martes, 29 de agosto de 2017

Las normas de la vida...¿existen o nos lo han hecho creer?

Voy siendo consciente según avanza mi experiencia como Cristina, de que mi "libro de la vida" o creencias, a día de hoy, no son muy habituales en la sociedad, soy una "rara avis"...y si miro atrás voy siendo consciente de que siempre he tenido actuaciones no muy "normales"...voy a intentar explicarme...deseo conseguirlo.

Existe un gran porcentaje de la sociedad que tiene grabado, podríamos decir, un libro del bien y del mal, y yo hasta no hace mucho, también lo tenía...estaba basado en las creencias que me han transmitido mis padres, mis profesores, mis amigos, mis familiares, el momento histórico que he vivido, es decir, el escenario en el que me he movido, me ha creado un sistema de creencias en mi parte racional, y lo usaba constantemente para juzgar todo lo que pasaba a mi alrededor...

Siempre he tenido comportamientos únicos, que no sé de dónde salían, pero que los sentía así, cómo puede ser la relación con mis padres. Jamás he entendido que mis padres, por el simple hecho de ser mis padres, están por encima mío, como si hubiese escalones, y yo por estar debajo he de callarme porque lo dicen ellos y punto, por ejemplo. Y basado en este ejemplo, cualquier argumento por su parte que estuviese basado en ese criterio, incluso si alguna vez me levantaba la mano, porque les faltaba el respeto, mi respuesta era:
- El dolor de tu bofetada pasará, pero yo seguiré igual...no sois más que yo, somos iguales, y no pienso no contestarte solo porque lo digas tú...de la misma forma, no me contestes tú a mí.
Seguramente les parecerá extraña mi respuesta, pero les aseguro que lo sentía así. No entiendo las dictaduras, y eso lo es...no comprendo esas relaciones de padres e hijos donde no saben ni la mitad de lo que han hecho sus hijos, porque para no hacerles daño, evitan comunicarse...y para mí una relación se basa en la comunicación, así que a nivel racional, no lo comprendo.
A día de hoy he crecido y sigo sin entender ese respeto como "más grande", si pudiésemos cuantificarlo, que se le debe tener a ciertas personas, porque parece que existe un libro de normas a seguir o algo así, unas normas que no sé quién puso, pero a mí no me consultaron, y yo no hago lo que debo, sino lo que siento.

De este modo, yo respeto a todos por igual...no tiene mi padre o mi madre mayor respeto, por el hecho de ser mis padres, nos respetamos de forma recíproca. No respeto más a un alto cargo del estado, o de una empresa o de dónde sea...no respeto más a los altos cargos, mi respeto lo tienen todas las personas, me da igual su posición social, familiar, económica...tiene mi respeto por el simple hecho de existir.

De este modo, a lo largo de los años, la relación con mis padres no está basada en que tengo deberes u obligaciones hacía ellos, ni ellos conmigo...yo no he nacido para cumplir sus expectativas, ni para no defraudarles, ni para nada que ellos proyecten en mí...yo he nacido para vivir mi propia experiencia de vida, y en base a mis actos, hemos creado ese tipo de relación, seguramente no les ha quedado otro remedio...somos seres independientes, con emociones, sensaciones y vivencias basadas en nuestro recorrido.

Así que esa norma que está escrita en el libro de las reglas de la vida que dice, "no defraudarás a tus padres", y muchos la llevan grabada en su ser, yo les digo que en mi libro no está, me salté la clase ese día alomejor...pero yo no siento que defraude a mis padres, sino que si ellos se sienten defraudados es cosa de ellos y se lo tendrán que trabajar. Yo ya me lo trabajaré si siento que me defraudan a mí, que también podría darse el caso.

Yo soy responsable de mis emociones, no de las emociones de los demás.

Mis padres lo pasarían fatal durante todos mis años de drogadicción, pero sucedió así, y fue nuestra experiencia. Yo lo sufrí desde mi personaje en la escena y ellos desde el suyo. Ellos no se han de sentir culpables porque yo me metí en la droga y puedan sentir que fallaron como padres, y yo no me siento culpable sintiendo que no fui buena hija...fue una experiencia vivida, y nacemos para experimentar, sin más.

Estamos acostumbrados a analizar las situaciones siempre preguntando ¿por qué?, cuando la pregunta también se podría enfocar desde ¿para qué?

