocasionar con ello. Desde aquí pido disculpas a todas las personas que he juzgado y a todas las que he etiquetado a lo largo de mi vida, ya que ahora sí soy consciente y pido perdón. Y les aseguro que voy a seguir luchando día a día para dejar de hacerlo, deseo conseguir aceptar la experiencia de cada ser, y respetarla.

Otra de mis cualidades innatas es la queja. Tengo una capacidad impresionante para quejarme por todo lo que desde mi juicio, no me guste, o no me vaya bien en ese momento...porque ahora soy consciente de que todas mis quejas vienen ocasionadas por mi actitud.

Puedo quejarme porque hoy me toca trabajar. Porque llueva. Porque haga calor. Porque haga frío. Porque haya caravana. Porque no me apetezca cocinar. Porque tenga que repasar los baños. Porque tenga que sacar a los perros. Porque tenga que ir a comprar. Porque suene el teléfono. Porque...lo que sea...me puedo quejar de todo hoy...y mañana con la misma situación, puede que no me queje. Y saben ¿cuál habrá sido la diferencia? Mi estado de ánimo, mi actitud ante lo que suceda...es así de triste...me quejo por puro egoísmo personal de cómo me encuentro hoy o cómo me sienta ahora mismo.

Así que, pido perdón de nuevo, porque no puede ser...no puedo ser así. No puedo vivir en una queja continúa, porque no sirve de nada. Solo sirve para verbalizar incoherencias, para desahogarme en voz alta...pero eso no soluciona nada. Así que voy a seguir, bueno, voy a empezar...ya que en este ámbito no he empezado todavía. Voy a empezar a dejar de quejarme. Voy a comenzar a afrontar con otra actitud aquello que "no me venga en gana". No puedo continuar siendo una niña quejica, porque la época de ser niña pasó, y hacerse mayor conlleva una experiencia detrás...y debo repasarla.

Y mi última gran cualidad es mi "pronto"...soy capaz de convertirme en 0,1 segundos en el señor Hyde. Hace años me duraba más este "pronto", ahora me dura menos...pero no tengo capacidad de auto control todavía. Cuando algo me enfada...me brota desde lo más profundo de mi ser una "mala hostia" que sale en forma de grito o mala contestación. Me cambia la expresión de la cara. Me enfado. Y arraso verbalmente con quien se ponga en mi camino. A día de hoy, al cabo de unos minutos, me doy cuenta, y me arrepiento. Y pienso:
- ¿ Y de qué me sirve?

Pues de nada, absolutamente de nada. Es una pérdida de control, un dejarme llevar por ese momento de enfado...así que voy a seguir luchando contra ello.

Con los años he logrado que sean menos frecuentes y menos intensos...pero aún no los he erradicado. Y lo tengo que lograr. Porque acabo contestando de malas maneras a las personas que más quiero, porque es con las que me sale ese "pronto"...solo sale en la zona de confort, con mis seres más allegados...y no puede ser. Son los que más quiero, y a los que hiero. Muy incongruente por mi parte.

Así que aquí estoy...sacando mis grandes cualidades, para ver si poniéndolas encima de la mesa, soy capaz de avergonzarme y ser consciente de que tengo que aprender mucho todavía. Así que pasito a pasito, pero sin pausa...



martes, 29 de agosto de 2017

Las normas de la vida...¿existen o nos lo han hecho creer?

Voy siendo consciente según avanza mi experiencia como Cristina, de que mi "libro de la vida" o creencias, a día de hoy, no son muy habituales en la sociedad, soy una "rara avis"...y si miro atrás voy siendo consciente de que siempre he tenido actuaciones no muy "normales"...voy a intentar explicarme...deseo conseguirlo.

Existe un gran porcentaje de la sociedad que tiene grabado, podríamos decir, un libro del bien y del mal, y yo hasta no hace mucho, también lo tenía...estaba basado en las creencias que me han transmitido mis padres, mis profesores, mis amigos, mis familiares, el momento histórico que he vivido, es decir, el escenario en el que me he movido, me ha creado un sistema de creencias en mi parte racional, y lo usaba constantemente para juzgar todo lo que pasaba a mi alrededor...

