domingo, 11 de febrero de 2018

El mundo necesita amor...

El mundo necesita amor y eso es evidente.

Hay muchísimas personas vibrando en esa energía…pero también las hay vibrando en la carencia de amor en ciertos ámbitos, y eso tendría que cambiar…porque sí se puede cambiar, no es verdad que somos así y punto. Yo soy mi propia evidencia de ello.

Existen personas con carencia de amor hacia el entorno.

Nos gusta hacer deporte, pero no porque esté de moda, ni porque nos obsesione nuestro cuerpo, ni porque sea nuestra forma de ser felices…simplemente porque nos gusta disfrutar de esa sensación de andar, rodeados de naturaleza, y vivir aquí es un regalazo de la vida para ello. Solo salir de casa ya tenemos caminos y paisajes por doquier. Pero no todo es tan idílico…aquí abunda la basura, la suciedad, la huella del ser humano carente de amor por su hábitat. Es una lástima ver latas de cerveza, botellas de plástico, bolsas de plástico, envases de plástico de embutidos, paquetes de tabaco, pañuelos de papel…y todo aquello que os podáis imaginar…

No puedo llegar a entender cómo una persona puede tirar una lata de cerveza por la ventana de un tractor, un paquete de tabaco vacío andando…ni siquiera un papel…es un acto vacío de amor por el entorno. Es un reflejo de su vacío interior, su falta de conciencia…porque no creo que en su casa el suelo esté lleno de latas y paquetes de tabaco, supongo que los tirarán a la basura…pues las calles, los montes, las playas y todo lo de fuera de vuestras casas…es la casa de todos, también hay que tratarla bien, con amor y respeto. La madre naturaleza es nuestro hábitat y muchos no son capaces de amarlo.

Es lamentable ver el río del pueblo lleno de plásticos. Plásticos que antes envolvían las bolas de hierba para el ganado…Tienen un entorno de cuento y no le dan ningún valor.

Existe otra carencia de amor, carencia de amor hacia el prójimo. Que viene en consecuencia por la falta de amor hacia uno mismo, pero no son conscientes todavía de ello.

Un ejemplo. En nuestros paseos andamos por un carril de peatones que hizo el ayuntamiento en su día. Está justo al lado de una comarcal, donde la velocidad está limitada, pero no la respetan. Pasan por allí a unas velocidades de infarto. En más de una ocasión me he asustado por el ruido del coche al pasar por mi lado, y la fuerza del aire que conlleva esa velocidad en un vehículo. No conocen el significado del respeto por los peatones. Pues luego vendrán las quejas si algún día instalan radares o los badenes…pero es que el ser humano parece que solo respeta si le tocan el bolsillo, porque al dinero es lo único que amamos. Que tristes somos.

Y estos son ejemplos de a pie. Pero si me pongo a observar el mundo en general veo guerras, esclavitud, hambre, violaciones, suicidios, drogadicción, maltratos, abusos, haters en las redes, mobbing, bullying…y podría seguir…

Todos estos ejemplos tienen un factor común: carencia de amor.

Algo estamos haciendo mal. En pleno s.XXI y seguir así…después de tantos años en la Tierra y el ser humano no se enfoca en el amor…algo hacemos mal.

Todas las personas que experimentan una ECM (experiencia cercana a la muerte), o están en el lecho de muerte, o experimentan estados expandidos de conciencia…todas empezamos a vivir de una forma diferente, vivimos sin miedo a la muerte y desde nuestra capacidad de perdonar y amar. Y es algo maravilloso vivir con conciencia.

No puede ser que como dijo Gandhi “ La Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades del hombre, pero no la codicia de cada hombre”.

No puede ser que nos desconectemos de nuestra esencia, que no es más que el amor, y nos olvidemos de vibrar en ese estado que incluye el respeto, la compasión, el diálogo, el apoyo, la comprensión, la paciencia…

En la vida todo es cuestión de práctica. Si practicas el mal humor, la queja, la falta de respeto, el elevar el tono de voz…cada vez más fácilmente te saldrán de forma automática esas actitudes.

Pero si practicas ser respetuoso, amable, educado, bondadoso…cada vez te saldrá más fácilmente e incluso de forma automática.

Pero también estoy convencida de que el exterior es el reflejo del interior y me compadezco de todos aquellos que viven carentes de amor principalmente hacia ellos mismos y consecuentemente hacia el prójimo.

Yo, a día de hoy, vivo más a gusto saludando con una sonrisa; siendo amable en los comercios; recogiendo mis bandejas en los restaurantes de comida rápida; cerrando las tapas de los contenedores que abro; conduciendo a la velocidad establecida y si en una comarcal me cruzo con un peatón reduzco para no asustarle ni alterar su paseo; no guardando rencor; perdonando al prójimo; no usando a las personas, sino compartiendo momentos;respetando la naturaleza sin ensuciarla, e incluso llevo una bolsa de plástico para retirar todas las latas que me encuentro por mis caminos diarios…me siento en la obligación de echarle una mano a la madre naturaleza. En resumen vivo siguiendo los buenos valores que llevan existiendo toda la eternidad.

Si cada uno de nosotros sacásemos nuestra mejor versión y practicásemos los buenos valores, el mundo sería muy diferente…Amar más al dinero que a las personas y a nuestro entorno es lamentable, por lo menos para mí.


Así que como decía un gran amigo que desencarnó ya hace unos años pero que le recuerdo con mucho cariño: SED BUENOS.

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