Les aviso de antemano que para seguir en este post no deben tener límites mentales...si no es así, no sigan...se lo aconsejo, y dicen que quién avisa no es traidor...
No sé si es verdad o no que hay vida más allá de la muerte, pero yo no cierro la posibilidad de que sea así...la Verdad la tendré el día que me muera, pero mientras tanto me gusta aprender, observar, experimentar y documentarme...y lo que les voy a explicar, hasta el día de hoy, es mi verdad, pero nunca olviden que no es la verdad absoluta.
Somos Almas encarnadas en cuerpos físicos. Hasta aquí, siempre he hablado de lo mismo. Les he explicado mi experiencia en terapia regresiva sobre mi estancia en el vientre materno, también les he mencionado mis sesiones acerca de vidas pasadas...pero nunca he desarrollado este tema, en realidad, porque fue el que más rechacé yo cuando empecé a descubrir el mundo del Alma...y por ello soy consciente de que es un tema delicado y que muchos rechazarán por escépticos, ya que yo lo era...Pero empecé este blog para compartir mis experiencias y mi recorrido desde que descubrí el mundo del Alma, y me siento, a día de hoy, suficientemente segura para afrontar otro de los temas que se trabajan en terapia regresiva: las Almas perdidas.
Lo primero es explicar a qué me refiero cuando digo "Almas perdidas". Cuando nosotros morimos en esta experiencia de vida, es decir, cuando nuestro cuerpo físico muere, pasamos a ser Almas desencarnadas, y el camino a seguir es volver a casa, a la Luz. Pero cuando no sucede así, se puede decir que el Alma se pierde, y de ahí Alma perdida. Así que podemos decir que es un ser de luz que no sabe dónde está o no está donde debiera estar...por lo que por muy oscuro que pueda llegar a ser, no debemos olvidar que son seres de luz igual que nosotros. Y que el miedo no tiene cabida una vez que sacias el desconocimiento.
Así que les aseguro que para mí, a día de hoy, los espíritus existen...y puede que detrás de los fenómenos Poltergeist, simplemente hayan Almas igual que las nuestras.
Los motivos por los que un Alma desencarnada se puede convertir en Alma perdida son: que no haya consciencia en el momento de la muerte, ya sea por pérdida de consciencia por drogas, veneno, estado de coma, muerte súbita...o que sí que haya consciencia en el momento de la muerte, pero por miedo (osea creencias que tenemos estando encarnados), por preocupaciones (si creen que tienen algo pendiente por hacer), por atrapamiento en un cuerpo (les gusta un cuerpo y no saben cómo salir de él), por adicciones o apegos (osea drogas, alcohol, tabaco...quieren seguir experimentando esas sensaciones y se adhieren a seres que tengan estas adicciones solo para poder seguir experimentando dichas sensaciones)...no vayan a la Luz y se queden aquí. Con esto mi intención no es afirmar que es así, pero sí abrir la posibilidad que igual que puede que no, puede que sí.
Una vez que el Alma desencarnada no se va a la Luz existen varias posibilidades para dicha Alma, y una de ellas, es poseer a un ser encarnado. Se adhiere al campo vibratorio. Siempre es más sencillo en personas que lo tengan debilitado, ya que el campo vibratorio es como nuestro escudo protector ante energías extrañas, por eso yo les recomendaría no tomar drogas, alcohol o todo aquello que altere nuestro estado de conciencia, ya que lo debilita.
Hay personas que lo notan poco a poco a través de sensaciones, emociones o pensamientos. Al principio puede que no, pero al final se da cuenta de que no son propios, que algo extraño está sucediendo, pero muchos no lo dicen, lo mantienen en silencio porque no quieren que les tomen por locos...y algunos en la sesión te dicen que a veces se miran en el espejo y ven a otra persona; que a veces escuchan una voz dentro que les obliga a hacer cosas que no quieren; que hay momentos en los que parecen otras personas; que sus allegados les dicen que son iguales que un familiar que falleció...frases de este tipo, con la coletilla de que no se lo han contado a nadie, es decir, no han encontrado al interlocutor válido...Es curioso que es lo mismo que les pasa a muchos moribundos en en lecho de muerte, donde no les escuchan porque les dicen que tienen alucinaciones...ay! Cuánta información nos perdemos por nuestras mentes tan limitadas y cerradas...
