sábado, 9 de septiembre de 2017

Quien realmente soy...

Estoy en un momento de mi vida en el que me he dado cuenta de que no puedo seguir así...tengo unas cualidades innatas, que no sé controlar.

No sé vivir sin juzgar y sin quejarme, y además tengo un "pronto" muy malo, es decir, soy como el doctor Jekyll y el señor Hyde...y no es broma...va en serio, soy así.

Hasta hace unos años, no era ni consciente de ello...así que supongo que ya he dado un paso. He hecho consciente, lo inconsciente.

Pero ahora me toca hacerle frente...no puedo seguir así.

No tengo el derecho de juzgar a nadie. Pero habiéndome criado en un barrio, donde nos diferenciábamos entre "los pelaos", "los guarros", "los frikis", y lo peor era no pertenecer a ningún grupo...porque ni existías entonces...pues es complicado no juzgar.

A la que conozco a alguien, simplemente viéndolo, le pongo una "etiqueta". Me paso el día poniendo etiquetas...tengo etiquetado a cada ser humano que se ha cruzado en mi camino...y no puedo seguir así. No tengo ningún derecho a hacerlo.

Estoy, simplemente, aprendiendo a darme cuenta de que todos somos iguales. Que lo único que nos diferencia, es nuestro recorrido...pero en el fondo de nuestro ser, todos somos lo mismo, almas encarnadas. Y siendo almas como somos, debo respetarlas por igual. No tengo derecho alguno a juzgarlas, ni a etiquetarlas...pero me resulta tan difícil no hacerlo...Es tan sencillo juzgar al prójimo por sus actos, por lo menos para mí. Me he dedicado toda mi vida a hacerlo.

Pero si miro atrás...todo aquello que he criticado, me lo he "comido" luego. Así que creo que debería darme "algún puntito en la boca" de vez en cuando...

Por ejemplo. He criticado siempre a aquellas chicas que se liaban con el novio de alguna amiga. Era como una regla sagrada en mi vida. Y lo juzgaba como algo súper negativo...hasta que el Universo me puso una lección en mi camino...me enamoré del novio de una amiga, y él se enamoró de mí. Y encima nos liamos mientras eran novios. Así que mi amiga se convirtió en "mi amiga la cornuda". Perdóname Andrea, lo siento. Luego él la dejó y empezamos nuestra relación. Acabó casi diez años después, ya que él se convirtió en mi ex, el de la Play Station.
Y lo bueno, es que él siempre criticó lo mismo. Decía que hay mil mujeres en el mundo, como para tener que liarte con la ex de algún colega...y esa era yo. La ex de su mejor amigo, unos años antes. Pero fue a hablar con él. Le pidió permiso a su gran colega por así decirlo. Para salir con la ex de un amigo pidió permiso, pero romperle el corazón a su novia de cuatro o cinco años...no le importó. Qué cosas tiene la vida ¿eh?

Otro ejemplo. He criticado siempre a las amas de casa. He crecido en un momento de la sociedad donde me han formado para ser una mujer trabajadora y tener independencia económica. También influye, supongo, el haber crecido en un grupo de amigos, donde el machismo corría por las venas. Y hasta que el Universo hizo que fuese yo la ama de casa...lo critiqué. Para mí eran vividoras, mujeres mantenidas que han encontrado al típico "tonto" que las mantiene. Siento decirlo con esa claridad...pero no estoy aquí para enmascararme, sino para abrirme en canal, y ver mi oscuridad...para así enfrentarme a ella y aprender. Porque al fin y al cabo, para eso estoy aquí, para aprender.

No hay errores, sino lecciones. Y yo les aseguro que lecciones he tenido bastantes en la vida...el Universo me acompaña, y cada vez que juzgo algo con determinación y creo una norma de vida...viene él y consigue que la salte. Solo le falta gritarme:
-Cristina...que no hay normas...aprende de una vez. Deja ya de juzgar!

Y es verdad...no tengo ningún derecho. Hasta ahora no he sido consciente de lo equivocada que estaba, y del daño que he podido ocasionar con ello. Desde aquí pido disculpas a todas las personas que he juzgado y a todas las que he etiquetado a lo largo de mi vida, ya que ahora sí soy consciente y pido perdón. Y les aseguro que voy a seguir luchando día a día para dejar de hacerlo, deseo conseguir aceptar la experiencia de cada ser, y respetarla.

