Hace casi un año acabé mi enseñanza en terapia regresiva, y desde entonces ya puedo ponerme el título de Terapeuta regresiva, porque para qué vamos a engañarnos, queda de maravilla oye...pero si algo aprendí en ese tiempo de formación es que los peores enemigos de un terapeuta son el ego y el fanatismo.
Durante toda la historia, una de las características del ser humano es seguir a alguien. La mayoría necesitan tener uno o varios personajes idolatrados para así poder copiarles, imitarles o seguirles. De ahí que gracias a las redes sociales se hayan puesto tan de moda los influencers, sobretodo entre los más jóvenes, ya que es cuando estás formando tu personaje en la vida...y teniendo a quien imitar, todo resulta más fácil.
Y aquí aparece mi gran dilema. Dentro de la terapia regresiva está el terapeuta. Pero me resulta asombroso cómo se convierte en un ídolo, un influencer o incluso un gurú...cuando en realidad el terapeuta no tiene ningún papel principal dentro de esta terapia, sino que la actriz principal es el Alma del paciente. Porque lo maravilloso es el desarrollo espontáneo del proceso sanador.
El terapeuta, desde mi punto de vista, está en un segundo plano. Es el acompañante que elige el Alma del paciente, porque no es el paciente, sino su Alma quien le guía hasta él. Y a día de hoy esto lo tengo muy claro.
En el período que dura la enseñanza, me formaron para acompañar al Alma del paciente, y me dieron unos pasos a seguir...hasta ahí, lo tengo claro. Pero después existe un porcentaje del acompañamiento que no depende de la enseñanza, sino de la creatividad y la intuición.
El terapeuta deja de ser el personaje, es decir, yo dejo de ser Cristina mientras acompaño a mis pacientes, para permitir que sea mi Alma la que se comunique a través de mí y acompañe al paciente. A ver si logro explicarme...
Somos cuerpo y Alma...hasta ahí si estás en este blog...supongo que ya sabrás que, hasta el día de hoy, esta es mi creencia.
Y partiendo de esta base, una vez que te eligen para acompañar la sesión, tanto el paciente como el terapeuta entran en un estado expandido de conciencia. Y por eso el terapeuta pasa a un segundo plano, porque es el Alma de éste el que trabaja, es su Alma el que le hace llegar las frases adecuadas para seguir con la sesión. Deja a un lado su parte racional, para permitir que sea su Alma la que se comunique. Por ello, nunca será Cristina, ni ninguno de ustedes un gran terapeuta, sino que son sus Almas las que ya tienen toda esta información, son ellas las que pueden acompañar a otras Almas desde la paciencia, la compasión, la comprensión y el amor.
Y este es el dato por el que por mucho que deseen y sueñen con ser terapeutas, y hagan la enseñanza...no todos llegarán a ejercer como tal. No todos tenemos la capacidad de dejar al personaje a un lado, osea a Cristina, y permitir que sea el Alma el que trabaje. Sin juzgar. Sin anticiparse a nada. Sin interpretar. Sin dar consejos basados en nuestras propias creencias. Dejando el ego a un lado, ya que el día que nos creamos que somos buenos terapeutas, dejaremos de serlo. Sin implicarse en la experiencia del paciente. Sin límites mentales. Teniendo la capacidad de cerrar ese estado, después de cada sesión y volver a la realidad del momento.
No sé cómo explicarles muy bien...pero lo mismo me sucede cuando me pongo a escribir aquí...sale mi Alma a hablar, hablo desde lo más profundo de mi ser, sintiendo cada palabra que escribo. Pero una vez cierro el post y salgo a mi realidad con mi personaje, Cristina, no soy capaz de ser así todo el rato. A pesar de que siento todo lo que digo, lo creo y lo defiendo...cuando sale mi parte racional...mis actos contradicen mis palabras. Pero es la gran lucha entre los dos hemisferios, y en realidad es lo bonito de estar encarnada. Hacer consciente lo inconsciente. Aprender. Evolucionar.
Y lo mismo sucede cuando he tenido el honor de acompañar a dieciséis Almas en regresión. Diez han sido durante la enseñanza, prácticas obligatorias para obtener el título. Pero ha habido seis, a lo largo de este año, que han aparecido por causalidad...ya que a pesar de negarme a ejercer como tal desde un principio, puesto que no es mi deseo dedicarme a ello, aprendí a dejar que todo fluya y si alguien me elige para acompañarle, yo no tengo el derecho de negarme a ello, sino más bien el deber de acompañar a su Alma, ya que soy un simple instrumento del universo puesto a su disposición.
Soy una mujer nerviosa, impaciente, como me llamaba mi abuela, culillo de mal asiento...pero gracias a mi pequeña experiencia como terapeuta estoy aprendiendo que una vez que me siento a la cabecera de un paciente y empieza la sesión, salen cualidades mías que desconozco en el día a día. Aparece la capacidad de escuchar, surge la compasión, me asombro con mi capacidad de comprender y amar...y sé que esas cualidades están dentro de mí, pero son parte de mi Alma y mi parte racional las anula en muchas ocasiones en el día a día...Y por ello me encanta tener la oportunidad de acompañar en esta terapia, porque me da la ocasión de entrar en ese estado y seguir aprendiendo acerca de mi interior y de las Almas de los pacientes, ya que ellas ahora, son mis grandes maestras.