Desde que empecé a formarme sobre el Alma y fui recorriendo mi propio camino con mis propios zapatos, me han acompañado las dudas...de ahí que me llamen "Doña Dudas".
Al empezar mi recorrido mi pregunta era: ¿Será verdad todo ésto?
Poco a poco voy resolviendo dudas y van apareciendo otras, pero espero nunca dejar de dudar, ya que son el motor para continuar mi búsqueda y seguir avanzando.
Al principio no me creía nada, pero después de mi primera regresión a una vida pasada...no me quedó más remedio que creerlo. Ya que igual que no recuerdo mi estancia en el vientre materno y comprobé que lo que reviví en regresión coincidía con lo que mi madre experimentó en el embarazo y el parto, y me lo tuve que creer...¿por qué no puede ser verdad que haya vivido otras vidas y no lo recuerde? Ya aprendí que el simple hecho de no recordar, no es evidencia de no haberlo vivido.
Así que una vez recorrida esa etapa, que me llevó su tiempo, les aseguro que no fue de un día para otro... Empecé a cuestionarme si sería verdad o no el tema de Almas perdidas...pero les aseguro que el universo les pone a su alcance aquello que necesitan y para lo que están preparados, todo sucede en el momento que debe suceder...y me puso un paciente en el que apareció un Alma perdida.
En la sesión estuvimos casi dos horas, y al final se fue a la Luz agradecida por haberla ayudado a seguir su camino y volver a Casa. No tengo palabras para transmitir la sensación de gratitud que experimenté en aquella sesión...pero también les aseguro que yo salí convencida de que el paciente me había seguido la corriente, es decir, no me creí que aquello fuese real. Pero después de unas semanas tuve la ocasión de hablar con él y mi asombro fue máximo, ya que no recordaba nada de lo que sucedió en aquella sesión, su recuerdo estaba desvirtuado totalmente.
Así que allí me encontraba yo, alucinada, sin respuestas a todas mis dudas.
Pero mi maestro me enseñó a grabar las sesiones para tener evidencias de la sesión, por lo que pueda pasar y para poder seguir haciendo un trabajo de estudio de esta terapia. Y gracias a esta enseñanza que yo seguí, le pude facilitar la grabación de la sesión...y yo volverla a escuchar para analizarla más tranquilamente.
A día de hoy, no hemos vuelto a tocar el tema. No está preparado para a nivel racional entender lo que sucedió allí...pero a mí me sirvió para tener mi propia evidencia de que las Almas perdidas existen, que son seres de luz como nosotros, y que aunque se vuelvan oscuros por los motivos que sean, trabajando siempre con comprensión, compasión, paciencia y amor, pueden encontrar ese puntito de luz en su interior.
En definitiva, puede que la vida sea circular y se trate de venir de la luz para encarnar y experimentar lo que hayamos venido a hacer, solamente bendiciendo, perdonando y amando, para luego desencarnar y volver al lugar de donde vinimos, de la Luz...o puede que no...pero yo tengo mi recorrido y mis evidencias, y a mí, a día de hoy, me valen para no tener límites mentales.
Hola! Un post atrevido... Jeje.
ResponderEliminarMi naturaleza es ponerlo todo en duda...aun experimentandolo sigo poniendolo en duda...soy de los que necesita tres evidencias para poder creermelo. Tres no, fueron mas de tres y es mas que evidente que existe un mundo que no podemos ver, donde la gente sin cuerpo sigue viviendo su particular proceso. No me quiero extender en esto porque sino se vive..no se puede entender. Y cuando se entiende muchas cosas cobran sentido.
Un abrazo con los dos brazos!!!
Buenas! Me he lanzado...jajajaja...ahora ya estoy en mi parte del proceso donde soy capaz de afrontar públicamente este tema...porque en mi caso ni con evidencias soy capaz de entenderlo, simplemente he aceptado que suceden cosas que mi mente racional jamás logrará comprender...y para mí todo pierde el sentido racional...cada vez me doy más cuenta de que no sé nada...
EliminarUn abrazo con los dos brazos bien abiertos