viernes, 5 de julio de 2019

Mis amigas las redes sociales.

He hecho las paces con las redes sociales.

No voy a engañarme. Me ha costado conseguirlo unos tres años. Pero vuelvo a estar en ellas.

Que el problema lo tenía yo era evidente. Y soy consciente de ello desde el principio.

No aceptaba esta forma de publicar solo la parte de la vida de la que puedes alardear; este postureo que las invade; esta forma de adornar la vida cuando en realidad conoces a quien hay detrás de ese perfil e incluso te avergüenza ver cómo se engaña primero a él y luego al resto; esta forma de mendigar amistades buscando likes y seguidores...se me hizo bola, me superó y borré todas mis cuentas.

Ese fue el detonante para abrir este blog.

Fue una forma de seguir en las redes pero disfrutando de ellas, gozando al escribir y sin ver ningún perfil. Solo interactuando con aquellas personas que se animaban a dejarme comentarios.

Hasta ahora.

He aprendido en este tiempo a permitir y aceptar que cada uno es libre de desenvolverse por el mundo como desee, sepa o necesite; he descubierto que soy capaz de tolerar el postureo aunque a veces todavía me abruma ver ciertas publicaciones; he encontrado ese lado maravilloso que tienen las redes, ese donde encuentras seres increíbles que existen y crean, y que sin este formato jamás hubiésemos podido compartir trayecto en el viaje de nuestras vidas...o ese donde estás en contacto con personas que han compartido trayecto en algún momento y saber de ellas me alimenta el Alma...en definitiva he vuelto, pero transformada.

Porque de eso trata la vida en definitiva, por lo menos para mí.

Vivir es cambiar, transformarse, acertar, equivocarse...e incluso escupir al cielo y que te caiga en la cara...en esto último soy una experta, pero me acepto así.

Las redes, a día de hoy, son una forma moderna de relacionarnos socialmente, y rechazarlas es decisión de cada uno, pero en realidad, al final, detrás del fluir siempre está la Aceptación.

Me acuerdo cuando mi madre se enfadaba por las facturas de llamadas del teléfono fijo, luego salieron los primeros móviles y empezamos a comunicarnos con mensajes de texto...y es gracioso que a día de hoy, lo que está quedando obsoleto es llamarse por teléfono...todo cambia, todo evoluciona y aceptarlo y fluir es la clave.

Así que he vuelto a todas las redes sociales y encima limpiándome la cara, porque un día escupí al cielo cuando todas mis amigas no paraban de publicar fotos de sus bebés, y ahora soy yo la que lo hace, ya que mi vida a día de hoy gira en torno a baby Valentina...y las publicaciones, al final, no dejan de ser la serie de nuestra vida..y mi temporada ahora es la maternidad.

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