lunes, 15 de enero de 2018

El plan magistral de la vida...

Que en la vida suceden acontecimientos de los cuales nosotros no tenemos el control...es una realidad. Estar atento y ser consciente, forma parte de la actitud de cada uno, y yo no he venido aquí para convencer a nadie, pero sí que me gusta exponer mis evidencias. Ellas son la fuente de mi verdad.

No creo en las casualidades. Estoy convencida de que los encuentros diarios entre las personas y las experiencias que nos suceden son causales. Es decir salir de casa y encontrarme con fulanito es un encuentro programado desde algún plan maestro superior. Y de igual manera todo lo que nos sucede.

Siento, a día de hoy, que existe un plan maestro que mueve sus hilos para tejer esos acontecimientos de los que no tenemos el control, pero luego, nuestra actuación, en ese momento, forma parte de nuestro libre albedrío. Dependiendo de nuestras decisiones seguimos un camino u otro...caminos ya creados con anterioridad por nuestro plan de Alma.

Si miro atrás, tengo mil ejemplos de mi vida que corroboran esta teoría...lo que no sé es que hubiese vivido si mi elección hubiese sido otra...pero en el caso de Max, tengo la respuesta.

El 1 de enero del 2011 apareció en la puerta de mi antigua casa un perro abandonado. Salí a media mañana a poner una lavadora y allí estaba, en la puerta de casa, un perro sentado y mirándome con cara de pena, mientras Jara, la rotweiller que me acompañaba en mi viaje de Vida, le ladraba como una loca.

Puse mi lavadora y pasé de él. En la urbanización aparecían a menudo perros abandonados, y me prometí no implicarme porque sino mi casa acabaría siendo una perrera...

Al cabo de hora y media salí para tender la lavadora, y mi sorpresa fue al ver al perro allí sentado todavía. Estaba esquelético, las costillas se le marcaban de una forma descomunal, tenía roales sin pelo, garrapatas...vamos el perro estaba en unas condiciones lamentables. Y se medio mareaba, supuse que de hambre...así que entré en casa, cogí un trozo de pan y salí. Al salir el perro se quedó quieto y me dejó darle el pan. Se lo tragó como en los dibujos animados, entero...se le marcó por el cuello la forma del trozo de pan...y aún me dio más pena.

No sé muy bien porqué ni cómo, pero entré en casa para comentarle la situación a mi ex, que era mi pareja por aquella época. Su respuesta, que ni de coña lo metiese en casa...pero le dije que lo iba a dejar entrar por lo menos para darle de comer y bañarlo...y luego acabé convenciéndole de que si Jara lo aceptaba, lo dejábamos vivir en el jardín...que no nos suponía nada, y menos para él...el perro no le iba a quitar su Play Station...

Bajé al jardín, subí a Jara a la terraza de arriba y dejé libre la planta de abajo para poder estar con el perro. Me dejó cogerle, bañarle con la manguera, en pleno enero y con agua fría, ya que en casa no podía meterle en aquellas condiciones...le puse una pipeta y le puse comida...devoró la comida. Bajé a Jara pensando que o lo aceptaba o lo mataba...pero por lo menos el perro habría tenido su último baño y comida...y no es broma, ese fue mi pensamiento...todo dependía de ella para poder quedarse con nosotros...se acercó, se olieron y se hicieron compañeros de viaje hasta febrero del año pasado que Jara nos dejó en este plano.

Pero lo curioso de esta historia no es que acogí a Max, sino que seis meses después me separé de mi ex, y por tener a Max y a Jara, es decir por tener dos perros, en lugar de uno, no pude irme a casa de mis padres. Max fue el causante de que me quedase a vivir en aquella casa. Y haberme quedado allí fue la pieza fundamental para que mi compañero de viaje pudiese venir a vivir con su perro y venderle su piso a su ex.

Si aquel día yo no hubiese acogido a Max, me hubiese ido a vivir a casa de mis padres seguro...y todo hubiese sido diferente. Pero de esta forma todo fluyó de forma muy ordenada. Estuvimos en esa casa hasta que nos salió la posibilidad de venirnos a vivir aquí, encajando todo perfectamente con la idea de mi ex de quererse quedar la casa en lugar de venderla...mi precio fue cederle mi parte y perder todo el dinero invertido en casi diez años...pero no hay dinero en el mundo que pague la paz interior...perdí dinero, pero gané tranquilidad.

Cuando las cosas se hacen desde el corazón...sale siempre todo bien.

Voy a contaros otro ejemplo, de este plan maestro que rige nuestras vidas.

 Estudié Diplomatura de Turismo y estuve, mientras estudiaba, trabajando haciendo bolos de extra de camarera. En uno de esos bolos, conocí a una chica. Pasa el tiempo, y un día me suena el teléfono. Es ella. Me llama para ofrecerme un puesto de camarera en un hotel de Barcelona, donde su novio es el nuevo Maître y está formando equipo. Acepto. Al cabo de los meses el Maître tiene problemas con el director y les echan a los dos. Debido a estas sincronicidades acabo de Maître con 23 años en un hotel de cuatro estrellas de Barcelona.

Tuve que entrevistar a candidatos para poder formar mi equipo...y mi madre me comenta que el hijo de su jefa, un francés, está buscando trabajo y que ya ha trabajado en hostelería. Le hago la entrevista a él y un amigo y les ficho sin dudarlo, les sobran aptitudes para el puesto.

Su incorporación me permitió delegar y empezar a tener más tiempo libre, ya que yo cubría todos los turnos porque no encontraba a nadie que se implicase en el puesto y fuera lo suficientemente responsable...es una cualidad que no está muy de moda, y en ocasiones es fundamental.