Otra de mis cualidades innatas es la queja. Tengo una capacidad impresionante para quejarme por todo lo que desde mi juicio, no me guste, o no me vaya bien en ese momento...porque ahora soy consciente de que todas mis quejas vienen ocasionadas por mi actitud.

Puedo quejarme porque hoy me toca trabajar. Porque llueva. Porque haga calor. Porque haga frío. Porque haya caravana. Porque no me apetezca cocinar. Porque tenga que repasar los baños. Porque tenga que sacar a los perros. Porque tenga que ir a comprar. Porque suene el teléfono. Porque...lo que sea...me puedo quejar de todo hoy...y mañana con la misma situación, puede que no me queje. Y saben ¿cuál habrá sido la diferencia? Mi estado de ánimo, mi actitud ante lo que suceda...es así de triste...me quejo por puro egoísmo personal de cómo me encuentro hoy o cómo me sienta ahora mismo.

Así que, pido perdón de nuevo, porque no puede ser...no puedo ser así. No puedo vivir en una queja continúa, porque no sirve de nada. Solo sirve para verbalizar incoherencias, para desahogarme en voz alta...pero eso no soluciona nada. Así que voy a seguir, bueno, voy a empezar...ya que en este ámbito no he empezado todavía. Voy a empezar a dejar de quejarme. Voy a comenzar a afrontar con otra actitud aquello que "no me venga en gana". No puedo continuar siendo una niña quejica, porque la época de ser niña pasó, y hacerse mayor conlleva una experiencia detrás...y debo repasarla.

Y mi última gran cualidad es mi "pronto"...soy capaz de convertirme en 0,1 segundos en el señor Hyde. Hace años me duraba más este "pronto", ahora me dura menos...pero no tengo capacidad de auto control todavía. Cuando algo me enfada...me brota desde lo más profundo de mi ser una "mala hostia" que sale en forma de grito o mala contestación. Me cambia la expresión de la cara. Me enfado. Y arraso verbalmente con quien se ponga en mi camino. A día de hoy, al cabo de unos minutos, me doy cuenta, y me arrepiento. Y pienso:
- ¿ Y de qué me sirve?

Pues de nada, absolutamente de nada. Es una pérdida de control, un dejarme llevar por ese momento de enfado...así que voy a seguir luchando contra ello.

Con los años he logrado que sean menos frecuentes y menos intensos...pero aún no los he erradicado. Y lo tengo que lograr. Porque acabo contestando de malas maneras a las personas que más quiero, porque es con las que me sale ese "pronto"...solo sale en la zona de confort, con mis seres más allegados...y no puede ser. Son los que más quiero, y a los que hiero. Muy incongruente por mi parte.

Así que aquí estoy...sacando mis grandes cualidades, para ver si poniéndolas encima de la mesa, soy capaz de avergonzarme y ser consciente de que tengo que aprender mucho todavía. Así que pasito a pasito, pero sin pausa...



2 comentarios:

  1. Guau! darse cuenta uno mismo de todo esto para mi es la excelencia del ser humano, porque sin este conocimiento de un mismo es imposible dar un paso hacia adelante, diría que hay gente que lo sabe pero nunca se ha puesto a darle la vuelta, las personal quieren pulir al que tienen al lado, pero pulirse uno mismo... eso duele y es un trabajo duro.
    El ser humano vive en pareja, creen que aman a esa persona, y digo creen porque lo primero que harán cuando se les pasen las mariposas del estomago sera querer cambiar al que tienen al lado, es mas fácil y rápido, pero muchos no saben que aquello que quieren cambiar de su pareja es lo que deberían cambiar ellos mismos, de las parejas se aprende mucho, no de lo que te aportan... que también... si no del echo de que están ahí para que puedas reflejarte y verte, y deberíamos darle las gracias por ello... porque si no tenemos un espejo no podemos vernos.
    Muchas parejas creen que se aman, pero en realidad son sucedáneos de lo que es el amor real, el amor de verdad no quiere cambiar a tu pareja, la quiere como es, el simple echo de quererla cambiar ya es una muestra de no amor, no hay que cambiar a nadie... tan solo hay que aceptar.
    Me lío y me lío...

    Un abrazo con los brazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En el momento que quieras cambiar a tu pareja, dejas de quererla...
      Un abrazo con los dos brazos bien abiertos

      Eliminar