Me resulta curioso que en este libro de Normas de la vida, parece que está mal si estás en pareja y te enamoras de otro; está mal si te enamoras del novio de tu amiga; está mal si te casas y te divorcias (aunque este apartado del libro de las normas, ya lo están actualizando...supongo que lo actualizan como las apps); está mal si tienes un trabajo fijo y lo dejas para irte al paro, aunque fueses infeliz; está mal no trabajar si estás en época de estar en activo; está mal no asistir a la boda de alguien cercano porque en el libro sale en negrita y como obligación; está mal empezar una relación con alguien con varios hijos, si no tiene el otro; está mal no tener hijos...y podría seguir escribiendo mil casos más, el libro es infinito...así que podríamos resumir el libro en un titular:
Está mal seguir nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, dejarse fluir, confiar en el Universo/Dios...porque nos perseguirá el juicio ajeno, y puede que permitamos incluso que nos influya, haciendo que no vivamos nuestra propia experiencia, sino la experiencia que esperan los demás de nosotros.

La vida no tiene normas, no existe un libro del bien y del mal, TODO ESTÁ BIEN TAL Y COMO SUCEDE...a pesar de que el hemisferio racional no logre comprenderlo, a pesar de que desde nuestro propio juicio hayan actos que no comprendamos, ni compartamos y rechacemos...simplemente empiezan los juicios personales.

Sé que es difícil de entender, y sobretodo de llevar a cabo en la práctica...lo vivo diariamente...pero una vez que la teoría impregna tu ser, la vida comienza a verse desde otra perspectiva...es como cuando en la película La llegada (The Arrival), la protagonista aprende ese lenguaje extraterrestre y gracias a ello le cambia la visión del tiempo y la realidad.

Cada ser está viviendo su propio proceso, todo es un proceso y al final del proceso...todo estará bien, y sino, simplemente no es el final.


