viernes, 10 de febrero de 2017

Ama de casa en el s.XXI sinónimo de vaga y vividora...

Como mujer me siento desbordada ahora mismo. Mi mente no consigue comprender cómo hemos pasado de despreciar a la mujer por salir al mundo laboral, a despreciar ahora a las amas de casa.

Esta percepción ha sufrido un giro de 180 grados. Existe un feminismo mal llevado y mal entendido. Por un lado está el "sentirse mal" si no se trabaja fuera de casa. Una presión que nos creamos nosotras mismas. Unas sobre otras, o nosotras mismas con nuestro propio yo. Por otro lado, está la imagen que la sociedad ha creado. No interesa en la economía una persona que no produzca beneficio económico. Esa figura, tan antigua y útil a lo largo de nuestra historia, en la actualidad está obsoleta, no interesa...y cuando algo no interesa, hay que tratar de eliminarlo.

Lo que más me llama la atención es la presión entre nosotras mismas. Siempre viene desde el mismo perfil, mujeres con hijos y trabajadoras. Ellas son "súper mujeres" y yo, una vaga, sin más.

En estos tiempos has de seguir encajando. Parece que has de seguir unas directrices que están impuestas, y si sales del camino marcado, ya eres juzgada, criticada... y porque no existen las hogueras en la plaza del pueblo, sino nos volverían a quemar. Ahora en vez de por ser brujas, por ser amas de casa.

Parece una locura, pero es una realidad, aunque un poco oculta, ya que tal y como se ha estructurado el mundo laboral, pocas son las mujeres que se pueden permitir el lujo de ser ama de casa. Porque hoy en día, se ha convertido en un lujo familiar que una mujer se pueda quedar en casa ejerciendo las tareas que conlleva un hogar. No todos los hogares se lo pueden permitir...y estos son los cimientos de las críticas. La envidia de que alguien esté en su casa sin tener que trabajar ocho horas. Y como ya sabemos, entre mujeres en vez de apoyarnos, nos machacamos, nos envidiamos y nos criticamos.

Me parece muy injusto que yo, exclusivamente porque no trabaje fuera de mi casa, ya sea descrita como una vaga, una mujer mantenida que no colabora económicamente con los pagos, o una vividora, porque vaya vidorra que llevo...

Pues discúlpenme, pero si puedo, no quiero llevar la vida que me impone esta sociedad. No deseo trabajar por la mañana y mi marido por la tarde, para no vernos casi y que los domingos lleguemos a casa cansados y que nuestra vida en pareja no exista a penas. No deseo que si llegan niños, tener que dar trabajo sin remunerar a mis padres o a los suyos porque nuestros horarios no encajan. Me niego a tener una vida donde no exista el tiempo libre. Una donde vayamos en piloto automático y nuestra vida pase hasta llegar a la jubilación. Y llegar a esa etapa, no aguantando a mi marido o él a mí, porque lo que menos hemos hecho en toda nuestra vida es convivir, pasar tiempo juntos, endulzar nuestra relación, avivar esa llama que no debe apagarse, mimarnos, dedicarnos tiempo...

Como bien he dicho más veces, no encajo muy bien en esta sociedad. Pero habiendo realizado más de diez regresiones he ido comprendiendo mi rebeldía, mi reivindicación por mi propia libertad y mi negación al adoctrinamiento. A pesar de que en ocasiones me aparecen mis miedos, apuesto por escucharme a mí y sentirme, porque esta experiencia de vida es exclusivamente mía.

Estoy harta del desprecio que existe, a día de hoy, hacia las amas de casa, pero el problema lo tengo yo, y soy consciente. 

La vida es para vivirla como uno la entienda, no como otros nos digan que la entendamos.

También existen otro tipo de mujeres que serían incapaces de ejercer de amas de casa. La casa se les caería encima. No sabrían en qué emplear su tiempo libre, y les ahogaría el aburrimiento. En el fondo detrás de estos perfiles existe muy poco trabajo personal, poca interiorización, muchos miedos por afrontar...Pero es curioso, cómo este perfil no es juzgado, por el contrario es valorado. Este tipo de perfil de mujeres con necesidad de realizarse a nivel profesional, atareadas, sin a penas tiempo para pasar en familia, con el piloto automático encendido, son llamadas "súper mujeres".

