Voy siendo consciente según avanza mi experiencia como Cristina, de que mi "libro de la vida" o creencias, a día de hoy, no son muy habituales en la sociedad, soy una "rara avis"...y si miro atrás voy siendo consciente de que siempre he tenido actuaciones no muy "normales"...voy a intentar explicarme...deseo conseguirlo.
Existe un gran porcentaje de la sociedad que tiene grabado, podríamos decir, un libro del bien y del mal, y yo hasta no hace mucho, también lo tenía...estaba basado en las creencias que me han transmitido mis padres, mis profesores, mis amigos, mis familiares, el momento histórico que he vivido, es decir, el escenario en el que me he movido, me ha creado un sistema de creencias en mi parte racional, y lo usaba constantemente para juzgar todo lo que pasaba a mi alrededor...
Siempre he tenido comportamientos únicos, que no sé de dónde salían, pero que los sentía así, cómo puede ser la relación con mis padres. Jamás he entendido que mis padres, por el simple hecho de ser mis padres, están por encima mío, como si hubiese escalones, y yo por estar debajo he de callarme porque lo dicen ellos y punto, por ejemplo. Y basado en este ejemplo, cualquier argumento por su parte que estuviese basado en ese criterio, incluso si alguna vez me levantaba la mano, porque les faltaba el respeto, mi respuesta era:
- El dolor de tu bofetada pasará, pero yo seguiré igual...no sois más que yo, somos iguales, y no pienso no contestarte solo porque lo digas tú...de la misma forma, no me contestes tú a mí.
Seguramente les parecerá extraña mi respuesta, pero les aseguro que lo sentía así. No entiendo las dictaduras, y eso lo es...no comprendo esas relaciones de padres e hijos donde no saben ni la mitad de lo que han hecho sus hijos, porque para no hacerles daño, evitan comunicarse...y para mí una relación se basa en la comunicación, así que a nivel racional, no lo comprendo.
A día de hoy he crecido y sigo sin entender ese respeto como "más grande", si pudiésemos cuantificarlo, que se le debe tener a ciertas personas, porque parece que existe un libro de normas a seguir o algo así, unas normas que no sé quién puso, pero a mí no me consultaron, y yo no hago lo que debo, sino lo que siento.
De este modo, yo respeto a todos por igual...no tiene mi padre o mi madre mayor respeto, por el hecho de ser mis padres, nos respetamos de forma recíproca. No respeto más a un alto cargo del estado, o de una empresa o de dónde sea...no respeto más a los altos cargos, mi respeto lo tienen todas las personas, me da igual su posición social, familiar, económica...tiene mi respeto por el simple hecho de existir.
De este modo, a lo largo de los años, la relación con mis padres no está basada en que tengo deberes u obligaciones hacía ellos, ni ellos conmigo...yo no he nacido para cumplir sus expectativas, ni para no defraudarles, ni para nada que ellos proyecten en mí...yo he nacido para vivir mi propia experiencia de vida, y en base a mis actos, hemos creado ese tipo de relación, seguramente no les ha quedado otro remedio...somos seres independientes, con emociones, sensaciones y vivencias basadas en nuestro recorrido.
Así que esa norma que está escrita en el libro de las reglas de la vida que dice, "no defraudarás a tus padres", y muchos la llevan grabada en su ser, yo les digo que en mi libro no está, me salté la clase ese día alomejor...pero yo no siento que defraude a mis padres, sino que si ellos se sienten defraudados es cosa de ellos y se lo tendrán que trabajar. Yo ya me lo trabajaré si siento que me defraudan a mí, que también podría darse el caso.
Yo soy responsable de mis emociones, no de las emociones de los demás.
Mis padres lo pasarían fatal durante todos mis años de drogadicción, pero sucedió así, y fue nuestra experiencia. Yo lo sufrí desde mi personaje en la escena y ellos desde el suyo. Ellos no se han de sentir culpables porque yo me metí en la droga y puedan sentir que fallaron como padres, y yo no me siento culpable sintiendo que no fui buena hija...fue una experiencia vivida, y nacemos para experimentar, sin más.
Estamos acostumbrados a analizar las situaciones siempre preguntando ¿por qué?, cuando la pregunta también se podría enfocar desde ¿para qué?
Me resulta curioso que en este libro de Normas de la vida, parece que está mal si estás en pareja y te enamoras de otro; está mal si te enamoras del novio de tu amiga; está mal si te casas y te divorcias (aunque este apartado del libro de las normas, ya lo están actualizando...supongo que lo actualizan como las apps); está mal si tienes un trabajo fijo y lo dejas para irte al paro, aunque fueses infeliz; está mal no trabajar si estás en época de estar en activo; está mal no asistir a la boda de alguien cercano porque en el libro sale en negrita y como obligación; está mal empezar una relación con alguien con varios hijos, si no tiene el otro; está mal no tener hijos...y podría seguir escribiendo mil casos más, el libro es infinito...así que podríamos resumir el libro en un titular:
Está mal seguir nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, dejarse fluir, confiar en el Universo/Dios...porque nos perseguirá el juicio ajeno, y puede que permitamos incluso que nos influya, haciendo que no vivamos nuestra propia experiencia, sino la experiencia que esperan los demás de nosotros.