domingo, 20 de agosto de 2017

Las diferentes ligas

Todos somos seres humanos, eso lo tengo claro...pero no todos jugamos en la misma liga dentro del juego de la vida, o si les parece mejor, lo pueden describir como diferentes deportes, pero al fin y al cabo, creo que nos referimos a lo mismo, ya que mi intención no es juzgar las ligas en mejores o peores, sino simplemente en diferentes...pero todas están bien...todo está bien tal y como está, sino no existiría...
El otro día intenté transmitir las diferentes formas en las que vivimos los seres humanos, individualidad versus colectividad, y hoy mi deseo es seguir desgranando un poquito más estas diferentes formas de vida...y la nomenclatura que uso es "diferentes ligas", porque un día me lo comentaron y me gustó el concepto, sin más.
Existen dos ligas. Voy a empezar por la mayoritaria, la que más abunda, la más popular, si fuese una persona la llamarían, influencer.
Esta primera liga es donde los seres humanos se reúnen para pasar un buen rato, ya sea en bares, restaurantes, playas, casas de amigos, familiares...se reúnen para hablar de banalidades, de temas superficiales, de los demás, o incluso de ellos mismos, pero de ellos solo hablan de lo que quieren mostrar, o de lo que se permiten...porque en esta liga no se habla de las emociones o sensaciones reales, esas se dejan para mañana, se evitan, no se miran de frente, asustan.
En esta liga el aspecto físico es muy importante, porque viven de fuera hacia dentro, así que tanto si sienten que están o no dentro de los cánones de belleza que marca la sociedad, explotan su aspecto físico, ya sea el pelazo, las curvis, el tipazo, las pestañas, las uñas...lo que sea...y ahora la moda en esta liga está empezando a ser maquillarse de forma natural...y a mí que estos dos conceptos no me cuadran...pero bueno, sigo, que sino me voy por las ramas...
En esta liga podría decir que su lema es, hay que vivir al máximo, disfrutar, que la vida son dos días...por eso les encanta viajar, conocer mundo, culturas...siempre se nutren de fuera hacia dentro.
Les encanta estar rodeados de gente, se consideran sociables...y no son amigos de la soledad, van al cine, centros comerciales, parques de atracciones, parques acuáticos...la cuestión es estar entretenidos, divertirse...ocupar el tiempo.
Su vida sigue una lista de la compra: nacen, crecen, se reproducen y mueren...y lo hacen porque es lo que toca, no paran a profundizar, reflexionar, sentir...nada, sencillamente se dejan arrastrar por el ritmo que marca la sociedad.
Muchos seres humanos, en esta liga, llegan a la edad avanzada llenas de carencias emocionales, infelices...pero ocultan sus emociones reales a través de vivir esa etapa a través de los nietos, ya que sus vidas han estado llenas gracias a vivir las emociones a través de los hijos, no olvidemos que viven de fuera hacia dentro, no saben lo que es conectar con su interior, conocerse, escucharse, sentirse...conocen la vida del vecino, mejor que a ellos mismos.
Tienen otra característica, normalmente la culpa de todo está fuera, no es el trabajo adecuado, no es la pareja adecuada, no es la amistad adecuada...no suelen ver la grandeza que ofrece ser consciente de que nuestra perspectiva no es la correcta, simplemente es una perspectiva más.
En esta liga está basada la sociedad, en esta liga estamos todos, la diferencia es el tiempo, es decir, unos estamos un tiempo y otros se pasan toda su experiencia de vida en ella, nunca descubren la otra liga, se quedan a medias en el juego de la vida, por lo menos en esta...pero no pasa nada, todo está bien así, simplemente necesitan más vidas para ser conscientes...y no sufran porque el tiempo y el espacio, en realidad, no existen.
Y luego estamos los que, cada uno con su propia historia personal detrás, hemos contactado con nuestro interior y hemos llegado a jugar en esta otra liga, una liga minoritaria, nos llaman "antisociales o ermitaños", pero no corresponde exactamente a esa nomenclatura. Simplemente nos aburre la otra liga, nos gusta para un rato, es divertida, sin más...pero nuestro lema de vida es "fluir", fluimos al ritmo que marca la vida en cada momento, nuestra vida son momentos, instantes, basados en el aquí y el ahora, solo existe este momento, y mientras lo vivo, pasa...algunos incluso tenemos claro que en cualquier momento se acaba el juego, y no pasa nada...como me dijo el otro día un compañero de liga, la "putada" es nacer, nos han contado el cuento al revés, y la muerte, cuando nos llegue, será simplemente un tránsito.
En esta liga disfrutamos de los "conciertos de silencio", la soledad para nosotros es una maestra...y en muchas ocasiones sentimos que los amigos o familiares son "ladrones de tiempo", al principio este concepto puede hacer sentir culpa, pero es una realidad, sin más.
Dedicamos tiempo a conocernos, escucharnos, sentirnos...Hemos pasado del ver para creer, al creer para ver, porque las dudas nos hacen avanzar...experimentamos por nosotros mismos para poder opinar sobre algo, y sino, callamos.
Nos gusta leer, pasar tiempo con nosotros mismos y con los demás, pero para saciar nuestra curiosidad y ambición de conocimiento, ya que tenemos ambición de conocimiento y no de dinero.
Hemos descubierto que la vida no tiene una lista de la compra, es decir, no hay cosas por hacer, sino que lo que hagamos está bien, y sino lo hacemos, también.
Nos encanta encontrar seres humanos que jueguen en esta liga, es maravilloso encontrar personitas diferentes, ya que podemos intercambiar emociones, sensaciones, experiencias, porque hablamos sin tapujos, explicamos nuestras vivencias tal y como son, no "postureando", ni contando solo lo que queda bien, y siempre estamos dispuestos a aprender, gozamos aprendiendo...nos sentimos como si fuésemos niños alrededor del fuego escuchando historias de un mayor de la tribu.
Pero estamos agusto con personas de la otra liga también, pero un rato, porque llega un momento que necesitamos volver a nuestra soledad, nuestra lectura, nuestro silencio...me atrevo a decir que llega un momento que una voz interna dice "me aburro".
Así, conociendo las dos ligas, aprendí que me encanta ser "antisocial o ermitaña" o todo lo que me quieran llamar, ya que no dejan de ser juicios personales que yo no comparto. Sencillamente me siento una chica que habla de emociones, pero es un tema que pocas personas se permiten expresar, puesto que vivimos en un mundo de postureo y poca realidad emocional.
Me gustaría terminar citando una frase de Ernest Hemingway, que compartió conmigo el otro día un compañero de liga que acabo de conocer, otra "causalidad" más, por eso la magia de la vida me tiene tan enamorada, y la frase dice así: "No hay nada noble en ser superior a tus semejantes, la verdadera nobleza está en ser superior a tu antiguo yo".


