jueves, 20 de junio de 2019

Volver a lo esencial

Algo está cambiando dentro de mí.

El llevar siete meses inmersa en criar a baby Valentina me ha hecho conectar de nuevo con lo esencial...y ello está derivando en sentir que no necesito ni una cuarta parte de todo lo que tengo para vivir.

Es como si viese de golpe que he caído en el consumismo casi sin darme ni cuenta.

Llevo siete meses usando el mismo bolso, y todos los demás no me sirven para nada...he desconectado el programa interno de combinar, de ir a la moda...solo me apetece vestirme con ropa cómoda, holgada, nada apretado, y tela de algodón o lino.

Durante el embarazo dejé de echarme perfume y volví a la colonia que usaba de pequeña, esa que toda la vida ha formado parte de mi casa...y es la que me apetece que me siga acompañando.

Volví a usar el jabón que se ha usado en casa de mis padres toda la vida.

He vuelto a mis orígenes.

Me acuerdo en la adolescencia que solo tenía unas bambas y una chaqueta...cuando se estropeaba me compraba otra...y no sé muy bien cuando entré en este mundo de comprarme chaquetas para combinar, zapatos y bambas para vestir con diferentes conjuntos, diferentes bolsos para alternarlos...en definitiva que no sé a qué se debe pero todo me sobra y me apetece volver a vivir con lo esencial.

La mayoría de todo lo que hay en el vestidor no lo necesito y es exceso de pertenencias.

He caído en el mundo de la moda y el consumo...pero no sé desde cuándo...ni tampoco sé cómo fue.

Y me asusta ser consciente de cómo me he dejado manipular, dirigir y usar por un sistema de consumo, marketing y publicidad...sin darme ni cuenta.

Solo sé que algo dentro de mí ha cambiado y la maternidad me está transformando, no sé si será para mejor o peor...pero he vuelto a ver la sencillez de la vida, la simpleza del día a día y la empatía que me genera la austeridad.

Por eso supongo que cada vez me siento más lejos de la mayoría de seres humanos, más frecuentemente siento que no encajo con ese gran porcentaje de la sociedad, en más ocasiones siento que conecto con pocos a pesar de que me relacione con muchos...y por fortuna mi compañero de viaje está en el mismo momento que yo...así que compartimos sensaciones, emociones y rarezas.

Me asombra ver cómo van pasando los años y cómo me voy transformando, porque todo lo que vivo me va moldeando...y ser consciente de los cambios personales es un regalo.

Así que continuamos viajando por el sendero de la vida, no sé cuánto tiempo más...pero seguro que seguiré cambiando y evolucionado...porque en definitiva de eso trata la Vida.