 ¿Saben cuál es la única diferencia, desde mi percepción? Que llegará un momento en sus vidas que dejarán de vivir las emociones a través de sus hijos, se acabará su vida laboral, y se darán cuenta de que el trabajo en realidad era intercambio de tiempo por dinero, pero que ese personaje que le otorgaba ese puesto de trabajo, era parte de un eslogan que ha creado esta sociedad para convencerlas de que su realización personal era a través de su vida laboral. Sus hijos se independizarán y vivirán la etapa del "nido vacío". Se encontrarán con ellas mismas. Empezarán a escucharse, a interiorizar, a afrontar sus miedos. Y si son un poco curiosas, empezarán a asistir a talleres de autoestima. Harán el trabajo que hemos de realizar todas las mujeres, porque por mucho que queramos la igualdad, no somos iguales hombres y mujeres. Nosotras tenemos unas necesidades que cuando no están cubiertas, llegamos a la jubilación hartas de nuestra vida de luchadoras, cansadas de ser "súper mujeres", aburridas de un matrimonio donde seguimos siendo el motor de la casa, y esperando algún día a recibir, aunque sea una pequeña porción de todo lo que nosotras hemos dado. Porque no estaremos nutridas.

Mi marido trabaja ocho horas fuera de casa. Intercambia tiempo por traer dinero. De la casa me encargo yo. Y si fuese al revés, no habría ningún problema. Yo trabajando fuera de casa y él de amo de casa. Pero sí que voy a luchar por evitar vivir una vida como la que antes he explicado, donde nuestros horarios casi ni coincidan, nos veamos los domingos y encima nos pueda el agotamiento, porque a parte de trabajar fuera, tendríamos que llevar la casa, y eso sé de sobras, que necesita invertir horas. A parte de las tareas del hogar diarias, nos gustan los cocidos. La comida casera elaborada con tiempo y mimo. Comprar en el mercado. Pasear con nuestros perros. Tener tiempo para disfrutar de conversaciones infinitas...en definitiva, una vida sintiéndonos, y no solo consumiendo, que es para lo que nos han adoctrinado.

Así que mi conclusión sigue siendo la misma que en la época de las brujas...prefiero morir quemada que agachar la cabeza y seguir unas normas que me obligan en este caso a trabajar, solo para consumir más, ya que la diferencia entre un sueldo o dos, en mi caso, es gastar más, porque cuanto más entra en un hogar, más se gasta...y si no observen, si tienen tiempo claro.


10 comentarios:

  1. Nunca debimos dejar de navegar cariño

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    1. Teníamos que evolucionar...pero esa etapa quedará siempre en nuestra VIDA ;)

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  2. Este Blog es de lectura obligatoria, abrirá muchas mentes.
    La sencillez, el buen entendimiento y la honestidad y sinceridad con la que escribes y transmites es para mi excepcional, es como si te metieras dentro de mi mente, casi que haria un libro con todo lo que expones.
    Yo seria feliz en una cabaña en la montaña con mi huerto, mi pozo, mis animales y ser autosuficiente, sin el agobio de bancos, hipotecas, recibos, seguros, incluso del agobio de la gente... mucha gente no me entiende cuando lo expongo... pero es lo que siento.
    (la vida es para vivirla como uno la entienda, no como otros nos digan que la entendamos)
    un abrazo con los dos brazos.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras...estoy convencida que esa vida que dices que te gustaría, ya la has vivido, y ahora nos toca vivir esta, en la que algo tendremos que aprender...y aunque seamos esclavos de esta sociedad, nuestro interior es solo nuestro y vivimos nuestra pequeña libertad, vivimos la vida como nosotros la entendemos y no como nos digan que la entendamos ;)
      En breve tendrás una semana de libertad total y fuera de la sociedad...gózala a tope!! Un abrazo con los dos brazos bien abiertos y cargado de cariño

