El
mundo necesita amor y eso es evidente.
Hay
muchísimas personas vibrando en esa energía…pero también las hay vibrando en la
carencia de amor en ciertos ámbitos, y eso tendría que cambiar…porque sí se
puede cambiar, no es verdad que somos así y punto. Yo soy mi propia evidencia
de ello.
Existen
personas con carencia de amor hacia el entorno.
Nos
gusta hacer deporte, pero no porque esté de moda, ni porque nos obsesione
nuestro cuerpo, ni porque sea nuestra forma de ser felices…simplemente porque
nos gusta disfrutar de esa sensación de andar, rodeados de naturaleza, y vivir
aquí es un regalazo de la vida para ello. Solo salir de casa ya tenemos caminos
y paisajes por doquier. Pero no todo es tan idílico…aquí abunda la basura, la
suciedad, la huella del ser humano carente de amor por su hábitat. Es una
lástima ver latas de cerveza, botellas de plástico, bolsas de plástico, envases
de plástico de embutidos, paquetes de tabaco, pañuelos de papel…y todo aquello
que os podáis imaginar…
No
puedo llegar a entender cómo una persona puede tirar una lata de cerveza por la
ventana de un tractor, un paquete de tabaco vacío andando…ni siquiera un papel…es un
acto vacío de amor por el entorno. Es un reflejo de su vacío interior, su falta
de conciencia…porque no creo que en su casa el suelo esté lleno de latas y
paquetes de tabaco, supongo que los tirarán a la basura…pues las calles, los
montes, las playas y todo lo de fuera de vuestras casas…es la casa de todos,
también hay que tratarla bien, con amor y respeto. La madre naturaleza es
nuestro hábitat y muchos no son capaces de amarlo.
Es
lamentable ver el río del pueblo lleno de plásticos. Plásticos que antes
envolvían las bolas de hierba para el ganado…Tienen un entorno de cuento y no
le dan ningún valor.
Existe
otra carencia de amor, carencia de amor hacia el prójimo. Que viene en
consecuencia por la falta de amor hacia uno mismo, pero no son conscientes
todavía de ello.
Un
ejemplo. En nuestros paseos andamos por un carril de peatones que hizo el
ayuntamiento en su día. Está justo al lado de una comarcal, donde la velocidad
está limitada, pero no la respetan. Pasan por allí a unas velocidades de
infarto. En más de una ocasión me he asustado por el ruido del coche al pasar
por mi lado, y la fuerza del aire que conlleva esa velocidad en un vehículo. No
conocen el significado del respeto por los peatones. Pues luego vendrán las
quejas si algún día instalan radares o los badenes…pero es que el ser humano
parece que solo respeta si le tocan el bolsillo, porque al dinero es lo único
que amamos. Que tristes somos.
Y estos
son ejemplos de a pie. Pero si me pongo a observar el mundo en general veo
guerras, esclavitud, hambre, violaciones, suicidios, drogadicción, maltratos,
abusos, haters en las redes, mobbing, bullying…y podría seguir…
Todos
estos ejemplos tienen un factor común: carencia de amor.
Algo
estamos haciendo mal. En pleno s.XXI y seguir así…después de tantos años en la
Tierra y el ser humano no se enfoca en el amor…algo hacemos mal.
Todas
las personas que experimentan una ECM (experiencia cercana a la muerte), o
están en el lecho de muerte, o experimentan estados expandidos de
conciencia…todas empezamos a vivir de una forma diferente, vivimos sin miedo a
la muerte y desde nuestra capacidad de perdonar y amar. Y es algo maravilloso
vivir con conciencia.
No
puede ser que como dijo Gandhi “ La Tierra proporciona lo suficiente para
satisfacer las necesidades del hombre, pero no la codicia de cada hombre”.
No
puede ser que nos desconectemos de nuestra esencia, que no es más que el amor,
y nos olvidemos de vibrar en ese estado que incluye el respeto, la compasión,
el diálogo, el apoyo, la comprensión, la paciencia…
En la
vida todo es cuestión de práctica. Si practicas el mal humor, la queja, la
falta de respeto, el elevar el tono de voz…cada vez más fácilmente te saldrán
de forma automática esas actitudes.
Pero si
practicas ser respetuoso, amable, educado, bondadoso…cada vez te saldrá más
fácilmente e incluso de forma automática.
Pero
también estoy convencida de que el exterior es el reflejo del interior y me
compadezco de todos aquellos que viven carentes de amor principalmente hacia
ellos mismos y consecuentemente hacia el prójimo.
Yo, a
día de hoy, vivo más a gusto saludando con una sonrisa; siendo amable en los
comercios; recogiendo mis bandejas en los restaurantes de comida rápida;
cerrando las tapas de los contenedores que abro; conduciendo a la velocidad
establecida y si en una comarcal me cruzo con un peatón reduzco para no
asustarle ni alterar su paseo; no guardando rencor; perdonando al prójimo; no
usando a las personas, sino compartiendo momentos;respetando la naturaleza sin
ensuciarla, e incluso llevo una bolsa de plástico para retirar todas las latas
que me encuentro por mis caminos diarios…me siento en la obligación de echarle
una mano a la madre naturaleza. En resumen vivo siguiendo los buenos
valores que llevan existiendo toda la eternidad.
Si cada
uno de nosotros sacásemos nuestra mejor versión y practicásemos los buenos
valores, el mundo sería muy diferente…Amar más al dinero que a las personas y a
nuestro entorno es lamentable, por lo menos para mí.
Así que
como decía un gran amigo que desencarnó ya hace unos años pero que le recuerdo
con mucho cariño: SED BUENOS.
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