lunes, 5 de marzo de 2018

Todo lo que necesitas es menos


Me encuentro en un momento de mi trayecto de vida en el que creo que estoy perdiendo la cordura o puede que la esté recuperando y antes creía tenerla y no era así…no sé…que lío…

La cuestión es que el Dios del s.XXI es san Dinero, y su patrón San Consumismo.

Creo que es el invento humano para dominar a la población que más seguidores tiene…y vaya si estamos dominados por él…es como una secta.

Un elevadísimo porcentaje de la población está regido por sus creencias, y nos creemos todo lo que nos dicen, sin cuestionarnos nada, nos dejamos manejar a su antojo, nos influyen en pensamientos, comportamientos, creencias…y aquí todos somos sumisos a unos patrones creados por alguien…y nos creemos libres…

Nos han hecho creer que somos más felices en un ático con terraza que en un bajo interior, y si vivimos en un chalet ya casi llegamos al limbo; que ir al trabajo conduciendo un coche de alta gama nos hace más felices que ir en un coche de más de 15 años; que si ganamos 3000€ somos más felices que si ganamos 800€; que existen modas, tendencias, cánones de belleza que son reales y que hay que seguir; que tenemos necesidades innecesarias que nos han hecho verlas como casi vitales…y lo curioso es que todo lo que creemos que nos haría más felices, en realidad no lo sabemos, ya que no lo hemos experimentado por nosotros mismos,  pero nos hemos creído a pies juntillas que es así y punto…y luego vienen y me dicen que la vida acaba en la muerte, que no existe nada más, porque no tienen evidencias, cuando en realidad existen millones de testimonios que acreditan su experiencia cercana a la muerte, o incluso un libro llamado Consciencia más allá de la vida, donde Pin Van Lommel hace una recopilación de pruebas científicas demostrando que no puede atribuirse a la imaginación, la psicosis o la falta de oxígeno…

Para unas cosas tan incrédulos y para San Dinero tan abducidos…

Pues yo he salido de la secta, y me siento liberada…he recordado que el dinero y la felicidad no tienen absolutamente nada que ver, es mezclar tocino y velocidad.

He salido de esas fábulas que me creaban desde la publicidad y el marketing en las que me hacían seguir unas modas y tendencias, incluso algo tan simple como tener dos bodas de una misma familia y no poder repetir el vestido porque existe una regla que dice que no se puede repetir, hay que comprar otro.

Ya no me creo los cánones de belleza que me han inculcado y era esclava de ellos creyendo que no, pero sí, ahora he aprendido a aceptar mi cuerpo y el de los demás…ahora, para mí, carecen de sentido las comparaciones de peor y mejor vestidas e incluso los Argggs, muy típico en las revistas…las comparaciones solo reducen mi energía…

He llegado a ser consciente de que tengo ropa hasta que me muera creo, que por ir vestida siempre igual no me van a quemar en la hoguera, parece que vivía como con miedo…ponerme unos pantalones de campana en pleno auge del pitillo, era como algo prohibido, ahora me pongo lo que tengo, y voy tan a gusto…

He despertado del consumismo al que me permití entrar en su día y vivía como algo normal lo mismo que ahora veo anormal…es curioso como la misma realidad es diferente para mí misma.

La realidad siempre está sometida a la percepción de quién la mira, no existe la realidad única y absoluta…y guiados por San Dinero y  su patrón el Consumismo la realidad solo es como ellos quieren que la veamos…consumir, consumir y consumir…gastar dinero…su filosofía es soñar con tener mucho dinero para poder consumir muchísimo…

Y encima al dinero le dan el valor que les interesa en cada momento. Han bajado el precio del dinero de una forma muy sutil para así mermar nuestro nivel económico, y tenernos más sometidos…la mayoría hipotecados 30 o 40 años, no van a dejar un trabajo aunque les machaquen, están atrapados toda su vida laboral…la mayoría dejarán de pagar hipotecas en la jubilación…y ya veremos las jubilaciones…siguen creando miedo en el futuro, porque por ahí ya han aprendido que nos dominan…

El dinero no puede controlar nuestras vidas, no puede controlar nuestra felicidad, no puede controlar nuestros pensamientos...El consumismo es nuestra metástasis y nos dejamos devorar por él…

Salir de esta secta del consumo ha sido consecuencia de conectar conmigo misma, de vivir de forma consciente…eso es lo que falta en el mundo, vivir de forma consciente y no en piloto automático, reconectar con uno mismo...y creo que también tiene su parte de responsabilidad la vida de mis abuelos en el pueblo, su vida simple y sencilla, fuera del consumismo…a  mí eso siempre me ha atraído…y a día de hoy lo difícil es ser simple…qué curioso todo…

Puede que darse cuenta de que todo lo que necesitamos es menos sea una locura, y esté perdiendo el norte…o puede que locos estéis todos los que seguís a San Dinero…no lo sé…

Puede que todas las guerras por mis derechos, por mis valores, por mis pensiones, por mi territorio…todo lo que lleve la palabra guerra esté creada por los mismos que las provocan y su resultado sea éste…todos en guerra, conflicto, ira, indignación, divididos…todos vibrando en la energía de la oscuridad que son los que crearon el dinero para tenernos sometidos, no para nuestro beneficio, sino para el suyo propio…nuestro consumo y nuestro dinero es su corazón bombeando…nosotros conducimos la sangre del Dinero, los países desarrollados vivimos gracias a los subdesarrollados…solo nos importamos nosotros, nuestro época del bienestar…pero mejor no mirar más allá…como dicen ojos que no ven corazón que no siente…

Así que yo prefiero vibrar en la energía de la luz, la confianza, la paz, la armonía…porque está demostrado científicamente que nuestra vibración energética genera impacto en la conciencia universal, aunque sea un misterio su origen…así que mejor meditar que entrar en conflictos porque quien los generó es lo que busca…la pobreza es un invento de los humanos…

Llamadme loca o llamaros locos vosotros…en realidad no sabemos quién tiene la verdad.

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