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  3. A mi que me quemen en la hoguera contigoooo jajaja.....que pesada es la sociedad y este sistema que no soporto....que cada uno viva su vida y se preocupen menos de lo que hacen los demás......es lo mismo de por ser mujer ya se supone que tienes que tener hijos.....porque??quien lo dice?alguien me va a obligar?yo también estoy en casa todo el dia desde hace unos 5años......y que?que soy una mantenida?pues perfecto.....a cambio doy cariño a mi novio y a los mios.....limpio,plancho,salgo a comprar y a pasear a los perros...hago las comidas,las cenas.....a lo mejor en unos años me toca a mí salir a trabajar y el quedarse en casa......pues bien...no pasa nada.....hay tanta ignorancia que siento hasta verguenza a veces.....y sí que tienes razón que entre mujeres siempre como que nos machacamos,triste pero cierto...vive y deja vivir ostia jajaja.....genial esta entrada me ha encantado....y Anonimooo....yo ya le e dicho muchas veces lo de escribir un libro....como escribe verdad?bueno voy hacer faena en casa antes de que vengan para quemarme en la hoguera de la plaza aajajajajaja Te quiero Maestraa.....y saludos a todos los comentaristas.....😘😘❤❤❤❤

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    1. A la hogueraaaaaaa...jajajajaja...gracias por ser mi comentarista number one!! Te quiero comentarista!!!! Un abrazo con los dos brazos bien abiertos y cargado de cariño

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  4. Hola. Yo siempre he sido ama de casa. La primera vez que me casé, (me he casado dos veces), mi ex me trataba de forma bastante despectiva por que no trabajaba fuera de casa, o mejor dicho, porque no ganaba dinero. Al fín y al cabo, esa es la diferencia, el dinero. Si no, las personas que limpian casas ajenas y o cuidan niños ajenos, serían tan despreciadas como las amas de casa. O por lo menos, eso es lo que sucede en mi entorno desde siempre. Mi divorcio fue a causa de esto, del menosprecio por parte de mi ex y de su familia. Una familia que pensaban que sino trabajabas fuera, eras una mierda. Admito que eso minó mi autoestima, pues no sólo fueron ellos, miembros de mi propia familia y algunas amigas también soltaban puyas contra mí. Hasta me llegaron a decir que utilizaba a mi hijo como excusa para no trabajar, y eso sí que me hundió. El hecho de poder educar y criar a mi pequeño yo misma, no tenía valor ninguno. Y que mi ex llegara a casa cansado del trabajo y tener la cena en la mesa y su hijo atendido y felíz, tampoco se valoró. Han pasado muchos años de mi divorcio y me llevo genial con él y su familia, que me valoran mucho más que antes, sobre todo su madre, que con el paso del tiempo, ha visto que lo importante es ser buena persona, buena madre, y que ames tu trabajo, sea remunerado o no. Mi marido actual, es maravilloso y me valora como nadie, a mí y a mi trabajo, pero la herida sigue ahí y no consigo valorarme yo y hay personas que insisten en que he sido muy afortuna con él, pero nunca dicen lo afortunado que ha sido él conmigo. Sé que ante todo, he de valorarme yo, pero me han machacado tanto, que me resulta muy difícil. Y para acabar, que sepan algunos y algunas, que el hecho de ser ama de casa, no quiere decir que no seas inteligente y te pases el día viendo culebrones y pintándote las uñas. Conozco mujeres que trabajan fuera de casa, que nos menosprecian a las que no, pero se saben vida y milagros de los programas de cotilleo. A mí que me lo expliquen. Un saludo.

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  5. Las amas de casa deben ser más solidarias con la sociedad en la que viven. Usan muchos recursos: sanidad, guarderias, educación, carreteras, etc etc y no pagan por ello. Y luego buenas pensiones de viudedad.
    Ya que dan servicio a su maridos, son ellos los que tendrían que pagar los impuestos que las amas de casa no pagan, pero es que usan todos los recursos de la sociedad. Como si cayeran del cielo...

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  6. Solo puedo decirle que con ese comentario lo único que necesita es mucho amor...espero que algún día lo alcance! Un abrazo con los dos brazos bien abiertos

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    1. Pues si lo que menos es amor en los maridos porque olemos a cocina, y no a perfume ...asi que hombrecitos trabajen duro para pagarle sirvienta a su mujer y huela a perfume...asi como se les pone duro,trabajen duro y arduo.

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