miércoles, 16 de agosto de 2017

Individualidad versus colectividad

Qué ganas tenía de sentarme, salir del ritmo que te impone el mundo y cobijarme en mi soledad, para volver a marcar yo el ritmo de mi vida...desde que he vuelto al mundo laboral vivo en desorden, y el motivo es muy simple, es un trabajo de pocas horas pero sin horario fijo, en cualquier momento puede salir un requerimiento para asistir un vuelo privado...así que con lo que me gusta el orden y la organización, la vida me ha puesto una gran prueba, que de momento no llevo demasiado bien...ya que a pesar de que el trabajo sea de difícil organización, se podría planear mucho mejor el día a día, pero yo acabo de llegar, y no me corresponde...vuelvo a encontrarme con lo habitual en el mundo laboral, los cargos de mando carecen de esa capacidad de "saber hacer", y se excenden en mirar por ellos mismos...siempre hay excepciones, con alguna me he encontrado en mis 11 años trabajados, pero he de reconocer que muy pocas.
Y me viene de perlas este ejemplo para empezar a reflexionar, ya que deseo intentar transmitir mi idea, y este tipo de personas forman parte de la individualidad. Seguramente se pregunten, ¿a qué te refieres con ese concepto? Pues allá voy...
Existen dos tipos de seres humanos, y dentro de cada tipo existen diferentes ligas(que ya desarrollaré en otro post), pero mi intención no es juzgarlas en mejor o peor, sino, simplemente en diferentes.
Existen seres humanos que pertenecen a la individualidad, y me van a entender rápido, ya que con ese concepto me refiero a las personas que viven en su propia burbuja, no circulan por la carretera por el carril derecho, les da igual si molestan a los demás, porque ellos solo ven su trayecto, van solos por el mundo; son los mismos que apenas usan los intermitentes, ya que no necesitan señalizar nada, porque no empatizan con el resto, ellos van solos por el mundo, en su propia burbuja; son los mismos que cuando van andando por la acera, no se apartan, se ha de apartar el que viene de frente y dejarles paso; de la misma forma que cuando encuentran a alguien y se paran hablar, lo hacen en todo el medio de la acera, supongo que dirán, me paro aquí y punto, porque sino, no logro entenderlo; son los mismos que cuando van a la cola del aeropuerto intentan estar sentados esperando que los demás formen colas para embarcar, y de repente se levantan y se intentan colar, ya que no piensan en que los demás han estado ahí un buen rato de pie para tener su orden de embarque; son los mismos que se cuelan en las colas de la charcutería, frutería, supermercado...en cualquier sitio, ellos llegan y quieren pagar, si había alguien delante haciendo cola y abren una caja nueva, estos seres humanos van directos a ser los primeros, el orden les da igual; también son aquellos que quedan contigo para tomar algo y te hacen acompañarles a hacer sus recados, porque ¿para qué los van a hacer antes?, así vas con ellos; son aquellos que te llaman y se acuerdan de ti solo cuando tienen algún problema, porque les das paz, pero si no necesitan nada, no se acuerdan de ti...y así podría seguir escribiendo ejemplos sin parar...pero creo que ya ha quedado más o menos claro el concepto. Y hablo en masculino porque me refiero a seres humanos, el sexo me da exactamente igual, en esta clasificación les aseguro que sí existe la igualdad.
Y el otro tipo de personas somos aquellos seres humanos que vivimos en colectividad, usamos siempre el carril derecho y los demás están para adelantar, porque conducimos en conjunto con el resto de vehículos, es un baile entre muchos, no voy sola en la carretera; usamos los intermitentes para señalizar, ya que el resto de vehículos debe saber mis movimientos, todos somos uno, no vamos solos; cuando vamos andando siempre estamos atentos por si hay alguien delante para apartarnos, no somos un obstáculo; si aparece alguien y nos paramos a hablar, nos apartamos a un lado de la acera para dejar vía libre para los transeúntes; en la cola del aeropuerto, una vez que empieza el embarque por filas, escuchamos a los trabajadores y nos ponemos de la 15 a la 30 o de la 1 a la 15, y hacemos nuestra cola con educación; en la cola de la charcutería, frutería, supermercado...nos ponemos al final, y si hay que pedir la vez, la pedimos, empatizamos con el resto de la humanidad; si quedamos con alguien, le dedicamos nuestro tiempo, los recados los hacemos antes o después, porque nos apetece tomar algo y charlar tranquilamente, mis amigos no son mis asistentes; si llamo a alguien es para saber de él o ella, yo para contar mis problemas me voy a un psicólogo, o escribo, no me acuerdo de la gente solo por mi interés personal...y así podría también seguir hasta el infinito...
Con este post mi intención no es hacer sentir mal a nadie, ni criticar...solo intento poner encima de la mesa aquello que observo para que reflexionemos un poquito, que no todo es hacerse selfies y colgar las fotos en las redes sociales...
Así que no sé a qué tipo de personas pertenecen...pero me gustaría recordarles que somos seres independientes viviendo en comunidad, que nuestros actos pueden tener consecuencias para el prójimo, que hay que tratar al prójimo como nos gustaría que nos tratasen a nosotros y sobretodo no olviden que todos somos uno, la solución no es la independencia, sino la solución global...venimos de la unidad y volveremos a ella cuando fallezcamos.