Pero Cristina en el día a día no es la misma que en la cabecera de un paciente o aquí sentada escribiendo...por eso disfrutar de estar en este estado me gusta y ese es el motivo de seguir con mi blog.
El Universo me irá poniendo en mi camino aquello para lo que esté preparada, y de momento aunque piense que no pasa nada, porque no lo veo, siento que estoy creciendo en silencio...
Puede que más de uno de ustedes necesiten idolatrar, copiar, seguir...pero está bien, ya que cada uno vive su proceso y en realidad al final, todo estará bien.
Que tal Maestra? Pues me ha parecido muy interesante esta entrada....si que es verdad que muchas personas necesitan a alguien, de ahí el problema! Hoy en dia poca gente se muestra realmente tal y como es....que pena...pirden su esencia! Yo no sigo a nadie....ni quiero ser como nadie....yo soy yo y punto!jajaja por cierto, esto de los influencers me parece una chorrada....hay que tener un poco de personalidad!.....pero como tu bien dices,cada uno es como es y al final todo está bien! Un placer leerte como siempre y sigue así porque vales mucho....
ResponderEliminarP.D. Me debes una regresión ! Jajaja es coña....mil besos 😘😘😘❤️
No es una pena...ya estas juzgando...Jajajajajaja...
EliminarCada uno tiene un proceso...y tenemos que dejar de enfocar la energía en las experiencias de los demás y centrarnos en la nuestra...así que cada uno a vivir su proceso!! Jajajajaja...un abrazo con los dos brazos bien abiertos
Buenos días! En esta vida he probado casi todas la terapias que una persona pueda probar, en casi todas ellas son el terapeuta el que dice y el que más habla, hay una acto de fe importante, cuando me tope con la T.R fue una sorpresa ver que quien mas habla es el paciente y no el terapeuta, que nunca es indiferente para el paciente, y lo mas asombroso que el paciente resuelve sus dolencias o situaciones emocionales, para mi (y es solo mi opinión) es la terapia por excelencia. directa, sencilla y vivida en primera persona.
ResponderEliminarEs el alma la que lo lleva a la terapia, es el alma la que elige que trabajar, la poca conversación que hay es de alma a alma, es la terapia del alma, porque todo es desde el alma.
Si es cierto que el ego y el fanatismo son los grandes enemigos , pero supongo que lo serán para todas las terapias, creo que acompañar a un alma en regresión es un acto de amor, porque como en cualquier terapia la finalidad es ayudar al paciente, en esa ayuda el protagonista siempre es el paciente, si fuera al revés probablemente el terapeuta no entendió la terapia.Creo que la humildad es imprescindible para esta terapia como terapeuta, porque la finalidad es acompañar, no hay medallas que colgarse, no hay consejos que dar ni ser mas que nadie, en realidad eres menos que el paciente, porque la experiencia es suya y la esta viviendo el, y solo el sabe lo que esta pasando, aunque vaya explicando no cuenta ni un 50 % de lo que ve o siente.
Una de las cosas mas sorprendentes cuando empece acompañar a almas en regresión fue ver que es real, que casi todo el mundo entra en ese estado expandido, que hablan de vidas pasadas, que reviven la muerte, que todos cuentan los mismo, es la gran recompensa para el terapeuta, todo aquello que aprende de sus pacientes, porque al final son ellos los que acaban enseñando al terapeuta, como muy bien dices al final somos un mero instrumento.
Con la poca experiencia que tengo me he dado cuenta que esta terapia es una de las mas temidas por las personas, es una terapia que da miedo, por desconocimiento probablemente, pero creo que también es porque el alma sabe lo que es, ya que ella lo sabe todo, pero la mente también lo sabe y sabe que si va a terapia regresiva va a tener que enfrentarse cara a cara directamente con sus miedos mas profundos, y la mente esta para protegernos y de ahí creo que sale el miedo. por un lado esta el alma que empuja y por otro lado esta la mente evitandolo.
No se que es un influencer, me quedé en la olivetti y el fólio galgo, tendré que averiguar que son... aunque el nombre en si ya no me gusta, hay mas personas que mundos y cada persona es un mundo, cada una esta donde tiene que estar y eso esta bien, si mañana me da por andar con las manos y se pone de moda seguro que tendría un montón de seguidores haciendo lo mismo, es lo maravilloso de este mundo... que hay gente para todo y aún siendo todos de la misma especie la diversidad es tal que no creo que tengamos capacidad para entenderla toda.
Y ya me callo...que hablo y hablo y me acabo liando...
Un abrazo enorme con los dos brazos!
Gracias por hablar, hablar y hablar...porque esa es la parte más maravillosa del blog, el conjunto de todas las reflexiones de todos los que compartimos este blog!
EliminarNunca dejes de hablar,hablar y hablar e incluso de liarte...
Un abrazo con los dos brazos bien abiertos