La vida no tiene normas, no existe un libro del bien y del mal, TODO ESTÁ BIEN TAL Y COMO SUCEDE...a pesar de que el hemisferio racional no logre comprenderlo, a pesar de que desde nuestro propio juicio hayan actos que no comprendamos, ni compartamos y rechacemos...simplemente empiezan los juicios personales.
Sé que es difícil de entender, y sobretodo de llevar a cabo en la práctica...lo vivo diariamente...pero una vez que la teoría impregna tu ser, la vida comienza a verse desde otra perspectiva...es como cuando en la película La llegada (The Arrival), la protagonista aprende ese lenguaje extraterrestre y gracias a ello le cambia la visión del tiempo y la realidad.
Cada ser está viviendo su propio proceso, todo es un proceso y al final del proceso...todo estará bien, y sino, simplemente no es el final.
El amor de unos padres hacia sus hijos les hace egoístas, porque quieren lo mejor para el, ¿cuantos hijos les dirán a sus padres que quieren ser cantantes, artistas o actores?, y los padres se ponen las manos en la cabeza y le dicen... hijo eso no es un trabajo, porque los padres lo miran desde lo externo, de fuera hacia dentro, si no te falta dinero estarás bien, si tu trabajo es bueno te respetarán, siempre de fuera hacia dentro, de lo que dirán o harán los demás con su hijo, pero el hijo lo ve de dentro hacia fuera, el ve lo que le hace feliz y no lo que hace feliz a los demás.
ResponderEliminarHay mil maneras también de expresar ese miedo futuro hacia nuestros hijos, mucho padres apuntan sus hijos a clases de defensa personal, no porque le guste al niño sino para que pueda defenderse en el colegio o en un futuro, padres que piensan mas en la fuerza que en la inteligencia, pero no es culpa de estos padres, no es culpa de todos los padres, porque todos lo hacen en mayor o menor escala, es culpa y no me gusta la palabra culpa, diría mejor responsabilidad de todo aquello que nos enseñaron, y un gran pilar es la evolución, porque es a eso a lo que hemos venido, a evolucionar, pero la base de lo que enseñan en el colegio de esta nuestra evolución esta basada en la competencia, tengo que ser mas listo, mas fuerte y poderoso... entonces seré una gran persona, la evolución no es competir por la supervivencia, evolucionar es compartir, hay seres vivos que llevan mas años que nosotros en este mundo, seres vivos que no se exterminan nunca, y ni siquiera tienen la capacidad de hablar o pensar, ellos simplemente viven en armonía con el entorno, porque se ayudan unos a otros, si es cierto que tenemos instinto de supervivencia, pero es el instinto mas primitivo que tenemos,instinto que ha día de hoy nadie usa... o quizás si que lo usamos, pero lo usamos mal, la envidia por poner un ejemplo viene de la competencia, de querer ser mas que el otro, de querer tener lo que tiene el otro, de querer ser como el otro, porque eso es competencia, si fuera compartir, le ayudaríamos a que fuera mejor el otro y no a destruirlo para que yo sea mejor, este es el principal pilar de porque el se humano va hacia atrás y no hacia adelante. Y todos tenemos esta teoría (porque es teoría) que ni tan siquiera es real integrada en nuestro disco duro, y con ello sobrevivimos en un mundo de competencia, donde no dejamos que nuestras generaciones mas jóvenes hagan lo que les hace felices, y siguen la rueda de la competencia, porque ellos van hacer lo mismo con sus hijos.
Y este es solo un punto de los miles que hay que nos contaron mal, de una teoría que no existe pero que interesa a unos pocos hacerla cierta.
Si pudiéramos cambiar el chip y darnos cuenta que la evolución es compartir y no competir, el mundo cambiaría en un par de generaciones, pero eso no pasará hasta que el ser humano sea que lo que es un ser humano.
Un abrazo enorme con los dos brazos.
Me encanta entrar y encontrar tus reflexiones...este blog se complementa gracias a vuestras aportaciones! Compartir y no competir...
EliminarUn abrazo con los dos brazos bien abiertos
Este tema me encanta! Yo pienso igual.....cuando alguien te dice....eso no está bien o eso no es lo correcto....me da la risa....porqué?donde lo pone,donde lo dice.....odio que alguien me dig como tengo que comportarme o decir o hacer.....lo odio, y me da igual que sea mi madre,mi novio,mi prima amigos etc.....no lo soporto! Yo actuo como me da la gana y hago lo que quiero cuando quiero....esto es un hecho....y el que me conoce lo sabe jajaja.....yo tampoco nunca he entendido lo de hacer caso a tus padres.,,,yo también les he dado problemillas por eso mismo....por ser yo misma.....siempre he sido muy independiente desde pequeña....las dictaduras no me gustan ni un poco.....y los dictadores menos....que nadie me diga lo que tengo que hacer que si me tengo que equivocar lo haré y ya está....seguiré.....genial este post! Un super abrazoooo😍❤️❤️❤️😍
ResponderEliminarEsa Neus...independiente y con criterio propio donde las haya...te quiero bonita! Un abrazo con los dos brazos bien abiertos
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