Al cabo del tiempo, se alojaron, durante una semana, en el hotel un grupo de directivos de una multinacional noruega. El último día de su estancia me ofrecen la posibilidad de incorporarme a su empresa, trabajar de lunes a viernes con horario de 8 horas por el mismo sueldo que me estuviesen pagando en el hotel, les daba igual...querían en su empresa mi perfil, una persona que se implicase con las necesidades del cliente, atenta, servicial, educada...me dijeron que era perfecta para su empresa de ventas.

No me lo pensé. Hablé con el director, le agradecí la oportunidad de haber confiado en mí, siendo una chica tan joven para llevar la restauración del hotel, y a pesar de que me ofreció subirme el sueldo...preferí calidad de vida a dinero, elegí disponer de tiempo. Con 26 años ya tenía claro que en la vida no todo es dinero.

Pero antes de irme dejé cerrado que el francés y su amigo se quedarían al mando del departamento. Me fui tranquila, quedaba en buenas manos.

Pasaron ocho años. Ocho años viviendo mi trayecto de vida sin tener contacto con él. Pero gracias a Facebook nos reencontramos. Él fue el que me devolvió la confianza en el sexo masculino en aquel momento. Descubrí que existía otra clase de hombres que yo en mi barrio no había conocido, educados, respetuosos, cargados de caballerosidad...Él fue mi luz para recuperar la confianza en mi misma y acabar por fin con la relación con mi ex. Le guardaré cariño siempre porque fue una pieza fundamental en aquel momento para mí.

Después de unos meses cada uno hizo su vida, y todo sucedió de forma muy natural. He llegado a la conclusión de que simplemente estuvo en el momento adecuado para realizar su misión en mi trayecto de vida, igual que yo tuve la mía en su vida ocho años antes seguramente.

Y para terminar tengo otro ejemplo...mi más bonita casualidad, como suelen decir, pero para mí es mi más bonita causalidad.

Llevaba trabajando en el aeropuerto de Barcelona de coordinadora mucho tiempo...y jamás me había cruzado con él, hasta ese día. Voy al avión para coordinarlo y se cruza en mi vida Él, mi compañero de vida, del que ya he hablado en otras entradas.

Todo fue demasiado ordenado también...nos cruzamos en ese avión por primera vez, y a partir de ahí nos encontramos en muchos...y a los pocos meses cierra Spanair, y dejo el aeropuerto. Igual que estuvimos años sin cruzarnos en el aeropuerto...podríamos no habernos cruzado nunca...pero no fue así. Nos cruzamos y desde ahí compartimos viaje en el mismo vagón y un asiento al lado del otro...

Por estos ejemplos y muchos más que podría explicar, pero no quiero ser pesada...a día de hoy, estoy convencida de que cada uno de nosotros está dentro de un plan magistral tramado por el Universo o Dios o como queráis llamarle...un plan magistral donde tienen cabida todos los planes de las diferentes Almas, y por ello, los encuentros y acontecimientos no son casuales, sino causales...todo está organizado, todo está colocado como un puzzle, todo va encajando...y nuestro libre albedrío está en nuestra forma de actuar en cada uno de esos sucesos, y soy consciente de que actuando desde el corazón todo fluye, sin más.

La vida no hay que juzgarla, sino vivirla.

Estamos aquí encarnados para aprender y evolucionar, no para tener y poseer.




2 comentarios:

  1. Hola! creo que cuando pasamos de casualidad a causalidad la vida cambia, o la manera de ver la vida cambia, mucha gente vive en la casualidad y no se da cuenta que al final es el cosmos que le esta poniendo aquello que anhela o quiere, sin querer o sin darse cuenta lo esta llamando y el universo se lo pone, esta en la persona cogerlo o no, aun si sigue queriendo eso y vibrando en eso el universo se lo pondrá tantas veces como la persona este emanando esa energía de aquello que quiere, la casualidad es aquello que queremos expresado en forma de acontecimiento inesperado, se puede interactuar con el mundo intencionadamente, se le puede pedir y el te lo da, le puedes preguntar y el responde, simplemente hay que darse cuenta, esto la gente también lo llama casualidad y quien no le llama casualidad le llama sincronizidad, pero al final no es nada de esto, es la llamada de la persona que desea algo y el universo se lo pone, pero el cosmos es listo y pocas veces te lo da masticado, el te propone algo que te llevara a otro algo y al final todo cuadra, porque sino seria muy aburrido y se perdería la oportunidad del libre albedrio. Cuando se ve el mundo de esta forma y se es consciente de que se puede interactuar con el, la vida cambia porque te das cuenta de que todo esta vivo, todo esta conectado y todo se rige bajo un plan.
    Esta es mi extraña forma de ver la casualidad y la sincronizidad, que no es que sea cierta pero es la mia.

    Un abrazo enorme con los dos brazos!

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    1. Buenas!!! Qué ilusión volverte a leer...te echaba de menos ;)
      No sé si se en realidad se pierde o no el libre albedrío...pero yo creo que nunca se puede llegar a perder...ya que antes de encarnar eliges tu plan de Alma y lo aceptas...así que el libre albedrío existe desde antes del inicio de esta experiencia...y luego los acontecimientos ocurren y lo único que tenemos que hacer es vivirlos...nuestra actitud ante cualquier acontecimiento será nuestro libre albedrío...pero esa es a día de hoy mi verdad, no la Verdad...y mañana no sé cuál será mi verdad ;) Un abrazo con los dos brazos bien abiertos

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