sábado, 6 de abril de 2019

La liberación de exteriorizar

Cada vez soy más consciente de que la clave de todo no es la autoayuda, sino la ayuda mutua.

Este fue uno de los motivos por los que abrí este blog.

Compartir mis experiencias y mis emociones es terapéutico para mí, porque dedico ese momento para ordenar todo lo que tengo dentro y lo vuelco en palabras, pero a la vez, mi propia experiencia puede resonar en otras personas y hacerles reflexionar o simplemente, sentir.

Dicen que vivimos en un momento de “postureo”, pero eso siempre ha sido así.

Yo he tenido amigas que sólo han compartido lo bueno que les sucedía, pero sus emociones reales no las exteriorizaban...y por aquel entonces no existían las redes sociales.

Así que en realidad, cada uno en sus redes se muestra tal y como es.

Existe un miedo al rechazo; a no estar a la altura de no sé qué; a que te critiquen por sentir lo que sea que sientes; a ocultar esas partes de tu vida de las que no puedes sentirte orgulloso y alardear de ello; a ser alguien que en el fondo no eres porque no te permites ser tú mismo con autenticidad...y detrás está solo el miedo.

Parece que solo tenemos que pensar en positivo, mostrar lo idílico, enseñar la parte buena de nuestro día a día...pero eso en realidad es no permitirnos Ser en plenitud, ya que la vida no solo es disfrutar y vivir de forma positiva y feliz de forma continuada, sino que la vida es Sentir, y esa palabra engloba cualquier emoción, sea la que sea.

Sentir forma parte de Vivir.

Las emociones son la grandeza del ser humano.

Permitirte sentir cualquier emoción que surja es vivir en plenitud.

Todos tenemos épocas, días o momentos donde la felicidad no tiene presencia, pero esas partes de la vida son las que a la larga te enseñan y te hacen aprender. No maduramos en los buenos momentos, sino como consecuencia de aquellos menos buenos...y eso es una realidad.

Mostrar tus sombras, tus sentimientos o tus emociones no te hace más vulnerable, sino que por el contrario te libera y te da fuerza para aceptar esas partes de tu vida que parece que no se pueden mostrar porque no sé quién nos dijo que se han de guardar en casa.

Me compadezco de todas aquellas personas que no viven en plenitud permitiéndose aceptar cualquier etapa de su vida donde puede que socialmente tengan que esconder porque dentro del “postureo” no encaja...y por el contrario me emociona comprobar cómo muchos se animan a compartir sus experiencias gracias a leer las mías, porque de verdad que exteriorizar no es más que dejar de engañarnos a nosotros mismos, y permitirnos Ser.

Intentar mostrar solo una parte de nuestro yo es vivir en la mediocridad, y la grandeza está en liberarte y ser capaz de aceptarte en plenitud.

Pocas personas se muestran tal cual son por las redes sociales, pero cuando las encuentro, me conquistan y es un regalo ir descubriéndolas.

Como siempre digo, a mí hace mucho que dejaron de conquistarme los cuerpos y pasaron a fascinarme las Almas.