Siempre he tenido comportamientos únicos, que no sé de dónde salían, pero que los sentía así, cómo puede ser la relación con mis padres. Jamás he entendido que mis padres, por el simple hecho de ser mis padres, están por encima mío, como si hubiese escalones, y yo por estar debajo he de callarme porque lo dicen ellos y punto, por ejemplo. Y basado en este ejemplo, cualquier argumento por su parte que estuviese basado en ese criterio, incluso si alguna vez me levantaba la mano, porque les faltaba el respeto, mi respuesta era:
- El dolor de tu bofetada pasará, pero yo seguiré igual...no sois más que yo, somos iguales, y no pienso no contestarte solo porque lo digas tú...de la misma forma, no me contestes tú a mí.
Seguramente les parecerá extraña mi respuesta, pero les aseguro que lo sentía así. No entiendo las dictaduras, y eso lo es...no comprendo esas relaciones de padres e hijos donde no saben ni la mitad de lo que han hecho sus hijos, porque para no hacerles daño, evitan comunicarse...y para mí una relación se basa en la comunicación, así que a nivel racional, no lo comprendo.
A día de hoy he crecido y sigo sin entender ese respeto como "más grande", si pudiésemos cuantificarlo, que se le debe tener a ciertas personas, porque parece que existe un libro de normas a seguir o algo así, unas normas que no sé quién puso, pero a mí no me consultaron, y yo no hago lo que debo, sino lo que siento.

De este modo, yo respeto a todos por igual...no tiene mi padre o mi madre mayor respeto, por el hecho de ser mis padres, nos respetamos de forma recíproca. No respeto más a un alto cargo del estado, o de una empresa o de dónde sea...no respeto más a los altos cargos, mi respeto lo tienen todas las personas, me da igual su posición social, familiar, económica...tiene mi respeto por el simple hecho de existir.

De este modo, a lo largo de los años, la relación con mis padres no está basada en que tengo deberes u obligaciones hacía ellos, ni ellos conmigo...yo no he nacido para cumplir sus expectativas, ni para no defraudarles, ni para nada que ellos proyecten en mí...yo he nacido para vivir mi propia experiencia de vida, y en base a mis actos, hemos creado ese tipo de relación, seguramente no les ha quedado otro remedio...somos seres independientes, con emociones, sensaciones y vivencias basadas en nuestro recorrido.

Así que esa norma que está escrita en el libro de las reglas de la vida que dice, "no defraudarás a tus padres", y muchos la llevan grabada en su ser, yo les digo que en mi libro no está, me salté la clase ese día alomejor...pero yo no siento que defraude a mis padres, sino que si ellos se sienten defraudados es cosa de ellos y se lo tendrán que trabajar. Yo ya me lo trabajaré si siento que me defraudan a mí, que también podría darse el caso.

Yo soy responsable de mis emociones, no de las emociones de los demás.

Mis padres lo pasarían fatal durante todos mis años de drogadicción, pero sucedió así, y fue nuestra experiencia. Yo lo sufrí desde mi personaje en la escena y ellos desde el suyo. Ellos no se han de sentir culpables porque yo me metí en la droga y puedan sentir que fallaron como padres, y yo no me siento culpable sintiendo que no fui buena hija...fue una experiencia vivida, y nacemos para experimentar, sin más.

Estamos acostumbrados a analizar las situaciones siempre preguntando ¿por qué?, cuando la pregunta también se podría enfocar desde ¿para qué?

Me resulta curioso que en este libro de Normas de la vida, parece que está mal si estás en pareja y te enamoras de otro; está mal si te enamoras del novio de tu amiga; está mal si te casas y te divorcias (aunque este apartado del libro de las normas, ya lo están actualizando...supongo que lo actualizan como las apps); está mal si tienes un trabajo fijo y lo dejas para irte al paro, aunque fueses infeliz; está mal no trabajar si estás en época de estar en activo; está mal no asistir a la boda de alguien cercano porque en el libro sale en negrita y como obligación; está mal empezar una relación con alguien con varios hijos, si no tiene el otro; está mal no tener hijos...y podría seguir escribiendo mil casos más, el libro es infinito...así que podríamos resumir el libro en un titular:
Está mal seguir nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, dejarse fluir, confiar en el Universo/Dios...porque nos perseguirá el juicio ajeno, y puede que permitamos incluso que nos influya, haciendo que no vivamos nuestra propia experiencia, sino la experiencia que esperan los demás de nosotros.

La vida no tiene normas, no existe un libro del bien y del mal, TODO ESTÁ BIEN TAL Y COMO SUCEDE...a pesar de que el hemisferio racional no logre comprenderlo, a pesar de que desde nuestro propio juicio hayan actos que no comprendamos, ni compartamos y rechacemos...simplemente empiezan los juicios personales.

Sé que es difícil de entender, y sobretodo de llevar a cabo en la práctica...lo vivo diariamente...pero una vez que la teoría impregna tu ser, la vida comienza a verse desde otra perspectiva...es como cuando en la película La llegada (The Arrival), la protagonista aprende ese lenguaje extraterrestre y gracias a ello le cambia la visión del tiempo y la realidad.

Cada ser está viviendo su propio proceso, todo es un proceso y al final del proceso...todo estará bien, y sino, simplemente no es el final.